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martes, 31 de enero de 2012

EL RECONOCIMIENTO DE DOS GRANDES.

AMIGOS: Quiero compartir con ustedes dos mensajes que se referían a este blog ,del que son parte con sus comentarios, que recibí por mail de parte de parte de dos grandes: JORGE MARCHETTI, Guionista con 35 años de radio, al cual entrevisté para un documental sobre autores de radio. Jorge actualmente y desde siempre escribió en los programas de Héctor Larrea y antes lo hizo con quien lo "descubrió": Cacho Fontana.
 
El otro es de mi profesor de guión de radio: VICTOR AGÚ. Autor con 30 años de experiencia, Docente  del ISER Y de ARGENTORES, donde integra su comisión de radio.. Co-autor junto a Alberto Migré. Escribió numerosos radioteatros y novelas...Participó en el ciclo Permiso para Imaginar...El Rafa , Sin Pecado Concebidas y numerosas novelas para Televisa de México.
 
Es un orgullo para mí recibir la opinión de estos grandes de la Radio. Me dán más fuerza para intentar contar estas historias por ese medio que tanto me gusta.
 
UN ABRAZO PARA TODOS
 
 
 
 
Hola Colega!!

Me alegro mucho por todo!!

Yo creo que podés ofrecerlo "A prueba" en alguna FM.

Casella anda muy bien,Matias Martin tambien,o si no intentá probarlo en alguna Radio Zonal,como trampolín.

Lo más importante es que encontraste un nicho potencial.

Reitero mi alegría por todo, y recordá que apenas lo puedas meter traelo a ARGENTORES para declararlo y entrar a la familia de los Autores Argentinos!!

Abrazo grande de J.Marchetti
 
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Querido Enrique:
Es muy bueno recibir noticias tuyas!
Entré al blog. Excelente. Me da alegría que estés expresándote de este modo. Imagino que debe reconfortarte la respuesta de la gente.
Va un abrazo deseando estés bien.
Víctor
 

LOS CANTELLI- Somos un abrazo de amor...- Formato para radio- (Cap.104)

OPERADOR: MÚSICA- BANDA DE LA PELÍCULA EL PADRINO.

ERNESTO: (A SEÑA) Amigos: Las cuentas explotan en este tiempo de inestabilidad económica...Silvita y Balancetti, unidos más que nunca en las cuentas y en el amor, cerraron las del Vale, del último sábado...¡Impresionante! El Celestial ya tiene el dinero para abrir aunque sea parcialmente, el comedor anexo a la parroquia...Ese del que le hablé el otro día,  donde mi amor Teresa está ya trabajando a toda máquina y que será exclusivo para chicos...¡No me digan que no se acuerdan! Si es así...Es porque no siguen mis relatos semanales como deber ser (RISA) No se enojen amigos...Los reto porque los quiero (PAUSA) Volviendo al tema, los chicos se van juntos de vacaciones y dejaron listas las finanzas para que las controlen Silvia y Don Pascual... ¿El Padre? El está para decidir donde se hace invierte para hacer el bien...¡Nada más ni nada menos! ¿No es esa una de las funciones de la Iglesia Católica? Hablando de ella...Al llegar a la parroquia a saludar el Celestial, eufórico me recibió contándome lo contento que quedó Monseñor Malatesta luego de presenciar el Vale...Dice que automaticamente comunicó al Vaticano la impresionante demostración de solidadaridad y alegría que origina el juego...Anoche mismo el Padre recibió una felicitación vía mail de la oficina papal donde le pidieron detalles de la organización del evento para transmitírselo a los obispos del mundo...Allí es donde le pregunte al Padre: ¿ Nos están afanando la idea? ...El Celestial con su habitual tranquilidad me contestó: Querido Ernesto, la idea no es lo importante en el Vale...Quien  sabe se pueden armar juegos mejores que éste...El tema es el espíritu que lo rodea...El amor de los que lo organizamos, los que intervienen en los shows, en los pesajes...En lo que lo presencian y disfrutan y en el destino final del dinero recaudado...Entre todos somos una abrazo de amor que une el cielo y la tierra...Su sencillez y naturalidad son el último fin...Si la iglesia a la que pertenezco u otros pueden lograr eso: Bienvenidos. Quiere decir que estamos haciendo algo, desde este lugar para mejorar el mundo...Tenemos que estar dichosos de ello...Eso sí y te repito: Para que se le parezcan tienen que mantener en alto ese espíritu que nace espontáneamente cada sábado aquí. El Vale no se imita...¡Se siente!
Si hubiera tenido puesto un sombrero...Me lo sacaría en señal de reverencia a sus palabras...Antes de irme le conté de la cervecita que compartimos con Monseñor y el Padre se alegró y me confirmó que ya le aseguró que  va volver a presenciar el Vale...Saliendo de la parroquia, alcancé a observar la devoción con que el arcaico preparaba a sus chicas de las clases para el Vale...Parece que se salen de la vaina por actuar ya que por razones de tiempo no lo pudieron hacer el último sábado...
LLegaba a la casa Cantelli con las palabras del padre dándome todavía vueltas en la cabeza.... Al pasar por el bar ví a Nicola conversando animadamente con varias mujeres del barrio...El tano gesticulaba como loco, seguramente contando sus aventuras en la vida...De afuera, pude observar la atención que prestaban las chicas que lo escuchaban como seguramente no escuchan a sus maridos o parejas...(RISA) En fin, el tano es sensual, inteligente y hábil...
Al entrar Silvia me confirmó el viaje de Silvita y Balancetti  y también me aseguró con gran alegría que Nicola no tiene fecha de retorno a Italia...Mientras tomábamos mates y comíamos unas facturitas pensaba que esta casa, esta familia, mi relación con ellos y con Rafa...Todo lo que la rodea...También son como me dijo el Celestial: Un abrazo de amor entre el cielo y la tierra...Porque señores, lo que nunca falta aquí es eso: Amor. El amor que emanan ellos, mis amigos, Los Cantelli. ¡Salud!

OPERADOR: MÚSICA: BANDA DE LA PELÍCULA EL GOLPE.

lunes, 30 de enero de 2012

PUBLICACIONES

AMIGOS: Realmente me siento orgulloso de la repercusión de Los CANTELLI y del Vale...Cuando elogian frases del Celestial, o se emcionan con las historias de amor de Silvia y Balancetti, de Ernesto y Teresa, Cuando comprenden lo ingrato que es para la familia la persecusión permanente de la justicia- injusta o cada vez que se solidarizan con las chicas de Romina...O en los momentos que  publico el Vale y me dicen que  ímaginan el clima y hasta sienten sus olores y juegan  con el reglamento en la mano...¡Sí, me siento orgulloso! Y admiro la sensibilidad y la captación de los mensajes que tienen ustedes, mis amigos, Los lectores del Blog. Gracias....¡Mil Gracias por estar!

MAÑANA OTRO CAPÍTULO DE LOS CANTELLI  Y EL MIÉRCOLES...JORNADA ADICIONAL DEL VALE LO QUE PESA, EL JUEGO QUE NOS GUSTA A TODOS.

UN ABRAZO PARA TODOS.

SERRAT- Si la muerte pisa mi huerto...."Quien me hablará entre sollozos....Quien se acostará en mi cama, se pondrá mi pijama....

TRATO DE ESCAPAR.

TRATO DE ESCAPAR

AUTOR: ENRIQUE DI BAGGIO

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A veces creo que me va alcanzar. Otras me parece que no. Me sigue a todos lados. Corro, camino rápidamente, doblo, sigo derecho pero… A la vuelta de la esquina se me aparece y trata de agarrarme vaya a saber para qué. ¡Es que está en todos lados!  Tiene seguidores en todos los rincones… Cada vez son más sus fanáticos que le informan por donde voy. A veces, creo que está perdiendo fuerza, pero no… vuelve renovada a la lucha por atraparme. En ocasiones se disfraza para que no la reconozca. Otras es un persona que hace mal su trabajo, o la veo en Televisión vestida como personajes de la farándula y “entreteniendo” a la gente… Pero no hay duda, es ella: La Mediocridad. Encaramada en nuestra sociedad se la vé gozando de buena salud en: Políticos corruptos que no saben hablar y gritan para imponerse... En periodistas que repiten lo mismo sin  lenguaje y sin convicción... Mediocre: Según el diccionario es algo regular que se queda en la mitad en calidad.  Quiere acostumbrarme, domesticarme… Pero me niego. ¡Juro que me niego!

Hay muchos como yo que no queremos caer en sus redes. Gente que hace patria, que no es simplemente consumista, que trabaja con altura y calidad, que no deja que el árbol le tape el bosque. Me uno a ellas. Aprendo. Y corro, me alejo… Hasta que de nuevo, se aparece y trata de seducirme. Me endulza ofreciéndome comodidad, pensamientos pocos profundos… Todo suave, para que me deje llevar y flote en la inmensidad de ser uno más. El sentido de pertenecer a ella es muy fuerte. Uno parece desubicado si no integra su séquito. Es su tarjeta de presentación. Imagino el carnet de socio: Mi foto, categoría activo, y el pomposo título: CLUB DE MEDIOCRES. ¡Pero no!...No quiero ese carnet...Vuelvo a correr...¡Trato de escapar! Ojalá nunca me alcance.

En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros logran mediocridad y a otros la mediocridad le cae encima.
JOSEPH HELLER- Escritor norteamericano- 1923-1999

Solo conviene la mediocridad. Esto lo ha establecido la pluralidad, y muerde a cualquiera que se escapa de ella por alguna parte.
BLAISE PASCAL - Científico , filósofo y escritor francés- 1623-1662

domingo, 29 de enero de 2012

EN CLAVE

Les transcribo un pensamiento con el cual me siento identificado como escritor...Espero les guste.
Un abrazo.


 EN CLAVE. Detrás de las palabras hay alguien escondido, no sé si lo conozco, no sé si es algo mío. Quizá esté presente o ausente con aviso, tal vez te esté buscando y espera ser leído. Detrás de las palabras, hay algo más que este escrito. Autor: Gabriel Arias.

sábado, 28 de enero de 2012

DOMENICO MODUGNO- Maestro de Violín---"Amor a cierta edad..".Para escuchar

LOS CANTELLI- Vale lo que pesa- Formato para radio- (Cap. 103)

OPERADOR: SONIDO DE BOMBOS GREMIALISTAS.

ERNESTO: (A SEÑA): Tratar de entrar a la fiesta del Vale acompañando a Nicola, el ya famoso primo carnal de Silvia, es como correr en una carrera de obstáculos…Mujeres chicas, mujeres grandes, gordas, flacas, casadas, solteras solas o acompañadas se acercaban a saludar efusivamente al tano querido… Me separé de él con un saludo y me sumergí en este ya famoso patio parroquial, lugar donde el noble y el villano bailan y se dan la mano, como dice la canción de Serrat. Los bombos y el clarín del padre de la Pípi, que está tratando de reponerse de la indignación que le causó las peleas de los delincuentes que invadieron el club de sus amores: Nueva Chicago, sonaban más fuerte que nunca…De pronto, el sonido de murmullo invadió el lugar…Todos centraron su mirada en la entrada donde hizo su aparición nada más y nada menos que la mano derecha del Nuncio Apostólico y representante  del Papa en la Argentina,  Monseñor FRANCESCO MALATESTA… ¡Señores! Los sonidos del Vale llegaron al Vaticano….Acompañado por el Celestial, para nosotros el máximo representante de  Dios,  se sentó en la  mesa principal al lado de Silvia y Don Pascual…Miraba a su alrededor asombrado…Ni su diplomacia aprendida en los milenarios años de la Iglesia Católica podían disimular la grata impresión que le provocaba   lo que veía a su alrededor… ¡Esta es la fiesta de todos, Monseñor! ¡Pase y disfrute!  Apenas disipado por el aire de  los grandes ventiladores, el irresistible humo de los Chori…Sube el Padre de todos al escenario…Un solo pié apoyado sobre las tablas y estalló el (ENTONA) Padre querido…El Pueblo está contigo….Ardua fue la tarea del sublime para detener tanto entusiasmo…Le llevó varios minutos poder lograr que lo escuchen…Al fin, anunciaba formalmente la presencia de Monseñor Malatesta…Casi inmediatamente los inefables bombos volvieron a sonar acompañando el grito de la muchedumbre:(ENTONA-IMITA) ¡ Benedicto, Benedicto, Benedicto…! Vivaban al Papa con una euforia que seguro se escuchó en Roma…Oleeeel oleeee Nuncio, Nuncioooooooooo! (VOZ NORMAL) ¿Será está la famosa pasión religiosa? (PAUSA) No lo sé, pero pasión había seguro… ¡Y comienza el Show amigos! La escenografía con mesas tangueras con su infaltable mantel blanco y la copa de Champagne…Sentados a su alrededor en parejas Don José, Don Ramón, Doña Dorinda, Doña Josefa,  Los inefables integrantes del Sub 90… Enseguida empieza a sonar la milonga interpretada por Tita Merello…”A mí no me cambia nadie” Aparecen dos de los musculosos bailando en pareja con Griselda y Lili, chicas albergadas prestas a colaborar con la tercera edad…Y la máxima: Doña Matilde acompañada por Pablo, a esta altura su puntal, haciéndola mímica de la letra milonguera: “Pesebre de tango y luna bajo tu cielo nací…Tuve muñecas de trapo, también hambre y mucho sol…” Ya saben: Al final les publico la grabación…Escuchen y canten que la milonga alegra los espíritus. Los movimientos de tanguera de ley de Mati hicieron explotar a la gente que gritaba su nombre como nunca…Y el conocido (IMITA) Abuelossssssssssss….Abuelosssssssssssss… Que los obligaron a saludar por varios minutos…El representante del Nuncio, aplaudía de pié dejando la diplomacia a un costado. Unión perfecta en el Vale: Juventud y experiencia  alegrando a la gente. Sin respiro de una emoción a la otra…aparece el gran Nicola, que por lo visto pudo zafar del asedio femenino, impecable con su ambo negro, camisa blanquísima planchada por las expertas manos de su prima…Solo él y su voz en escena nos envolvieron en un mundo de ensueños…Cantando una canción que tiene el comienzo recitado “La distancia es como el viento” …Hizo morir de amor a las mujeres presentes…Les dejo al versión de Domenico Modugno…¡Siéntense y escuchen …Los llevará al fabuloso mundo del Vale!

El pesaje de las “fieras” Comenzó a tiempo, todas las gorditas queridas fueron pasando levantadas por los musculosos a los cuales cada vez se aferran más…Debe ser para no  caerse de las alturas…En un costado, nuevamente acompañado por su esposa, un tanto mejor en su estado del que  mostraba el otro día…El ludópata en recuperación Botonacchi, todavía con licencia de la federal. Miraba atentamente recordando seguramente sus continuas derrotas en el Vale… ¡Ojalá mejore el pobre!

El final de siempre…Al que nos tiene acostumbrado el ya podemos decir, dúo dinámico…Olga y su chico: Emanuel….Ataviada con un vestido largo  con bolados violetas y peluca corta rubia…Con música de Rafaella Carrá…y la canción “Fiesta” La diosa de las madres hacía los movimientos con Ema a alrededor…(IMITA) Esta noche cambiará mi vida….Esta noche….Qué fantástica, qué fantástica esta fiesta….” ¡Apoteótico! Estalla el público con Monseñor Malatesta aplaudiendo de pié y creo que hasta entonando la canción… ¡Grande Monseñor unáse al Vale y será feliz estando cerca de Dios! ¿El peso de Olga? Se me olvidaba…79 constante y mantenido…

Despacito con la banda nos fuimos por un costado en busca de la cerveza helada… ¿Por qué banda? Empiecen a contar: Horacio, Ramón, Nicola, El Flaco, ¡Balancetti! Y yo…Cada vez somos más…Llegando entre las sombras de la noche al santuario…Un auto con vidrios polarizados y de marca alemana,  nos toca bocina: ¡Nada más ni nada menos que Monseñor Malatesta, acompañado por su chofer y custodia! Baja el vidrio de atrás y pregunta si nos puede acompañar…Sí, gritamos al unísono… ¿Cómo se enteró? ¿Tendrá comunicación directa con Dios? La cuestión que compartió el brindis con la cervecita helada  y con nosotros… ¡Y pensar que yo pensaba que los monseñores evitaban algunos placeres terrenales! Por lo menos a la cerveza  no le “hace asco”. Amigos, con Monseñor en el santuario, con el espíritu de Rafa dando vueltas ahora estoy seguro: ¡Dios está aquí! En la casa de mis amigos, Los Cantelli. ¡Salud!



viernes, 27 de enero de 2012

SERRAT- Poco antes de que den las 10---Te levantarás despacio, te alisarás el pelo que con mis dedos....

MAÑANA SE VIENE EL VALE...

AMIGOS: Antes de ir al tema de las publicaciones...Dos palabras para sus comentarios de ayer en Los Cantelli: Me confirma que los moviliza lo profundo de los sentimientos...Son sensibles...Saben leer los mensajes y eso...No es poco. Siempre, y ya lo habrán descubierto, hay un mensaje del autor detrás de  la historia más simple o en la más profunda...Eso es lo que ustedes entienden y me hace escribirles cada vez con más ganas.
También tengo que decirles que con ¿Dónde está Quiroga? Los introduje en otra parte del mundo de la radio como es el folletín y veo que les agradó...Entonces: ¡Soy feliz!

AHORA SÍ:MAÑANA SE VIENE OTRA JORNADA DEL VALE...EL JUEGO QUE NOS GUSTA A TODOS Y RECUERDEN EL MÍÉRCOLES HABRÁ OTRA JORNADA EXTRA. NO LE FALLEN AL CELESTIAL...

UN ABRAZO PARA MIS AMIGOS, LOS LECTORES. ¡SALUD!

jueves, 26 de enero de 2012

LOS CANTELLI- EL Celestial y la emoción- Formato para radio- (Cap. 102)

OPERADOR: MÚSICA- BANDA DE LA PELÍCULA EL PADRINO.

ERNESTO: (A SEÑA): La verdad que me doy cuenta que en la parroquia me muevo como pez en el agua...Siento que también allí estoy en mi casa, con gente querida... En la casa de Dios. Y también me encuentro a lo más cercano a Nuestro Padre y Señor que conocí en esta vida terrenal: Al Celestial Padre Pedro...El padre de todos...Volvía de un "movido" ,según su expresión, encuentro de apoyo espiritual con las chicas albergadas,  ya que según me decía siempre alguna necesita una dosis mayor de palabras curativas del alma. Hoy, agregaba, eran varias de ellas las necesitadas.. ¡Para eso están él y Tomás!.
¿Sabés lo que siento Ernesto cuando ayudo a estas chicas o a otras personas? Me dijo... Sin esperar respuesta se contestó la pregunta: Emoción. Y yo sigo prefiriendo la emoción antes que  las reglas correctas de  la iglesia a la que pertenezco. Necesito, necesitamos, sentir la emoción de la vida...El éxito  está en la vida que uno lleva, como vive, como goza...Eso nadie y ninguna regla te lo puede imponer.
Hice silencio amigos...Solo escuchaba la voz de la sabiduría...Cuando él habla, escuchar es un placer mayor. Siguió:
Generalmente creemos que el amor es algo que te va dar otro, cuando en realidad, el amor es todo lo que yo doy, lo que yo comparto. Esa es la energía que se está logrando en la parroquia. Por ejemplo: El Vale...¡Es emoción!Somos una energía amorosa de la que nos damos cuenta cuando compartimos...No es necesario que se entienda o se establezca antes, la reacción emocional es lo que más importa. Ahora hijo mío...te voy a abandonar por un rato ya que tengo tareas para hacer.
Con un abrazo nos despedimos y, como siempre, me fui pensando en sus palabras. ¡La emoción! Está tan arraigada en nosotros que deberíamos darle más importancia...Escucharla más...Bueno, cambiando de tema o mejor dicho siguiendo con el tema, en la oficina de la Liga de Madres estaban a full con las anotaciones de las nuevas madres para el Vale del Sábado...Le pregunté a Beba si había vuelto a ver a Nicola, me contestó con monosílabos...Creo que entendí que el tano que hace furor va y viene sin puerto fijo por ahora...(RISITA) Me parece que el primo carnal de Silvia es un hombre con rumbos sinuosos (RISITA). Hablando de Silvia, era hora de los mates diarios y partí rumbo a mi segunda casa.
Al llegar amigos... Mientras se escuchaba de fondo la hermosa voz de Nicola ensayando, me acordé nuevamente de las palabras del padre...Siento emoción cada vez que llego a esta casa...La emoción del presente  y del pasado, cuando vivía mi gran Rafa...Siento que que cada vez que llego allí...Alguna cosa, algo que pase...Me va emocionar...Que al fin y al cabo es lo que importa: La reacción emocional. ¡Como no voy a sentir esos sentimientos!...Si son mis amigos, Los Cantelli. ¡Salud!

OPERADOR: MÚSICA- BANDA DE LA PELÍCULA EL GOLPE.

miércoles, 25 de enero de 2012

PRIMICIA ABSOLUTA: ¿COMO FUE EL PRIMER ENCUENTRO DE AMOR ENTRE BÁRBARA Y QUIROGA?

AMIGOS: Ahora que tienen el final de ¿Dónde está Quiroga? Les quiero contar que estos entrañables personajes, Quiroga y Bárbara Garmendia, se "conocieron" en otra historia que escribí. Mi primer guión de radiotetaro unitario "Contra todo" y el formato de folletín basado en ella. Allí el Comisario concurre, como conocido del hijo de Bárbara, Martín, a la clínica que dirige ella para ayudarlos en problemas de seguridad de  la misma. Allí nace esta relación laboral que se transforma en amor. A  modo de extra les publico un extracto de el primer encuentro luego de varias negativas de la mujer a las invitaciones de Quiroga. Espero les guste. Me gustaría me lo comenten.
Un Abrazo a todos.



Entre investigaciones y televisión, Quiroga no deja de pensar en Bárbara. Esa mujer aparentemente segura, hábil en los negocios, pero que necesita ternura, calor de hogar y apoyo de alguien que la ayude en esos momentos de soledad. Yo soy ese hombre, se dice a sí mismo. Un imaginativo llamado logra lo que hace tiempo anhela. Cuando Bárbara lo atiende en el teléfono de su casa le pide que cierre los ojos y solo lo escuche a él. Casi susurrando, pausadamente le va contando como amasaría el mismo las pastas con la que la agasajaría en su casa…los ingredientes de la salsa…uno a uno, sus proporciones y olores que van originando al cocinarse…”No abras los ojos…huele solamente” le dice…le describe la mesa iluminada con una luz tenue y velas que arden, vestida con un mantel profundamente blanco y unas rosas rojas engalanando la mesa. Una botella de vino Malbec espera para ser consumida por dos personas solas que quieren hacer de esa noche… inolvidable. “Decime por favor si logré que sientas lo que yo sentí…solo con eso me conformo”. Bárbara volvió a la tierra estremecida por esos minutos de magia que le había transmitido nuestro duro comisario…No pudo más que aceptar la invitación para el próximo viernes a la noche. Il fatto in casa se iba a concretar. Ella ya había perdido la costumbre de que alguien pudiera transmitirle tanto y conmoverla a tal punto que cree que al cortar…una lágrima se le escapó.  


Viernes a la noche. El momento esperado. Quiroga recibe en su casa a Bárbara. Un suave bolero de Edyy Gorme y el Trío los Panchos música de la década del 60 de la que es fanático el comisario hoy transformado en el romántico Quiroga. Se escucha: “ Si tuviera cuatro vidas…cuatro vidas serían para ti…” El hombre acompaña suavemente la canción cuando suena el timbre y llega la deseada Bárbara. Vestida con un elegante vestido negro, no muy corto ni muy largo, suavemente maquillada y con un pequeño brillo sobre sus labios. Su pelo castaño con el corte de acuerdo a su edad. Sus hermosos ojos brillaban más que nunca opacando a su gargantilla de oro. La sonrisa franca y sincera de Quiroga le dio más confianza en que ese hombre merecía que fuera a ese lugar donde seguramente la agasajaría con lo mejor que tenía: su espontaneidad. Sentía que esa no iba a ser una noche más.



El buen humor, la charla amena de dos personas maduras y con distintas vivencias hicieron que la exquisita pasta preparada por Quiroga, el rico vino Malbec y el dulce postre pasaran a ser una excusa. Él un caballero…ella una dama…esa era la pintura. La música de Los Plateros con el “Gran Simulador” y Armando Manzanero eran el sonido de fondo…las miradas, el roce de las manos, el bolero bailado “como antes” fueron el prólogo del amor plasmado en el sexo maduro de dos personas que tienen los cinco sentidos a flor de piel. El final empieza con el amanecer que trae a su vez un nueva oportunidad que les dá el amor  nacido de la admiración.

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA? Los últimos tres capítulos todos juntos...

CAPÍTULO 13

BLOQUE 1

La mañana siguiente, sin decir nada a nadie, con su mente ya mucho más clara enfiló su auto hacia el pueblo de Entre Ríos donde pasó sus últimos días el Negro. Necesitaba ver ese lugar y hablar, si era posible, nuevamente con Yoly. Calculó que en tres horas estaría allí.

No se había terminado el caso con la muerte del Negro. Alguien lo dejó escapar en tribunales. Los guardias que estaban a cargo ese día pasaron a disponibilidad y tenían sumario sobre sus acciones. Pero ellos, quien sabe, tuvieron una distracción. ¿Quién dio la orden de llevarlo a ese baño poco seguro? Según los guardias no está claro ya que se pasaron la autorización uno a otros. Aparentemente vino del juzgado. Un secretario indicó que vayan a ese baño, justo a ése. Pezoa apuntó allí.

BLOQUE 2

La línea de investigación estaba en lo cierto. El infiel secretario fue sobornado por los últimos pesos del Negro. El padre era viejo conocido de la banda y en su momento también los ayudó. Siguiendo ese dato fue relativamente fácil lograr la confesión de este delincuente con tareas judiciales. El juez fue clave en facilitar la investigación. A nadie le gusta tener un traidor en sus oficinas. Punto final. Será justicia.

BLOQUE 3

Quiroga estaba llegando. La tranquilidad entrerriana estaba al lado suyo, apenas hizo unas cuadras por la calle principal, se cruzó con un viejo coche con altavoz arriba el techo y un hombre manejando y mientras por el micrófono, con voz metálica, nombraba los negocios del lugar que lo habían contratado. Le recordó épocas de los años sesenta en su barrio. Las puertas abiertas, las bicicletas sin candados, las casas sin rejas, le parecieron un paraíso de la seguridad. Pensó en lo mucho que se habría aburrido en sus comienzos como oficial de comisaria si le hubiera tocado estar en ese pueblo. ¡Pero envidiaba tanta tranquilidad y seguridad! Le hizo añorar otras épocas. Al llegar a la plaza principal, lo de siempre: La iglesia, la municipalidad, el hotel…Estacionó su auto para ir a tomar un café y ubicar la casa de Yoly. No hizo falta, al pasar por la escalinata de la iglesia, un conjunto de personas acompañaba un féretro que salía, seguramente, de un responso. A leer el nombre del muerto un escalofrío le recorrió el cuerpo: YOLANDA ISABEL RESTELLI- Q.E.P.D- Cuando reaccionó intentó averiguar de qué había muerto. Lo miraban y no le respondían hasta que una señora con un pañuelo en la cabeza le señaló a la amiga de Yoly, la que la había acompañado a Buenos Aires. Con lágrimas en los ojos la mujer le dijo:” La pobrecita se tomó un frasco de pastillas mezcladas con alcohol” Desesperada agregó:” No pude ayudarla”. La campanada que sonó en lo alto de la iglesia, hizo temblar el corazón del Comisario.

FIN DEL CAPÍTULO


CAPÍTULO 14

BLOQUE 1

Quiroga se quedó bastante tiempo dentro de la iglesia. Reflexionaba sobre todo lo ocurrido. Un lejano rezo a María se escuchaba como fondo. Pensaba en la tragedia que trajo el odio del Negro. Era preferible que estando libre hubiera tratado de armar su banda nuevamente y no concentrar tanto odio en su venganza. Trajo angustia a su familia, casi mata a Pezoa, lo hizo sufrir en cautiverio, mató a Metralla delante de su familia, ilusionó con su vuelta a esa pobre mujer Yoly, que luego tuvo que llorar su muerte y sumergirse otra vez en la depresión que la llevaron a este final. Demasiadas cosas. Recorrió el pueblo. Pasó por delante de la casa de Yoly, último domicilio del Negro, de fondo otra vez el “auto parlante” con sus propagandas. Su celular hacia horas había perdido señal y encima la batería estaba con carga baja. Ese pueblo lo había fascinado, lo sacó de la loca velocidad de Buenos Aires y allí sí, pudo pensar. Fue a comer comida fresca y casera en un pequeño lugar, mezcla de almacén y fonda, atendido por sus dueños, mientras de fondo sonaba una guitarra con buena música folclórica y un ignoto cantante la interpretaba. Miró el reloj y emprendió la vuelta, al tomar la calle de salida, otra campanada distrajo su atención, pensó que lo despedía y le deseaba un buen regreso.

BLOQUE 2

La falta de noticias de Quiroga había puesto en vilo a Bárbara. No se comunicaba con el celular, no estaba en su oficina, nadie lo había visto. Hizo varias llamadas, incluso a la producción de la radio, a Pezoa…se le habían gastado los dedos. No quería asustar a nadie y no le avisó ni a la hija ni a sus hijos, pero estaba preocupada. El secuestro en manos del Negro, había dejado sus huellas. Una más entre todas las que dejó. Otra vez la pregunta: ¿Dónde está Quiroga? La respuesta por suerte llegó con un llamado desde la ruta del comisario. Contó donde había estado y el tema de la señal del teléfono…y se disculpó con su amada por haberse sumergido en ese lugar y la desgracia de Yoly y haber obviado que podían estar preocupados por él. La alegría de Bárbara era tan grande, que solo le dijo:” Vení pronto a casa que te extraño” La respuesta de él fue: “Voy a casa pero prepárate que nos vamos a cenar a lo de Rolo” Un restaurant que frecuentaban y que les recordaba siempre, buenos momentos.

BLOQUE 3

Antes de salir a cenar, un llamado de Pezoa. El fondo musical era una banda de jazz, desde allí el detective lo llama a su jefe (Siempre lo verá como su jefe y guía) “Comi ahora que mis piernas están bien… quiero sentar cabeza” Quiroga le respondió con una carcajada y le dijo en broma si estaba borracho. Le agregó que por el ruido y la música estaba en un boliche. Pezoa contestó “Si vine solito a tomar una copa y escuchar un poco de jazz, usted sabe que las grandes decisiones de mi vida las tomé en soledad y con esta música.” Sin esperar respuesta siguió: “Le voy a decir a mi novia que vivamos juntos y es más: Quiero que tengamos hijos” Quiroga estaba feliz. Sabía del amor que la pareja se tenía. Solo dijo: “Si no estás borracho, te felicito” Enseguida le pidió que espere, llamó a Bárbara, le susurro algo al oído y ambos al unísono le dijeron: “Era hora cabeza fresca” La risas retumbaron en el teléfono, el jazz parecía que sonaba más fuerte.

FIN DEL CAPÍTULO


CAPÍTULO 15

BLOQUE 1

La cena en lo de Rolo se extendió ya que Adalberto compartió con Bárbara todas las sensaciones que había recogido en ese pueblito. Contó con mucha pena lo de Yoly y ambos reflexionaron sobre todo lo que había pasado. Como ellos sabían hacerlo: Con riqueza espiritual y un análisis completo. Eso era lo que los unía: Sus charlas donde se escuchaban y se aportaban cosas uno al otro. Dos personas maduras que unieron sus vidas en el momento justo. Ni antes ni después. Quien sabe siendo jóvenes no hubieran podido estar juntos. Los momentos en la vida son únicos e irrepetibles. Ellos tuvieron un momento de encuentro y lo plasmaron. Volvieron a su casa y el coñac compartido y servido en copa caliente, como a ellos les gustaban, selló la noche.

BLOQUE 2

Asado en casa de Quiroga. Estaban todos, Pablo,Yoani, Martín, Patricia esposa de Martín, los nenes, Ariana y…Bárbara feliz como nunca. Sintió que la pesadilla había pasado. Que todo estaba como antes. Chistes, música, risas, de nuevo la felicidad.

BLOQUE 3

“Los declaro marido y mujer” Las últimas palabras selladas por el beso de la pareja hicieron estallar en un aplauso a los amigos. ¡Pezoa y su hermosa novia se casaron! Los testigos fueron Quiroga y la mamá de ella. Entre saludos y abrazos, el molesto arroz esparcido, Pezoa pregunta: ¿Dónde está Quiroga? Todos quedaron en silencio buscando con sus miradas alrededor. El comisario aparece tranquilamente y bajando por una escalera del registro civil, los mirá asombrado y pregunta: “¿Qué? ¿Acaso no puedo ir al baño?” Todos rieron. Al final, en un aparte Pezoa se abraza con Quiroga y al oído le dice: “Simplemente, gracias mi Comisario” Bárbara creyó ver lágrimas en los ojos de Quiroga cuando volvió junto a ellas. Pero claro, un duro como él, tenía que disimularlas.

FIN


ENRIQUE DI BAGGIO

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?



CAPÍTULO 12

BLOQUE 1

Yoly arrastraba los pies más que nunca. Se acercaba lentamente, su amiga la seguía un paso atrás. Ni el Comisario ni ella bajaron la vista hasta que se pusieron frente a frente. Estrecharon sus manos y enseguida ella le dijo:” Sé del odio que él le tenía. En los días que estuvo en casa pude conocer de cerca esa sed de venganza” Las palabras le brotaban solas. Siguió:” Usted hizo lo que tenía que hacer: Se defendió. Pero él no era tan malo…” El Comisario entendía lo que le decía. Todos tenemos algo de bueno….y todos tenemos algo de malo... La mujer siguió su monólogo: “Cuando lo conocí ayudaba al padre en el campo…pero la mala “yunta” lo llevó a la ciudad y así empezó todo. Hasta ese momento habíamos empezado a vivir juntos, teníamos planes, ilusiones pero mi maldita adicción (Alza la vista al cielo como reclamando algo)” Le dice que quería hablar con él para explicarle que sabía cuando partió en aquél micro que nada bueno pasaría ya que el odio enceguecido no era un buen consejero. Que ella nunca lo había visto así, tan enojado y tan poco cerebral. Que lo perdone y lo comprenda. Quiroga estaba viendo el sufrimiento en alguien que tenía sentimientos sobre Díaz. No pudo dejar de comparar que en el mismo lugar de Yoly podía estar su familia. El odio llevó a tanto dolor. Viendo a esa mujer sufrir ahora más que nunca no se sintió ganador. Simplemente se sintió: Un sobreviviente de una mente desquiciada por la sed de venganza. Ella necesitaba hablar con él y respetuosamente la escuchó.

BLOQUE 2

Con la ayuda de Quiroga, Yoly vuelve al pueblo. Carga con el cuerpo de Díaz al cual entierra en el cementerio local. El padre Mario, se acerca a darle consuelo y dice las palabras finales. ¿Qué palabras puede tener la iglesia ante la muerte de un hombre que afectó a tanta gente? Palabras de comprensión y de perdón. Es la diferencia con lo terrenal. En éste a veces es difícil concretar el perdón. El dolor de Yoly dio algo de valor a la vida de este hombre.

BLOQUE 3

Quiroga no se sentía bien. La pesadilla de la sombra del Negro había terminado pero no estaba bien anímicamente. Se refugió, como tantas otras veces, en la lectura de libros de filosofía, que lo ayudaban a comprender ciertas cosas de los humanos. Teniendo como fondo música clásica se sumergía en ese mundo de sonidos y palabras que lo transportaba y lo hacía reflexionar. Nadie hubiera sido mejor compañía en ese momento. Por su mente pasaba el hijo y la esposa de Metralla que lo vieron morir cuando había entrado en el mundo de los arrepentidos. De los que no querían vivir en la crueldad. Pensaba en la tristeza de esa pobre mujer que toda su vida había esperado la utopía de que la vida llevaría a l Negro, su único amor que la rescataba de las drogas y el alcohol, a vivir en paz junto a ella. Sintió en carne propia el sufrimiento de su familia ante su secuestro. Con ese último pensamiento, subió aún más el volumen del equipo musical y escuchó hasta el final la novena sinfonía de Beethoven. Al terminar se levantó de su sillón favorito y llamó a Bárbara a la clínica: Quería escuchar su voz y decirle lo mucho que la quería.

FIN DEL CAPÍTULO

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 11

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Quiroga se tiró al piso un segundo antes. Cayó pesadamente originando un sonido igual que si hubiera sido herido. La visión del espejo y sus rápidos reflejos desconcertaron por un segundo al Negro, que iba a gatillar nuevamente, pero antes el Comisario repelió con dos disparos directos al tórax de Díaz que cayó hacia atrás y fuera del baño inmerso en un charco de sangre. Su cuerpo quedó trabando la puerta, con sus piernas dentro. Gente que corre alborotada, gritos de mujeres asustadas, llamados con celulares a la policía, los hermanos Ordoñez que espían a través del espacio que quedó abierto y le preguntan a Quiroga ¿Cómo está? ¿Qué pasó? Él sólo responde, mientras se incorpora dolorido por un fuerte golpe en el hombro al arrojarse al piso, con un gesto levantando su mano en señal de estar bien. Se acerca al Negro y comprueba que está muerto. Siente una mezcla de alivio y pena. Nunca le gustó matar a nadie. Alrededor  de la escena, gente que iba y venía todavía sorprendida. Como fondo una sirena policial. Quiroga parado frente al cadáver, no salía del baño. Estaba en shock, procesando lo que había pasado.

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La noticia hizo explotar las redacciones de  los diarios y revistas dedicadas a policiales. Un viejo y sabio periodista en su editorial dijo:” Como en los viejos tiempos del lejano oeste, el comisario abatió al Negro Díaz, en un duelo personal…casi mano a mano, aunque el Negro, al igual que cuando lo secuestró, lo tomó por sorpresa desde atrás. Señores, se podría decir que en este duelo: Ganó el bueno. Final de la película como debe ser, la música la elije usted” Quiroga vuelve  a su casa, antes Pezoa lo encuentra al salir de hacer la declaración se miran y en silencio se abrazan como descargando allí toda la angustia contenida. Al llegar a su hogar, otro abrazo con Bárbara que corrió desde la clínica que dirige a  recibirlo. No emitía muchas palabras, estaba triste a pesar de todo, los que los conocían sabían que no era momento de comentarios, solo de abrazos por estar vivo, por haber concluido esta pesadilla enmarcada en el odio y la venganza. Al llegar su hija a  verlo, y decirle: ¡Papá! Le hizo caer unas lágrimas igual que cuando siendo niña se lo dijo por primera vez.

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Con ropa humilde. Con el color del campo en la piel. Tímida. Acompañada por una amiga que debía tener su misma edad, pero que parecía menor. Yoly fue a pedir el cuerpo del Negro. Esa mujer dolida había perdido el hombre con el cual, a pesar de todo, hubiera pasado el resto de su vida. Una parte grande de ella se fue con él. Mientras hacía los trámites e iba  de una oficina a la otra arrastraba los pies por los pasillos como si algo le pesara. Su amiga la acompañaba en silencio, solo la tomaba del brazo…Ese día en Buenos Aires, el frío y la humedad le calaban los huesos. Tenía una tarea que se había propuesto: Quería hablar con Quiroga. Solo quería conocerlo nada más, decía. La contactan con Pezoa y éste lo consulta con el comisario: “Si, decime donde se hospeda. Yo voy a ir a verla. Lo debe haber querido mucho para hacer esto y merece respeto”. Sin dudarlo, partió esa tarde al hotel donde ella se hospedaba. Cuando bajó a recibirlo en el hall de ese hotel económico de la calle Junín, la vio y supo que había hecho lo correcto.

FIN DEL CAPÍTULO

martes, 24 de enero de 2012

AL FINAL DE LA PÁGINA DEL BLOG.

AMIGOS: Me emociona el apoyo que brindan a cada publicación. Realmente no tengo más que palabras de agradecimiento para ustedes, mis amigos del Blog, Los Lectores.

Hoy llegamos al capítulo 10  de ¿Dónde está Quiroga? Y mañana les publico los últimos 5 que cierran esta historia. Han conocido a través de ella el Folletín o mejor dicho la "Biblia" de una historia para folletín...Sobre la que se hace el guión con diálogos. Más sepan ustedes de los secretos de la escritura en radio, más armas tendrán para leer este blog y enriquecerme con sus comentarios.
Abajo de todo. en el pié de página del blog...Hay una pregunta como encuesta que me gustaría la respondan. También hay una lista de las entradas más populares del blog. Semanalmente me gustaría se fijen allá abajo ya que voy  dejar preguntas para ustedes. Gracias.

EL JUEVES VUELVEN LOS CANTELLI Y EL SÁBADO OTRO VALE LO QUE PESA MÁS OTRO EL MIÉRCOLES 1 DE FEBRERO DE ACUERDO A LO ANUNCIADO POR EL CELESTIAL.

UN ABRAZO PARA TODOS.

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 10

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El comisario pasó la noche estudiando la historia del Negro para buscar algún resquicio que le permitiera ir a su encuentro. Su historia familiar era nula ya que sus padres estaban muertos, su hermana vivía en Chile y él no hubiera podido cruzar la frontera. Su última pareja había fallecido de muerte natural y  el único hermano que lo siguió cuando formó la banda estaba preso con prisión perpetua porque  cometió, además, el error de matar a su pareja por problemas caseros. Los integrantes  de la banda estaban en la cárcel o vigilados con allanamientos y demás yerbas. ¿Dónde estaba el Negro? El celular suena y le informan la descripción física que hizo la ex esposa de Metralla. Era él sin duda, pero por lo menos tenía información de su  nueva fisonomía. Mientras Yoly lo convence de ir a misa en la iglesia del pueblo. Allí la habían ayudado a  ella a enfrentar sus adicciones. Lo presenta como un primo, el Negro, mientras se escuchaba la voz del párroco hablando a sus feligreses y algunas letanías de fondo, pensaba que estaba bien mostrar esa faceta religiosa para no levantar sospechas en el pueblo.

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Los soplones seguían difundiendo palabras que no quería oír el Negro, con el comisario de estrella estelar y, aunque la federal lo tenía como sospechoso de ser el autor de la muerte de Metralla, públicamente lo ignoraban. Quiroga seguía apareciendo en los medios ya que con su agencia particular era “consejero” sobre seguridad en varias emisoras de radio. Aprovechando eso, hablaba sobre su secuestro y pegaba a la decadencia de Díaz y de su cobardía de estar escondido y no poder rehacer su banda. Las palabras retumbaban como bombas en la casa de Yoly. El Negro parecía un león enjaulado y muchas veces se la desquitaba con ella, que sufría en silencio para retenerlo a su lado. Cada noticia que recibía cambiaba el humor y la maltrataba con palabras hirientes y despectivas. El párroco de la iglesia, padre Mario, la vio un día llorando solita en un rincón de la iglesia vacía y se acercó a ella. Unos años antes, él recién llegado a la parroquia, había sido la llave para alejarla de sus adicciones. Le contó su angustia…confesó que el negro no era su primo sino una ex pareja y que creyendo reconquistarlo lo recibió, pero con su maltrato la estaba haciendo sufrir. El padre la reconfortó y le aconsejó que lo haga seguir su camino, que no lo retenga allí. No hizo falta que ella haga nada…el Negro se preparaba para partir de nuevo. Ahora sin barba ni bigote, con un poco de pelo en su cabeza y un gorro que lo hacían ver distinto. Yoly tenía sentimientos ambiguos: Un poco de alivio porque, por lo menos por unos días, iba tener respiro el maltrato que recibía y el otro, el de siempre la sensación de perderlo. El Negro vuelve a la terminal esta vez con una decisión: Matar a Quiroga. Ya nada le importaba más que eso. Las obsesiones dejan de lado otras cosas. La balanza no tiene equilibrio. Es eso o nada. Como siempre Yoly acompañó sin preguntar…En el fondo de su corazón sentía que algo malo iba a pasar. Nuevamente el micro acelera para perderse en la noche. Como antes, el brazo del Negro se agita levemente como saludo. Casi obligado, apenas lo levanta y lo mueve lentamente de izquierda a derecha de la ventanilla.

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El día estaba muy gris y hacía frío. Quiroga se preparaba para salir. Bárbara le avisaba que estaba listo el mate que compartían todas las mañanas. Conversan. Ella sentía miedo cada vez que él se iba, lo días de secuestro la habían marcado. Pero callaba para no preocuparlo. Él temía que el Negro ataque a ella o a su hija. La vigilancia que tenían no era garantía contra las sombras. Los dos, sin decirlo, sufrían por el otro…había un después desde la aparición del Negro. Sale de su casa  y a la hora 20, luego de grabar sus consejos sobre  seguridad en la radio que lo tenía contratado, tendría  un encuentro con gente de un canal de cable que quería  contratarlo. No se acostumbraba a ser tan público, pero pensaba que su experiencia podía ayudar a la gente a tener más información y ser precavidos. Después de todo, seguía, como toda su vida, luchando contra el delito. Sus recomendaciones eran útiles y sus historias de vida policial hacían acercar más la Federal a la gente. Muchas veces sospechada, muchas veces mal mirada, su misión era que se vean las cosas positivas. Ahora, se había agregado el tema del Negro y utilizaba estos canales. En el bar de Colegiales, se encuentra con los Hermanos Ordoñez, dueños de la productora. En el medio de la conversación se levanta para ir al baño. Apenas entra, da unos pasos y casi sin darse cuenta, como por acto reflejo, mira de reojo el pequeño espejo que mostraba la puerta de entrada, la cual sintió que se abría. Era el Negro. Su figura con un arma en la mano apuntaba directo a él. Dos disparos retumbaron como si fueran petardos adentro de una lata.

FIN DEL CAPÍTULO.

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 9

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Quiroga sabe que la estrategia de esta batalla marchaba por el buen camino. Pero faltaba para ganar la guerra. Pezoa, su familia y lógicamente él mismo estaban más expuestos que nunca. Bárbara lo apoyaba, los hijos de ella también, su hija igual pero ninguna vigilancia puede detener a un personaje siniestro que lo culpaba de todos su males. Por eso, lo principal sería enojarlo tanto que quisiera enfrentarse cara a cara con él…sin afectar a nadie más. Se había comenzado un sumario contra los guardias que lo vigilaron en su huida. Tenía una espina clavada con ese asunto. Nadie que ama ese uniforme puede hacer escapar a semejante personaje. Repasaba hoja por hoja el expediente del Negro, buscando un resquicio para saber donde podría estar escondido. Pero nada nuevo aparecía en el horizonte a pesar que sus amigos jefes hacían todas las redadas posibles. Llamadas que iban y venían….dos semanas sin novedades.

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Yoly estaba preocupada, el Negro le dijo que al siguiente viajaría hacia Buenos Aires. Se había rapado totalmente su grueso pelo negro y su barba y bigote de varios días junto con los guisos de Yoly que le hicieron aumentar un poco de peso habían variado su fisonomía. Un gorro y campera con cuello enorme hicieron el resto. Yoly fue hasta la pequeña terminal y sintió el ruido de la puerta del micro cerrarse y el mismo arrancar hacia su destino. No había intentado convencerlo que no vaya. Conocía que el Negro cuando tomaba una determinación no volvía atrás. Hay cosas en las personas que no cambian con los años. Cuando la saludó desde la ventanilla sólo levantando el brazo como obligado, Yoly temía que no volviera nunca, que esa “dicha” de tenerlo con ella, termine en ese viaje. Ni siquiera le preguntó para qué iba: Nunca se lo diría.

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Dos balazos en la cabeza y uno en el tórax con salida por la espalda, terminaron con la vida de Metralla. Había ido a visitar a su hijo de 6 años, a espalda, incluso, de Pezoa, que le había pedido que no lo haga todavía ya que no sabía si el Negro conocía que él lo entregó. Pero el Negro no lo sabía. Solo sospechaba, pero si estaba casi en libertad pensó era porque recibió algún “premio”. Conocía donde encontrarlo…golpeó la puerta de la humilde casa de Temperley, entró amenazando a la ex esposa de Metralla y delante de ella y de su hijo disparó, sin mediar palabra, a quemarropa , Metralla  cayó ensangrentando sobre las vías del tren eléctrico con el que jugaba con su hijo. Salió con tranquilidad, perdido en la oscuridad de la noche, desapareció. Tres días después, Yoly lo recibe nuevamente en su casa… ¡Volvió Yoly! Volvió. Estaba contento, sentía que había cumplido con su deber. De paso Quiroga no podría decir que estaba en decadencia. Él se iba a dar cuenta quien fue el autor y sentiría por lo menos respeto. Fue duro el golpe para el comisario y también para Pezoa, que estaba dando sus primeros pasos sin muletas. Bárbara tiene una conversación con su esposo tratando de convencerlo de que deje en manos de sus ex camaradas el caso. Es el miedo lógico de sentir que puede perderlo, ya que es evidente que el Negro está dispuesto a todo para cumplir su venganza aún a costa de ser detenido o muerto por cumplir con ella. Es un hombre enceguecido. Quiroga, con todo el amor y comprensión, le explica que ahora más que nunca hay que hacer que salga de su madriguera ya que alejado o no del caso, de hecho lo estaba oficialmente ya que era un ex comisario, el Negro lo seguiría buscando como lo hizo el día del rapto. Un beso y un abrazo le transmitieron a Bárbara toda la seguridad de quien está por el camino correcto. Al cerrar los ojos, a Quiroga le pareció que “escuchaba” los 3 disparos que abatieron a Metralla delante de su inocente hijo.

FIN DEL CAPÍTULO     

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 8
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Los quince minutos fueron eternos para Pezoa. Tantos años con “El comi”, como lo llamaba en la intimidad, le sirvieron para aprender que cuando le “Venía la inspiración” escucharlo, resulte o no, le contagiaba pasión y sabiduría que a él también lo harían un mejor policía. Pero también la impaciencia tenía que ver con la huída del negro: Sin duda estaba en peligro la vida de su maestro, y también la propia. El ruido del motor del coche del comisario llegó a sus oídos, en el antiguo y reciclado departamento, tipo pH, que compartía con un copropietario y que en común tenían un corto pasillo. Pezoa estaba en el del fondo y escuchaba perfectamente la mayoría de los ruidos callejeros del tranquilo barrio de casas bajas. Los pasos firmes por ese pasillo anunciaban su llegada, con esfuerzo, Pezoa se trasladó con sus muletas a franquearle la puerta. Después de todo, su resistencia a formalizar convivencia con su novia, la médica clínica Mariana Restivo del Hospital Curie, hacía que pase muchas horas solo en su agitada convalecencia. Sentados en la amplia mesa del comedor diario, Quiroga con su espalda bien apoyada en el respaldo de la silla, sus brazos extendidos con sus palmas apoyadas en la mesa, una postura que utilizaba cuando iba a desarrollar un tema le dice “ Mirá Pezoa, el Negro está loco conmigo y si antes lo estaba con vos, ahora lo está más. La banda la tiene desarmada, pero contactos con tipos dispuestos a todo consigue. Como no se puede exponer porque sabe que lo estamos esperando, debe estar escondido en alguna madriguera desconocida y bien disimulada. No podemos vivir pensando cuando va aparecer, si aparece, o si manda un matón que puede afectar, incluso a tu novia o tus viejos o a mi familia. Vamos a usar soplones conocidos, todos los que sean posibles para tocarle el amor propio. Que le llegue a sus oídos que me vanaglorio de las victorias que tuvimos contra él. Usemos medios de comunicación con noticias que lo provoquen, que lo hagan querer matarnos con sus propias manos”. Pezoa escuchaba atentamente: Era una idea conocida, pero la sabiduría con qué Quiroga aplicaba estos planes marcaban la diferencia. “Tenemos alguno en la fuerza que lo ayudó a escapar, usémoslo, aunque todavía no sepamos quien es” Continuó con voz firme y apasionada. Pezoa levantó la taza de café cortado con leche y la ubicó en posición para realizar un brindis simbólico. Quiroga, hizo lo mismo. El ruido de las tazas al chocar, selló el acuerdo del camino a tomar.
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En algunas revistas que profesan el llamado periodismo amarillento y que tienen grandes coberturas de casos policiales, aparecen declaraciones de Quiroga siguiendo el plan. Vanagloriándose y haciendo hincapié en su trayectoria. Todos los soplones de la Federal, difundían lo que él quería. Los jefes actualmente en ejercicio, especialmente el Comisario y jefe de Homicidios, Raúl Novara, que desempeñaba el cargo que en su última gestión ocupó Quiroga apoyaban el plan y eran los únicos que lo sabían. Hubo allanamientos con detenciones en varios lugares que estuvieron conectados con el Negro, que hasta ese momento seguía prófugo.
BLOQUE 3
Yoly, acostumbrada a vivir al límite con sus adicciones solamente apaciguadas con la edad, creía vivir de nuevo la pasión de los 20 años. Después de todo, siempre quiso tener al Negro al lado de ella, haciendo “Vida de hogar”. Pero éste, estaba inquieto. Le llegaban noticias de Quiroga de todos lados. La mayoría de sus amigos, estaban presos o demasiados ocupados en “zafar” y él no era un buen camino. Tampoco quería dar pistas de donde estaba, la casita de Yoly era todavía un lugar seguro. Comenzó a ponerse nervioso y la mujer era quien aguantaba sus cambios de humor. Se sentía preso sin estarlo y encima acrecentaba su odio contra Quiroga y también Pezoa. Con Metralla, tenía sus dudas, no sabía exactamente si él lo había traicionado. Los tangos y milongas de todo tipo que escuchaba en la radio todo el “Santo día” como le decía Yoly, lo alejaban un poco de sus preocupaciones. Cavilaciones que lo estaban volviendo loco ante la inacción. De pronto en un canal de cable, mientras Yoly buscaba una telenovela venezolana un comentarista de temas judiciales y policiales de un conocido noticiero dice como última frase de su comentario: “Definitivamente, Díaz tuvo el éxito de su huída pero está en retirada .Los golpes del Ex Comisario Quiroga primero con su detención cuando la banda arrasaba y luego con su liberación, parecería terminar con la carrera del Negro, y toda la Federal piensa que pronto quedará nuevamente encerrado. Mientras se investiga quien ayudó al escape del delincuente…” Distante a más de 300kilómetros, Quiroga escuchaba lo mismo en su casa, saboreando las palabras del periodista y disfrutando de su amor con Bárbara...hasta en eso, las diferencias con el Negro eran abismales.
FIN DEL CAPÍTULO

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 7
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Ramírez es quien le avisa la mala nueva. Le cuenta, en forma resumida, que en su traslado a Tribunales para declarar, el Negro se escapó cuando en un baño redujo, ayudado no se sabe por quién, al guardia que lo acompañaba. “¡En pleno tribunales!” exclama Quiroga. Los años de oficio le hicieron “oler” que detrás de esto había algún corrupto traidor vestido de policía. No solo el Negro tenía traidores como Metralla, que lo hizo para salvar su pellejo. Dentro de la fuerza los traidores tenían menos convicciones y causas que Gomez para convertirse en traidores: Lo hacían por un puñado de billetes. Triste. Muy triste. Eso lo afectaba más que la huída del Negro. Toda su vida trabajó para dignificar la Federal y cuando aparecía algún corrupto su corazón quedaba herido…muy herido. El tono de voz cambiado…invadido por la tristeza, hizo que Bárbara se diera cuenta que algo grave había pasado. Abrazados en el sillón de dos cuerpos Bárbara respeta el silencio que habla por sí mismo. El concierto de Aranjuez se escucha suavemente como fondo…el dolor y la preocupación estaban siendo aplacados con el amor de su mujer y la música que llega al corazón.
BLOQUE 2
Yolanda. Yolanda Isabel Restelli. “La Yoli”. Amante primero y pareja después, del Negro. Poco conocida en la historia de él, ya que hacía años que se habían separado. Bastante antes que se hiciera “famoso”. Pero el Negro, precisamente amparado en esa parte de su vida poco conocida, recurría a ella en los momentos cruciales. Olvidaba que se habían separado porque ella tenía adicciones severas: Cuando se drogaba inyectándose lo que venga, llevaba la lujuria a lugares impensados acostándose con camioneros, o en bares de mala muerte con el que se le presentara…su adicción y enfermedad psicótica hacían que necesitara llegar a extremos para escapar de una infancia privada de afectos y con reglamentos estrictos para cumplir. Por eso, quien sabe, se enganchó en su juventud con el Negro, un delincuente que daba sus primeros pasos. Todo lo contrario a lo que hubiese querido su padre, que fue quien la crió con mano dura ante la muerte prematura de su madre. Pero el Negro también era lo que se llama un castigador. Aunque lo amaba y siempre lo amará. Por eso lo recibe aunque desaparezca por años. Ante su decadencia total, las apariciones de Díaz la remontan a otros tiempos, de enfermedad pero con juventud. Para él, ella seguía siendo lo más confiable. Cree que alguna vez la amó. Cree, ya que en tanto tiempo, su corazón endurecido no le hace reconocer los sentimientos. La puerta de madera de la humilde casa de aquél pequeño pueblo de la campiña entrerriana se abre ante su presencia. El ruido que produce cuando roza el desnivelado piso de cemento alisado, no impide que se abra de par en par para recibirlo: “Hola…pasó” dice ella, como si lo esperara…”Yoly” solo dice él.
BLOQUE 3
Tres cosas primordiales ocupaban a Quiroga: 1) Saber exactamente quien hizo escapar a Díaz 2) Recapturarlo 3) Cuidarse las espaldas ya que el león estaba herido y con sed de venganza. Esa mañana Bárbara lo despide con todo su amor respetando los silencios de él. En vano era decirle que se cuide. Su profesionalidad estaba por sobre todas las cosas. Ese hombre atento, cariñoso, afable, contador de cuentos, amigos de las grandes charlas de sobremesa…se transformaba en un profesional silencioso y ensimismado en lo suyo. Era el momento que Bárbara sabía respetar. Las reuniones en su oficina de retirado se sucedían unas tras otras. Pezoa tranquiliza a Metralla dándole protección. El Negro ya no tenía lo poco que le quedaba de la banda desbaratada, estaba acusado de secuestrar y torturar, pero sin duda, tenía contactos que le permitieron escapar. Estaba en retirada por su poder recortado, pero con ayuda podía intentar cumplir con su premisa: Venganza. Incluyendo a Metralla, por supuesto. Aunque el premio mayor era Quiroga, artífice de su caída. El comisario llama a Pezoa y con ese tono de voz seguro y que tanto conoce su ayudante le dice: “Tengo un idea”. Se escucha por el celular, el ruido del auto al arrancar. “Voy a verte, en 15 minutos te lo cuento personalmente…es mejor así”.
FIN DEL CAPÍTULO.

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 6

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En la comisaría del pueblo de Ranchos, acostumbrada a la tranquilidad del lugar, los agentes y su comisario sentían una mezcla de responsabilidad impensada mezclada con “cholulismo” ya que “grandes” de la Federal estaban allí rodeando a Quiroga, el cual fue curado y revisado por forenses. A eso se sumaba la detención de un tipo como el Negro Díaz. Fiscales, juez, policías federales, todos los actores para que Ranchos tuviera años de qué hablar. Tecleos de viejas máquinas de escribir, llamadas, radios con comunicaciones abiertas sonaban como fondo del pequeño lugar. La gente afuera, acostumbrada a dejar las puertas abiertas, las bicicletas en la calle, los autos sin alarmas de pronto fueron testigos de un tiroteo con muerte, rescate de un “Grosso” como Quiroga, detención de un mafioso, todo, absolutamente todo. Algún vecino del lugar con inquietudes artísticas hasta pensó que algún director o productor cinematográfico podría filmar una película que llevaría el título: “Rescate en Ranchos”. La verdadera historia realmente tiene final feliz cuando llegan al lugar Bárbara e Ariana, la emoción del abrazo de Adalberto con ellas acalla todo… paraliza… los testigos de este encuentro “sintieron” la energía del amor de pareja y el filial en su más pura expresión. Nadie dio la orden pero todos dejaron de lado lo que estaban haciendo para, simplemente, observar ese duro hombre golpeado, abrazando a las dos mujeres de su vida, una con cada brazo, y los tres unidos por los de ellas que rodeaban el fuerte cuerpo de este comisario que ahora era, nada más ni nada menos, que un padre y esposo amado y que ama. En ese instante sin palabras el pecho de Quiroga parecía más grande para apretarlas sobre su plexo. El llanto emocionado cerró el primer capítulo del reencuentro tras la angustia de no saber si lo iban a volver a ver con vida.

BLOQUE 2

La vuelta a casa acelera la recuperación de Quiroga. Siempre dijo que es imposible recuperarse totalmente cuando te secuestran, pero él es un profesional supuestamente preparado para estos avatares. ¿Se puede preparar a alguien para una situación límite sin haberla pasado realmente? Cuesta creer que sí. Se le puede dar armas psicológicas para sobrellevarla pero…cada uno reacciona de distinto modo. Asado con toda la familia, los hijos de Martín que corren por toda la casa, Bárbara que ríe como nunca, el otro hijo de Bárbara, Pablo con su amada Yoani y el bebé que cumpliría muy pronto dos meses de vida, Ariana y su novio. Voces alegres, música suave, platos y vasos que pasan de mano en mano y Quiroga…mirando todo como si fuera la primera vez…como si nunca lo hubiera vivido. Ante lo sucedido hay algo que sí es seguro le sucede al comisario: Valorar más que nunca esos momentos. Final con Ariana cantando con su dulce voz y acompañada por una desafinada familia que haría llorar a los integrantes del Coro Kennedy.

BLOQUE 3

Pezoa y Quiroga cumplen con su palabra. Metralla es ayudado legalmente para hacer más benévola su situación. El comisario trata de superar la sensación de qué alguien por detrás puede aparecer y apuntarlo sin darle chances. Toma precauciones por alguna otra venganza de la banda. En su casa con Bárbara viven el amor como nunca…más que siempre. Están solos por primera vez luego del rescate. Cada abrazo, cada sonrisa, cada beso tiene el valor acrecentado por lo vivido. Un llamado rompe la magia: “Comisario, el Negro Díaz se escapó”.

FIN DEL CAPÍTULO

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 5

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Las horas se le hacen interminables. Se sienta, se para, camina y vuelve en el pequeño metro que la cadena le permite alejarse. El arrastre de ésta en el mosaico suena como fondo de la angustia que siente. El infierno está en ese metro. Se interrumpen todos los pensamientos del comisario ante la entrada de sus tres carceleros. El Negro, con mirada altiva y el odio dispuesto a salir de sus entrañas. Metralla con la vista dirigida al suelo sin mirarlo a los ojos. Dedos siguiendo a su “amo” con la mirada de un ser nacido para cumplir órdenes. Un lacayo servil que se mueve como si no tuviera alma. Dirigido como un muñeco de ventrílocuo. El Negro sigue con su trabajo psicológico ahora averiguando exactamente y por boca de Quiroga, como hizo para hacerlo caer preso. Quería detalles de algo que nunca pudo o no quiso comprender. Ante una contestación del comisario que no le gustó se acercó y le encajó, si le encajó, un tremendo puñetazo que le partió el labio. Fin de los “buenos modales”. Ante la recriminación de Quiroga remarcándole lo cobarde que era pegándole a un hombre esposado, una tremenda patada de Dedos sobre la ingle derecha lo dejó retorciéndose de dolor.

BLOQUE 2

Pezoa le informa la noticia que Quiroga está con vida a Bárbara y a Ariana, que estallan en un llanto repleto de alegría. Se abrazan, se besan, y casi se tiran encima del detective, quien quiso darle la noticia personalmente y con unas incómodas muletas dio cada paso de entrada al edificio y luego al departamento de su ex jefe. La liberación sería inminente pero, como todo buen policía, no abundó en detalles de la forma ni el momento exacto. Las preguntas eran miles, las respuestas, sólo las necesarias. Pezoa les pidió que hasta que se produzca la liberación, no digan nada ni a los hijos de Bárbara. Sólo como precaución. La mujer empezó a tener conciencia que la liberación todavía era una difícil tarea a realizar. Irina recordó historias que el papá le había contado sobre unas tensas liberaciones de rehenes. El detective le pidió prudencia pero les inspiró confianza. Un llamado al celular le indicaba que la operación se iba a realizar en menos de una hora. Bárbara intuyó lo que le habían avisado pero la “Cara de póker” de Chiquilín, como lo llamaba Quiroga, la hizo dudar.

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El grupo GEO de asalto, cuatro móviles particulares atestados con policías de civil y acompañados por el ayudante de Pezoa, Ramírez, estaban llegando al lugar donde estaba Quiroga. No se esperó hasta la noche como se lo había pedido Metralla. La sorpresa, incluso para éste, haría todo más simple y con la posibilidad de detener a todos, incluso al Negro Díaz, pieza deseada para los cazadores policiales. Comunicaciones entre las radios de los autos. Instrucciones del comandante del grupo Geo a sus hombres, todo era el preludio del objetivo: Rescatar a Quiroga y si es posible detener a la banda. Todos estaban informados que Metralla era el soplón y había que resguardarlo, pero también sabían que la sorpresa podía jugarle en contra y tener una reacción impensada. En la casa, el Negro estaba cada vez más violento, ya no solo con presión psicológica sino con maltrato físico. Su odio afloraba con intensidad. Metralla ya se sentía incómodo, Dedos acompañaba a su jefe hasta en los gestos. En medio de ese ambiente Quiroga trataba de mantener su dignidad soportando preguntas sin repuestas y golpes. En un momento de silencio total, justo en ese momento, donde no había palabras ni ruidos, la puerta se abre violentamente y el grupo de asalto entra a la casa como solo ellos saben hacerlo. Sorpresa total. Dedos intenta disparar y es abatido con un certero balazo en el pecho. Quiroga se agacha lo más que puede para no ser herido. El Negro, como todo cobarde, solo atinó a dirigir su última mirada de odio hacia Quiroga y casi en el mismo momento levantar sus brazos en síntoma de entrega total. Metralla quedó inmóvil, en el mismo lugar donde estaba, solo levantó sus manos para ser palpado. Ramírez, emocionado entra detrás y vé a un hombre al cual admiraba, sucio, golpeado, atado a una mugrienta cadena y esposado. La emoción de encontrarlo vivo lo hace dirigirse hacia él, inclinarse y tomarle la cara con ambas manos, mirarlo a los ojos, y decir con palabras salidas de lo más profundo de su corazón: “¡Comisario!”. Lo abraza apoyando la cara ensangrentada de Quiroga en su pecho, como si fuera su padre herido. Así lo sentía. Los dos quedan abrazados por un minuto donde se transmitieron años de sentimientos y sensaciones. De fondo, se escuchaba a los demás policías con todos los ruidos típicos de la situación. El comandante de GEO, otro viejo conocido de Quiroga se acerca y le pregunta: “¿Estás bien Adalberto?”- El comisario levanta la cabeza “asfixiada” por el abrazo de Ramírez y le responde: “Sí Quique, estoy bien y demás está decirte que me alegra verte” Una sonrisa de los tres y la palmada del camarada en la espalda de Quiroga, cerró la escena.

FIN DEL CAPÍTULO

¿DÓNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 4

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El “dulce” despertar volvió a la triste realidad al comisario. ¡Sí, comisario! Nunca había dejarlo de serlo aún retirado. La vocación lo iba a acompañar hasta el día de su último suspiro. Al abrir los ojos se encontró con la cara sonriente de “Dedos”, que agachado frente a él, lo miraba sonriente, como gozando a un hombre en estado de indefensión. Lo observaba moviendo su cabeza para un lado y para el otro viendo como el agua recorría el rostro de Quiroga. Detrás, en la misma mesa de madera, Díaz dice: “Tenés que estar despierto ortivón”. Disfrutar cada momento de los que vendrán. Dormir es perder el tiempo cuando uno tiene cosas importantes que hacer. Estuve analizando varias cositas para vos.” Comienza a relatarle una a una produciendo en el comisario estremecimiento en todo su ser.

Puedo secuestrar a tu hija y hacer que Dedos la viole delante tuyo, le dice. Las “estrategias” se suceden: Traer a tu esposa y matarlos juntos, o secuestrar a sus nietos, siempre con vos consciente de lo que está pasando. Terminar de reventar a Pezoa tampoco estaría mal y, ¿Por qué no?, hacer todo esto junto. Mientras El Negro desplegaba todo su arsenal de posibles atrocidades, la entrada de Metralla, su saludo despreocupado: “Hola chicos”, desvió la atención. El Negro le espetó: “¿Donde carajo estabas?” La excusa de la visita a su novia y la mirada que cruza con Quiroga, abren una luz de esperanza en ese hombre atrapado.

BLOQUE 2

Pezoa guardó el secreto de la comunicación con Metralla. Se salía de la vaina por decirle a la familia que Quiroga estaba vivo. ¿Pero si era una mentira? ¿Si Metralla fallaba o hubiera hecho esto por algún motivo sin saber que había pasado luego del secuestro? Después de todo lo único que hizo fue decir que lo tenía el Negro, que estaba vivo y preguntar cómo iba a zafar él. No dio lugar de escondite ni…casi nada más. El detective solo esperaba una nueva comunicación y empezó a rastrear al negro. Llamadas, datos que se cruzaban, todo lo relacionado con la banda del Negro estaba en la mira. Una casa en las afueras del pueblito llamado Ranchos, la cual había sido allanada en su momento para detener a gente de la banda, llamó la atención de Pezoa, que con un chasquido de sus dedos le indicó Ramírez que preste atención a ese lugar. El chasquido era muy habitual en él cuando creía haber “Dado en la tecla”.

BLOQUE 3

No tuvo necesidad Pezoa de investigar sus sospechas. La nueva llamada de Metralla trae consigo la confirmación del lugar y antes, todas las “retribuciones” que esperaba por su información. Sabía que podía confiar en Pezoa, y éste, ahora sí, estaba confiando en Metralla. El momento de liberar a Quiroga sería esa misma noche. Solo estaría Metralla. Lo demás caería solo. La puerta se abre, en silencio Metralla retira arrastrando el oxidado tacho, no levanta la vista ante un Quiroga expectante. Antes de irse, segundos apenas, le dice: Esta noche te vas, tu amiguito te viene a buscar. Quiroga se sienta y apoya su nuca por centésima vez en la pared…un suspiro de alivio suelta la angustia contenida. Se escucha la cerradura de la puerta cerrarse, quizás, por última vez.

FIN DEL CAPÍTULO

QUIROGA:

Ahora que ya lo conocen les digo que el Comisario retirado Adalberto Quiroga es un entrañable personaje para mí. Ha estado en muchos cuentos y guiones que escribí. Ya podría decirles que forma parte de mi vida, presente y pasada. Es un amigo más. A veces los personajes llevan al escritor a lugares insospechados. Quiroga lo ha hecho muchas veces. ¡Salud Amigo! Usted está, nada más ni nada menos que en mi imaginación. Me gustaría sigan esta historia que estoy publicando.

lunes, 23 de enero de 2012

¿DÖNDE ESTÁ QUIROGA?

CAPÍTULO 3

BLOQUE 1

El ruido metálico del oxidado tacho que le acerca Metralla sirve de fondo para la frase de Quiroga: “¿Sabés en lo que te estás metiendo?” Con la vista fija en él le “disparó” a quemarropa uno de sus últimos cartuchos, quizá el último, para lograr salir de allí. Conocía los rasgos psicológicos de Metralla…recordaba todo su prontuario…No era un tipo violento. Tampoco había tenido grandes causas, solo cayó fuerte arrastrado por la banda del Negro. Metralla, era un apodo sobre un pequeño tartamudeo que todavía era visible al hablar. Nada ver con la violencia. La mirada que devolvió no fue de rechazo. Quiroga subió la apuesta: “Si contactas a Pezoa él te puede ayudar a zafar de esto y a mí me puede liberar”. Ya no sonreía socarronamente. Escuchaba al policía que, sin duda, reflotó miedos internos. Era mucho en lo que estaba involucrado: Raptar y seguro matar a un ex jefe de Homicidios de la Federal…era demasiado. “Sabés lo importante que es Pezoa en su laburo”. Metralla solo lo miraba seriamente. “Pensalo, estás libre y no tenés que volver a la cárcel” “Si el negro cae…estaba vez va ser definitivo” “Vos no tenés que vengarte de nadie…y de esto, Pezoa y yo te hacemos zafar”. Las palabras giraban una y otra vez dentro del cerebro primario de Metralla. Quiroga se preguntaba si tendría resultado su estrategia…Se sentó en el suelo apoyando su cabeza en la pared, cansado…se pudo escuchar un pequeño golpe de su nuca contra ella. Metralla salió por esa maldita y única puerta llevando adentro un dilema. Su silencio, ante las palabras, era un buen indicio.

BLOQUE 2

La familia unida en la búsqueda de Adalberto, el amor de Bárbara. El padre ejemplar…el policía de alma que también tenía a la federal en vilo. Las reuniones en la casa se sucedían…habían localizado la última señal del celular…pero eran piezas de un rompecabezas. Pezoa le comunica a Pablo, hijo de Bárbara que estaba buscando sospechosos entre los que habían puesto presos en los últimos años…tampoco descartaba una venganza de ex policías con cuentas para saldar con ellos o... ¡Cualquier cosa! …Pezoa había llamado a un colega, Ramírez, que hacía lo que él por su estado no podía. Todos buscan a Quiroga. Pasaron tres días y ninguna comunicación. Bárbara rezaba con fe y desesperación. Trataba de estar entera, especialmente por la hija de Quiroga, Ariana, que realmente estaba desconsolada. Martín ayuda a la policía con datos, búsquedas, deambulaba por todos lados donde imaginara podía tener algún indicio. Los hospitales, las pericias al auto, todo estaba en revisión. En un momento de la tercera noche, Bárbara, se encerró en el baño y lloró silenciosamente, acallando dentro de él los gritos de desesperación que hubiera emitido. Nadie escuchó y percibió ese momento desconsolado y solitario donde salió a relucir toda la angustia contenida.

BLOQUE 3

Pezoa analiza con un ayudante algunos personajes que pasaron por la vida de Quiroga. Había varios con motivos suficientes para odiar al policía, incluyéndolo a él, su mano derecha. Entre nombres e hipótesis una llamada ilumina la cara de Pezoa: Metralla Gomez se comunica con él y comienza a contar sobre Quiroga. Antes se asegura una y mil veces cuál va ser su rol y como iba a zafar de esto. Pezoa no duda en ningún momento, sabe que Quiroga hizo algo para convencer a este hombre. ¡El comisario estaba vivo! Ahora había que buscar la forma de liberarlo. Mientras, Quiroga, recibía un tremendo baldazo de agua helada y un grito: ¡Despertate!

FIN DEL CAPÍTULO

¿DONDE ESTÁ QUIROGA?

CAPITULO 2

BLOQUE 1

Quiroga escuchaba el majestuoso silencio del lugar. Atado con una cadena a una vieja viga de hierro que cruzaba la pared en forma horizontal. Suponía que estaba en un lugar alejado de la ciudad…los únicos sonidos que se escuchaban era una radio alejada yel ruido de la cadena que lo sujetaba en uno de sus tobillos y le permitía sentarse en el piso de baldosa gastada y “moverse” en un circunferencia aproximada de un metro. El negro lo había dejado allí luego de un viaje que duró aproximadamente dos horas. Sin mediar golpes, ni maltrato solo le dijo: “En un rato te vuelvo a ver”. Metralla Gomez quedó con él, y mientras le sonreía socarronamente se aseguró que las manos de Quiroga, queden inmovilizadas delante de su cuerpo y a la vista. El clic de la llave de las esposas que tantas veces utilizó Quiroga cerró toda posibilidad de fuga. Metralla, al salir de esa especie de habitación y antes de cerrar la puerta le volvió a sonreír. El silencio, el silencio lo angustiaba aún más…Quiroga pensaba en Bárbara, en su hija, en los hijos de Bárbara socorriendo a su madre desesperada. Revivía en su cabeza todos los recuerdos de la personalidad del negro y lo que pensaba no lo tranquilizaba. Él, junto con Pezoa, habían desbaratado todos los planes de Díaz, la banda fue cayendo como castillo de Naipes. El negro nunca esperó eso de un ortiva con cargo de la federal. Creyó que para atraparlo se iba a necesitar hasta poder político…pero no…el Jefe de homicidios que intervino por las muertes que sucedían en los asaltos, y su joven y promisorio ayudante con muy poco lograron encarcelarlo. O mejor dicho con mucho: Sagacidad, profesionalismo, astucia, y sobre todo, sorpresa.

BLOQUE 2

Cónclave familiar en casa de Bárbara. Todos los que ocupaban los pensamientos de Quiroga, estaban allí. Martín, Pablo, Ariana la hija de Quiroga, Patricia la esposa de Pablo. Hacía 12 horas que no se sabía nada de él. El auto había sido encontrado en la madrugada por personal de robos y hurtos de la policía Federal. Allí en el estacionamiento, intacto. ¿Dónde está Quiroga? Se preguntaban sus ex compañeros. El detective Pezoa, todavía no puede caminar por sus fracturas, pero se comunica con Bárbara y se pone a disposición. Ya había verificado que no hubo un accidente. Comenzó a tejer su investigación tal cual le había enseñado el Comisario. Empezaba por lo lógico: Un secuestro por plata. Pero no descartaba nada…Toda la fuerza estaba de su lado…la Federal era una sola buscando a este hombre salido de sus entrañas y forjado con las premisas de un buen policía y mejor ser humano. Bárbara, aturdida por la desesperación, escuchaba atentamente las comunicaciones que hacían con sus aparatos policiales los 2 detectives de la división secuestros que se habían instalado en su casa.

BLOQUE 3

“Vas a perder todo antes de morir Quiroga”. La voz del Negro era firme y con mucha bronca contenida. Le decía que cuando él y su ayudante, el ortiva de Pezoa, lo detuvieron tenía “La papa en la boca” pero ellos lo involucraron con los asesinatos y lo complicaron en serio. Mientras le hablaba hacía girar una moneda sobre una vieja mesa de madera y levantaba la vista para mirarlo con ojos de fuego. Metralla seguía sonriendo parado en la única puerta de salida. Dedos, apodado así porque tenía la costumbre de usar sus largos dedos para sacarte algo sin que te des cuenta, como un vulgar punguista, sentado en el piso y apoyado en una pared solo tosía débilmente ante los dichos más amenazantesde su jefe. “Tu familia estará sufriendo y esperando que los llamen por algún rapto…pero no, nadie los va a llamar.” “Tu amiguito Pezoa tenía tornillitos flojos en el tren delantero de su auto…pobre, pero la sacó barata. Se te escapó la tortuga Quiroga, pensaste que el accidente de él fue solo por la alta velocidad. Parece que tu olfato está fallando” La indignación de Quiroga crecía y en un momento se inclinó hacia delante, como queriendo abalanzarse, pero el tirón y el ruido de la cadena lo volvió a la realidad. “Matame y tira mi cadáver en cualquier lugar para vanagloriarte y listo”Escupió Quiroga con voz ahogada de la impotencia. “Ya te dije ortiva, que no iba a ser tan fácil. Tu Bárbara, ¿Así se llama no? Y tu hija vansufrir no tenerte y no saber donde estás. Si te mato y muestro tu cadáver se termina todo. “Metralla: Dale un tacho para que el ortiva orine…es un enchastre lo que está haciendo ahí”Tomó su moneda giratoria y salió del lugar seguido por Dedos…los dos se dieron vuelta lo miraron antes de desaparecer y largaron una carcajada casi al unísono.

FIN DEL CAPÍTULO