Sentir el cuerpo fragmentado por una pelìcula que se repite...Paola nos cuenta.
Enrique Di Baggio
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Me estoy fragmentando. Cada trozo tiene una parte de esa historia.
Callo. Te prometí no hablarlo.
Pero sigue, en mi cabeza, como una película. Dile a ella que se detenga. Apágame, porque soy leña encendida con el recuerdo de dos noches y una colilla.
Ven a destrozar las fotos que prueban que fue real y húndeme en un sueño del que pueda despertar.
No dejes que sea siempre demasiado tarde, el reloj me contó que todavía ardes. Busca cada triza y destrózala para que nadie pueda leer lo que pasó.
Aunque lo puedan encontrar en tus ojos, titubeando. Aunque en la madrugada no encuentras motivos para no pensarlo.
Porque estamos condenados a recordar, eso es lo que pasa cuando dos personas se quieren sin el suficiente valor de tomar el arma y apretar el gatillo.
Ese beso habría sido pólvora. Estar muertos sería mejor que seguir pretendiendo que seguimos vivos.
Callo. Te prometí no hablarlo.
Pero sigue, en mi cabeza, como una película. Dile a ella que se detenga. Apágame, porque soy leña encendida con el recuerdo de dos noches y una colilla.
Ven a destrozar las fotos que prueban que fue real y húndeme en un sueño del que pueda despertar.
No dejes que sea siempre demasiado tarde, el reloj me contó que todavía ardes. Busca cada triza y destrózala para que nadie pueda leer lo que pasó.
Aunque lo puedan encontrar en tus ojos, titubeando. Aunque en la madrugada no encuentras motivos para no pensarlo.
Porque estamos condenados a recordar, eso es lo que pasa cuando dos personas se quieren sin el suficiente valor de tomar el arma y apretar el gatillo.
Ese beso habría sido pólvora. Estar muertos sería mejor que seguir pretendiendo que seguimos vivos.
—Paola E. Haiat
