Dejar de querer. Buscar una versiòn querible en recuerdos que se desvanecen...Paola nos cuenta.
Enrique Di Baggio
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Ojalá supieras la profundidad de esto, desearía que pudieras asomarte y tocar los bordes de las heridas que sabes bien que hiciste, pero ignoras, porque no te quedaste el tiempo suficiente para ver cómo le perforabas el pecho.
Ojalá vieras que te odia con todo lo que un día fue amor, o se le parecía, al menos. Ojalá desbesaras a esa chica temblorosa de tus labios, corriendo hasta tus brazos. Suspiro, me da pena. Me da pena tanta derrota.
Ella no está rota, pero le faltas. Se abraza algunos días a su cuerpo, en sus ojos se nota el desvelo. Ella no está rota, te repito, pero no sabe ni a quién ve en el espejo. Corre en dirección contraria a sus deseos, te observa como si te tratases de un eco.
Te busca en la masa de gente que no se te parece, te encuentra en sus recuerdos que cada vez se desvanecen.
Se encierra, se encierra en esa cabeza, porque no está rota, pero así se siente.
Ella ya no te quiere, pero aún no lo descubre. Porque ahí donde estás encerrado está una versión de ti que jamás verás, una edición de tu persona que, ni aunque te esfuerces, alcanzarás.
Ojalá vieras que te odia con todo lo que un día fue amor, o se le parecía, al menos. Ojalá desbesaras a esa chica temblorosa de tus labios, corriendo hasta tus brazos. Suspiro, me da pena. Me da pena tanta derrota.
Ella no está rota, pero le faltas. Se abraza algunos días a su cuerpo, en sus ojos se nota el desvelo. Ella no está rota, te repito, pero no sabe ni a quién ve en el espejo. Corre en dirección contraria a sus deseos, te observa como si te tratases de un eco.
Te busca en la masa de gente que no se te parece, te encuentra en sus recuerdos que cada vez se desvanecen.
Se encierra, se encierra en esa cabeza, porque no está rota, pero así se siente.
Ella ya no te quiere, pero aún no lo descubre. Porque ahí donde estás encerrado está una versión de ti que jamás verás, una edición de tu persona que, ni aunque te esfuerces, alcanzarás.
—Paola E. Haiat
