-Me imagino que
en su interesante profesión (Asiente Adriana), llegar al fondo exacto de las
personalidades en las terapias llevará mucho tiempo y en la mayoría de los casos
no se debe lograr en su totalidad.
- ¿Lo supone
solamente? – (Barrantes).
Supongo. Y quiero corroborar si es así-
(Quiroga).
- La totalidad de
la personalidad del individuo no se llega a descubrir nunca…Nosotros tenemos
herramientas para ahondar lo más posible. Son señales: Como posición del
cuerpo, formas de expresión, cosas que se dicen y otras que no al terapeuta,
pero en realidad encierran otros pensamientos... (Adriana).
-¡Es tan
parecido, salvando las distancias, mi trabajo con el suyo! Yo también trato de
llegar al fondo de mis investigaciones, indagando en la personalidad del
individuo, con mis limitaciones de ser sólo un aficionado de la psicología. Ese
es el motivo principal de mi visita. (Quiroga).
-¡La psicología
está presente en todos los actos de nuestras vidas! ¡Y no dudo que usted tenga que utilizarla
asiduamente! (Adriana).
- ¡Y son tantas
las veces que se me escapan cosas! Dentro de cada expediente hay alguna situación
no resuelta totalmente y muchas seguramente que quedan…Se podría decir debajo
de ellos, escondidos.
Debajo de los
expedientes quedan cosas que nunca veremos… ¡En el tintero como
se dice! (QUIROGA)
Continúa el
comisario
-Se me ocurre
ahora que quién sabe, y con todo el respeto que usted se merece, a los
psicoterapeutas, les pasa algo parecido. (Mira de reojo el diván freudiano) y
les quedan situaciones sin resolver...Podría decirse… ¡Debajo del Diván! (Había
encontrado a su entender la metáfora justa, espera con los ojos bien abiertos,
esperando ansioso la respuesta de la doctora).-
-¡Es una buena
definición la suya! Seguramente es así, nunca vamos a poder precisar cuantas
quedan ocultas, es como la tierra que se esconde debajo de las alfombras-
Continúa la
terapeuta
- Pero le hago
notar una diferencia, lo de sus expedientes, quién sabe, no salen nunca más de
allí, pero lo que queda debajo del diván, alguna vez en la vida de esas
personas, va a aparecer... (Adriana).
-¿Eso es lo que
cree que pasó con los casos que me trajeron hasta acá?- (Quiroga).
-Respetando el
secreto de sumario como dicen ustedes, seguramente algo de eso hay. Me es
difícil saber exactamente que sucedió-
Continua Adriana -Las personas reaccionan ante ciertos
estímulos externos, como agresiones,
palabras o actos, en concordancia al estado interno que tienen en ese momento,
y especialmente aparece algo que se aloja en el inconsciente.... Y que maneja
nuestros actos.-
-- A veces la
ayuda que un profesional como usted le brinda no alcanza….-
-- En eso
consiste mi profesión, ayudar al paciente, pero es él quien tiene que poner
empeño para que las respuestas internas aparezcan. (Adriana).
-En la
dependencia trabajamos sobre hechos mayormente ya concretados. A veces
resolviendo casos evitamos que un asesino siga matando. Pero me gustaría
prevenir antes... ¡Mucho tiempo antes! Ustedes
lo pueden hacer… (Quiroga).
--¡Lo comprendo
detective! Pero ya ve que a veces nosotros tampoco logramos prevenir... (Con
tono triste y como reflexivo).
-A veces me
encuentro con situaciones en las cuales me siento identificado y calan hondo en
mis pensamientos…Ahí, me resulta más difícil actuar con ecuanimidad...-Dice
Quiroga.
Quiroga se da
cuenta. Si, se da cuenta que esa mujer
está sufriendo por lo que pasó y qué acaba de dar en la tecla. Seguramente se siente culpable de alguna
forma. Piensa, que quien sabe, ella
estuvo influenciada por alguna situación que no le permitió ver en dos
oportunidades reacciones similares, tan dramáticas.
Pero se decía a
si mismo: ¿Quien soy yo para seguir indagando? ¿Cuantas veces situaciones
externas o personales me hicieron equivocar en mis investigaciones y no me
dejaron ser tan profesional? -- --¿Cuántas veces me sentí culpable por no haber
resuelto algo antes? Fue mi intención – se preguntaba -. No, no lo fue. Y esta
exitosa profesional está dolida. Si se equivocó, el tiempo y la ayuda
terapéutica la harán más exitosa aún.
Como dice ella: Después
de todo, el que termina decidiendo es el sujeto.
--Por más
eficientes y exigentes que queremos ser, no podemos sentirnos omnipotentes y
creer que podemos con todo... Hay muchas cosas que no están en nuestras manos –
(expresa el detective cortando sus pensamientos). ¡Y también nos equivocamos!
Adriana
comprendió que la investigación de Quiroga terminaba allí. Sintió que no quería
saber más, que no le iba a servir. Que la comprendía. Lo que había pasado tenía
que resolverlo ella.
--Gracias
detective. Me alegra mucho que me haya
visitado. Usted hubiera sido un buen psicoterapeuta….
TORTONI
La cita semanal
de Trideco y Quiroga, se repetía.
--Me dijiste que
fuiste a visitar a la licenciada Barrantes… (El periodista esperaba ansioso la
respuesta del detective).
--Charla
interesante, mujer interesante, pero no me ayuda a resolver más de lo que está
resuelto.-
--¿Y dónde estuvo
lo interesante?... (Trideco).
---Aprendí que no
podemos resolver todo. A veces es mejor
dejar de investigar y que quede en manos de un individuo las respuestas…-
Continúa Quiroga.
-¿Y sabes lo que
me deja tranquilo? Que estoy seguro que la doctora va a tratar de encontrar las
respuestas, para que no pasen estas cosas. Las va a encontrar dentro de ella.
Porque esa es su intención. ¡Al fin y al cabo
es lo que vale! -
-¡Que aburrido lo
tuyo! ¿No harás esto para desacreditar
la perlita de ubicarte a la doctora en los dos crímenes, y no darme nada a
cambio, informaciones de las que vos sabes que a mí me gustan?-- (Desconfía
Trideco).-
---No amigo, no (Ríe)
¡Me gustaría que dejes de hurgar por un
rato? ¡Escuchemos este tango daléese!-
El cantante
entona el tango “Garufa”: “Garufa, pucha que sos divertido, tu vieja dice que
sos un bandido! Le contaron que te vieron la otra noche...en el Parque Japonés”
LA TRISTEZA.
Habían pasado
tres meses de esa charla. La tristeza con qué Quiroga recibió la noticia
invadió también a sus colaboradores…
Adriana Barrantes se suicidó. Se arrojó al vacío desde un balcón… Como
aquél Ranser… Sin duda encontró las respuestas en su interior pero… No las pudo
soportar. Quiroga presumió que el problema estaba dentro de ella…Pero pensó en
otro final. Con su pecho oprimido por la angustia… Tuvo que seguir trabajando.
FIN
ENRIQUE DI BAGGIO
10 comentarios:
Final trágico el de esta terapeuta, que eligió el camino de la evasión al camino de la solución. Pamela
Si bien , no me pareció lo mejor que escribiste, me gustó este relato de suspenso psicológico. Y, también noté algo diferente en la forma de escribirlo, es como , no se como decirlo, es como si ahora escribis mejor, con otra tecnica, si vale, no te lo puedo explicar bien, Valeria
PAMELA: No pudo resolver su problema...Y la desgracias que dos de sus pacientes hayan sido afectados por la coflictos propios.
Gracias
Un Beso
VALERIA: Estás en lo cierto. Soy diferente. Esta narración es de mínimo 6 años...Seguro que crecí el curso de guión de radio me dio otra técnica. Te entiendo perfectamente y te explicaste muy bien. Lo bueno es que me gusta mostrarme con ustedes con toda mi historia...Y este escrito fue junto con otros el punto de partida. Muy buen comentario.
Un beso
-- En eso consiste mi profesión, ayudar al paciente, pero es él quien tiene que poner empeño para que las respuestas internas aparezcan. La terapeuta no aplicó lo de su profesión y eligió el peor camino, una lastima. Alejandro
ALEJANDRO: Me alegra la respuesta de un profesional. Como conté ayer una psicoterapeuta conocida mía cuando lo leyó se sintió identificada por un tema del cual ella se dio cuenta que problemas internos personales no le permitieron ayudar al paciente. Es más, según me contó, hicieron un debate entre varios profesionales. Muy valioso tu aporte. Gracias
Un Abrazo
Triste final la de esta psicologa, triste quedó Quiroga, y triste quedamos los que vivimos este desenlace. Ana
Un relato bien escrito , pero donde se nota, que no estabas en tu mejor momento, NO me preguntes porque siento esto, solo es algo que lo intuyo, los escritos de ahora tienen otra fuerza otro estilo, igual me gustó. Santiago
Escritor, tenés mucho de psicologo, si estudiaras, perfeccionarías tus trabajos, ténés una facilidad innata para temas psicologícos, pero todavía nada superó tu prólogo de sangre. Santos
ANA: Si triste...Los finales no siempre son hermosos y llenos de luz. Quiroga es un profesional que se toma a pecho su tarbajo. Gracias
Un beso
SANTIAGO. Eran como dije, mis comienzos de escritor. Falta la técnica del aprendizaje y el entrenamiento de escribir todos los días. Quise comaprtir el tema que se trata con ustedes yq eu conozcan a mi gran Personaje: Quiroga. Es valioso y cierto lo que sentís. No sé como era mi momento personal de ese momento pero lo que sí soy un escritor más pulido y más abierto ahora. Gracias
Un Abrazo
SANTOS: Muchos me dicen lo mismo. La psicología me apasiona y la aplico en mis escritos. DE alguna forma la estudio, porque leo mucho. Te cuento una primicia: PROLOGO DE SANGRE va a participar en el concurso de Argentores para guión de radio para autores latinoamericanos. El mes que viene lo presento (Cierra el 30 de setiembre) Gracias por tu comentario
Un Abrazo
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