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viernes, 11 de agosto de 2017

Y MOZART LOS UNIÒ...

ENRIQUE DI BAGGIO
Sin autor no hay obra.
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La había conocido en Budapest...Ambos visitaban esta ciudad y en un tour que incluía Salzburgo y Viena. Los separaba distintos guías, distintos grupos. En la ciudad de Hungría ella lo había impactado. Se alejó con sus compañeros de viaje y no pudo verla más hasta llegar a Salzburgo...Allí en la puerta de la casa que vio nacer a Mozart sintió la música de este genio que parecía había compuesto las melodía para ese cuerpo perfecto, ese rostro itálico anguloso y de ojos rasgados de color verde. Su pelo negro y ondeado caía apenas sobre sus hombros de esta mujer que lo había impactado. Había misterio detrás de sus movimientos y su mirada dulce...La arquitectura barroca de las iglesias y la catedral y la moderna se juntaban en la ciudad y ella, donde pisaba quedaba a tono con la escenografía. LLegaba la noche el descanso de los visitantes. En el bar del hotel la busco sin cesar...De pronto la vio bajar del ascensor y sintió que un concierto de notas musicales lo hacía vibrar. Solitaria se sentó en una mesa retirada de la entrada...Era el momento pensó y en su tosco italiano le dijo si podía invitarla con una copa...Ella levantó su mirada, se sonrió por su pronunciación y asintió...En ese momento sintió que volaba bailando un vals vienés con ella de su mano. En esa mesa nació la ilusión...Sentían que se conocían de antes, quien sabe de otras vidas. Ella comenzó de a poco a develar sus misterios....La noche siguiente antes de partir a Viena volvieron a verse y el final de la noche los encontró en un vaivén sin fin de cuerpos vibrando de pasión. Se acariciaron, mezclaron sus lenguas...Volaron a las estrellas más lejanas que parecían estar esperando esos orgasmos vibrantes llenos de placer. Al otro día le pareció que el río Salzach se unía a los Alpes y se hacía una sola geografía...Así sentía unido su cuerpo al de ella en este amor naciente. En un momento imaginó que ni siquiera los Los filósofos del iluminismo que reinaron en esa ciudad podrían explicar lo que sintieron. 
Siguieron juntos, Viena, Berlín Amsterdan y el viaje continúa...El de ellos que, están viviendo los primeros acordes del amor. 



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