ENRIQUE DI BAGGIO
Sin autor no hay obra.
OPERADOR: MÙSICA: LA FAMILIA UNIDA- SALE
ERNESTO (A SEÑA) : La historia de mi comunidad, de esta querida comunidad donde vivo, continuarà por siempre, excederà mi vida y quedaràn para siempre estas historias que les cuento.
Porque eso es lo hago: Cuento. Mejor o peor pero cuento. Intento hacerlo con la pluma de escritor aficionado...No sè si lo hago bien tècnicamente, pero si que salen del alma...La mìa y de la comunidad de la que soy parte.
Estamos de festejo, el barrio cumple años de su creaciòn...87 para ser exactos. Desde aquellas calles de tierra, con carros tirados por caballos.
Algunas avenidas como Lisandro de la Torre son testigos del crecimiento.
Nuestro querido Club, Nueva Chicago. Historia viva de esta comunidad.
Pero lo que sì reina y es permanente es la solidaridad, base de esta sociedad que me cobija desde que nacì.
El sàbado en el Vale, el Domingo en la plaza...Festejaremos el cumple. Allì estaremos todos.
Pero siento que siempre estaremos juntos.
Algunos nos conocemos desde muy chicos, otros vinieron al barrio hace poco...Pero se unen a esta corriente solidaria y de respeto al otro.
La Parroquia, a la que estoy entrando ahora, la obra del Celestial, representante genuino de Dios en la tierra, une. No utilizando mitos de pecado y redenciòn como nos quiere imponer la arcaica iglesia catòlica. Sino con sentido comùn, con la doctrina de Dios, de querer al pròjimo.
Siempre lo dije que en la parroquia, la fiesta del Vale, solidaria 100 x 100, sacan lo mejor del ser humano.
Todos tenemos una parte que podemos decir el diablo mete la cola.
Pero tenemos la otra, la que Dios nos ilumina, sin que falsos pastores o profetas nos adormezcan con el sopor de relatos, pecados y pecadores. Mitos que nos anulan como seres humanos.
Todo se reduce a una sola cosa: Respeto al pròjimo. Dentro de eso, entra la comprensiòn de los errores. Todos somos falibles.
La fiesta del cumpleaños del barrio es una excusa de festejo. Nos unen historias y valores que van màs allà de un aniversario.
La parroquia, como les digo, es centro de uniòn y solidaridad.
Las madres solidarias entrenan para despistarnos con sus pesos especìficos en el pesaje solidario del Vale.
Se hule el olor inconfundible de la comida casera en los comedores. El flaco, prueba fehaciente de alguien que sacò lo mejor de èl en este lugar, va y viene con los comestibles.
Recuerdo sus tardes perdidas en el bar. Hablando de todo y no diciendo nada. Sin metas, sin rumbo. Hoy, es un hombre indispensable en este lugar...Hoy es padre responsable de la Hermosa Ornella y casado con la Pìpi, pura cepa del barrio.
Sacò lo mejor de su persona. Todos tenemos lo mejor, solo debemos hacer que sobresalga sobre lo otro, sobre lo malo.
Que predomine en nuestras acciones. Apelemos a ello, vale la pena.
Me voy al santuario Cantelli a tomar los mates con Silvia. Mi amiga, madre de esos chicos fabulosos que son como mis hijos. Esposa de mi querido Rafa. Sì, ¡Mi querido Rafa!
Me acerco a tu foto amigo del alma y los recuerdos me invaden.
Siento tu presencia. El barrio cumple años y parece que te veo caminando junto a mì en algunas calles.
¡Cuàntas horas juntos amigo! ¡Cuàntas cosas habladas, cuàntos secretos contados, cuàntos proyectos compartidos!
Esta es tu casa, la de tu familia, en la que tu presencia se siente màs, como en las calles del barrio. Aquì estoy como siempre, desde siempre con mis amigos, Los Cantelli. ¡Salud!
OP: MÙSICA - LA FAMILIA UNIDA.
