SIN AUTOR NO HAY OBRA.
Su largo cabello castaño claro, sus ojos color miel...Su boca y esa mirada...Llena de niña sensual lo volvieron a atrapar.
Sus cuerpos se encendieron otra vez...Apenas un roce y estallaron. Los pechos de ella fueron como otra veces acariciados y besados quedando atrapados en la boca de él. Las lenguas se cruzaban y los movimientos no cesaban hasta llegar al orgasmo...Las pieles eran una sola, la pasión de los dos. ¡Justo cuando se estaba alejando de ella...Justo cuando había descubierto que siempre mentía con arrepentimiento! En el momento exacto que había decidido alejarse se dejó llevar por esa mujer que le estremecía las entrañas y le hacía latir más fuerte el corazón.
Mil veces hacía un ejercicio mental de como sería la despedida... Hasta llegó a soñar ese momento del cual recuerda despertó sudoroso y desesperado.
Otra vez lo espera la mentira pero la verdad de lo que siente no le permite escapar.
¿Se puede luchar contra ese sentimiento? Tantas veces se lo preguntó tantas veces se lo respondió.
Hoy la vida le mostró que por ahora es una batalla perdida... O ganada. El resultado final está en suspenso, pero lo que hoy vivió fueron momentos sublimes. Piensa que puede hacer como esos alquimistas de siglos pasados que aplicaban el cianuro en dosis justas...Y no envenenaban, servían para curar. Piensa que puede lograr lo mismo que aquellos hombres y soportar la mentira en dosis justas mezclada con este amor que todo lo cura.
