Translate

Vistas de página en total

lunes, 26 de junio de 2017

CUENTOS PARA CONTAR

Los que conocen este blog saben de mi debilidad por los cuentos. Siempre creì que escuchar un buen cuento nos da sabidurìa, nos deja enseñanzas y sobre todo, nos enseña a escuchar. Estos dos  cuentos pertenecen a una pàgina de un blog que se llama HOY QUIERO CONTARTE...UN CUENTO.
Me gustaron, los comparto con ustedes. Espero los disfruten.
Enrique Di Baggio

¿ZANAHORIA, HUEVO O CAFÈ?
Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.
La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un tazón. Sacó los huevos y los colocó en otro plato. Finalmente, coló el café y lo puso en un tercer recipiente.
Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?" -"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?" Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura; pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido; pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos; después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?
¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.
Y tú, ¿cual de los tres eres?


Cuento árabe

A un oasis llega un joven, toma agua, se asea y pregunta a un viejecito que se encuentra descansando:
-¿Que clase de personas hay aquí?
El anciano le pregunta:
-¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tu vienes?
-"Oh, un grupo de egoístas y malvados -replicó el joven-estoy encantado de haberme ido de allí.
A lo cual el anciano comentó:
-Lo mismo habrás de encontrar aquí.
Ese mismo día otro joven se acerco a beber agua al oasis y viendo al anciano preguntó:
-¿Qué clase de personas viven en este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta:
-¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tu vienes?
-"Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado."
-"Lo mismo encontraras tu aquí", respondió el anciano.
Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:
-¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo cuál el viejo contestó:
-Cada uno lleva en su corazón el medio ambiente donde vive. Aquél que no encontró nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí. Aquél que encontró amigos allá podrá encontrar amigos aquí.

No hay comentarios: