Cuando ya no vale la pena y se vuelven a sembrar flores...Paola nos cuenta....
Enrique Di Baggio
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Y dime, querido, ¿a quién buscarás serle indiferente ahora que todo ha perecido, que ya nadie llora tu partida, que he vuelto a sembrar flores y éstas han crecido?
No te preocupes, también pensé que mi amor por ti era inmutable, inmortal, indudable. Tal vez por eso te atrevías a disparar una vez tras otra, quién sabe, valía la pena buscar la respuesta a la tesis de si alguien puede morir por amor. No sé si valía la pena tambalearme por tu amor y preguntarme cuánto más podría aguantar. Superé todas mis expectativas, cada golpe parecía tirarme y siempre hallaba la fuerza para levantarme.
Hasta que un día, en el suelo, me arrastré lejos de ti. Y no sabes cuánto disfruté volver a estar de pie sin temer que en algún momento el piso se fuera desmoronar debajo de mí.
No te preocupes, también pensé que mi amor por ti era inmutable, inmortal, indudable. Tal vez por eso te atrevías a disparar una vez tras otra, quién sabe, valía la pena buscar la respuesta a la tesis de si alguien puede morir por amor. No sé si valía la pena tambalearme por tu amor y preguntarme cuánto más podría aguantar. Superé todas mis expectativas, cada golpe parecía tirarme y siempre hallaba la fuerza para levantarme.
Hasta que un día, en el suelo, me arrastré lejos de ti. Y no sabes cuánto disfruté volver a estar de pie sin temer que en algún momento el piso se fuera desmoronar debajo de mí.
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