Darse cuenta...Reparar en el amor nos puede cambiar la vida...Paola nos cuenta
Enrique Di Baggio
Yo no te necesitaba.
Pasaba mi vida corriendo entre apuros y los interminables planes de una agenda imaginaria donde nunca apunto nada, con prisa porque siempre llego siempre tarde a la vida de otros, con la esperanza de encontrar un sitio vacío en los interminables trámites burocráticos. Tomando cafés conmigo misma y leyendo otras vidas, sonriendo mientras bailo sola en la sala porque nunca había estado mejor. Estaba feliz, estaba completa, y creí que no necesitaba nada más para sentirme llena.
Hasta que una tarde esos ojos cafés decidieron toparse con los míos y encontraste un sitio en mi cintura donde tu mano encajó a la perfección. Encontré tesoros ocultos en mi interior porque nunca nadie ma había hecho ver tanto de mí.
Ahora tomo cafés sintiendo cómo tu pulso incrementa, leo a tu lado las vidas de otros que nada tengo que envidiar, sonrío mientras bailo contigo en la sala porque nunca he estado mejor.
No te necesitaba pero qué bonito es que hayas llegado sin avisar.
Hasta que una tarde esos ojos cafés decidieron toparse con los míos y encontraste un sitio en mi cintura donde tu mano encajó a la perfección. Encontré tesoros ocultos en mi interior porque nunca nadie ma había hecho ver tanto de mí.
Ahora tomo cafés sintiendo cómo tu pulso incrementa, leo a tu lado las vidas de otros que nada tengo que envidiar, sonrío mientras bailo contigo en la sala porque nunca he estado mejor.
No te necesitaba pero qué bonito es que hayas llegado sin avisar.
—Paola E. Haiat
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