Tener miedos, dejar las cosas para despuès, no arriesgarse...Paola nos cuenta.
Enrique Di Baggio
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¡Oh, vamos!
Nos estamos volviendo viejos cada día para seguir posponiendo el futuro que no te cansas de prometer aunque todavía no sabes cómo hacerlo realidad. Sé que tienes miedo de que las cosas se escapen de tus manos, sé que siempre quieres hacer todo por tu cuenta, pero, ¡por Dios! Esta vez necesitamos algo más grande que un milagro para ponernos en la misma habitación y no te veo luchando contra monstruos y dragones aunque yo ya crucé tres mil mundos para encontrar a mi príncipe azul.
Sé que es mucho pedir, pero arriésgate por nosotros, empaca todas las cosas que sabes que no necesitaremos y ven a mis brazos porque estoy gritándole cosas sin sentido al viento que ya se cansó de calar mis huesos. Ven a abrazarme una noche entera y quítame las dudas que todavía no articula mi cabeza.
Ven a demostrarnos que valemos la pena porque estoy cansada de guardarnos para más tarde.
Nos estamos volviendo viejos cada día para seguir posponiendo el futuro que no te cansas de prometer aunque todavía no sabes cómo hacerlo realidad. Sé que tienes miedo de que las cosas se escapen de tus manos, sé que siempre quieres hacer todo por tu cuenta, pero, ¡por Dios! Esta vez necesitamos algo más grande que un milagro para ponernos en la misma habitación y no te veo luchando contra monstruos y dragones aunque yo ya crucé tres mil mundos para encontrar a mi príncipe azul.
Sé que es mucho pedir, pero arriésgate por nosotros, empaca todas las cosas que sabes que no necesitaremos y ven a mis brazos porque estoy gritándole cosas sin sentido al viento que ya se cansó de calar mis huesos. Ven a abrazarme una noche entera y quítame las dudas que todavía no articula mi cabeza.
Ven a demostrarnos que valemos la pena porque estoy cansada de guardarnos para más tarde.
—Paola E. Haiat
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