Cuando vale la pena escribir lo que te hace feliz en este momento sin saber lo que vendrà. Para recordarlo siempre...Paola nos cuenta.
Enrique Di Baggio
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No entiendo esto que siento aunque me lo pregunto cuando en las madrugadas me muevo inquieta en mi cama pensando si estarás despierto, sin entender si los insomnios son nuestros o de las personas que los causan.
Una película he creado ya de nosotros, esa donde repaso el día en que pusiste tu mano en mi cintura y supe que estarías ahí para cacharme al caer, esa vez en que bailaste conmigo, cuando me miraste a los ojos y me dijiste que me veía hermosa.
Una película he creado ya de nosotros, esa donde repaso el día en que pusiste tu mano en mi cintura y supe que estarías ahí para cacharme al caer, esa vez en que bailaste conmigo, cuando me miraste a los ojos y me dijiste que me veía hermosa.
Y no sé qué pasará mañana ni cuánto dure esto, por eso vale la pena escribirlo. Para cacharlo, atraparlo, para que aunque pase el tiempo y nos equivoquemos se quede este momento en que todo es tan bonito, en el que estoy llena de vida.
Esto es un recordatorio a mí misma, donde me digo que jamás podré volver a conformarme con algo menos que un wow al usar ese vestido, que no podré querer a alguien que no me haga reír como tú, que no me ponga tan nerviosa como lo haces tú.
Porque a veces hay personas que no vienen a quedarse sino a enseñarte por qué no vale la pena quedarte en esos lugares que no terminan de hacerte feliz.
Esto es un recordatorio a mí misma, donde me digo que jamás podré volver a conformarme con algo menos que un wow al usar ese vestido, que no podré querer a alguien que no me haga reír como tú, que no me ponga tan nerviosa como lo haces tú.
Porque a veces hay personas que no vienen a quedarse sino a enseñarte por qué no vale la pena quedarte en esos lugares que no terminan de hacerte feliz.
—Paola E. Haiat
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