Ojalà les guste.
Un Abrazo para todos.
Enrique Di Baggio
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EL OTRO YO DEL DOCTOR
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ENRIQUE
DI BAGGIO
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Médico,
especialista en traumatología. Pero mucho más que ese simple título, un
referente de toda la comunidad médica. Jefe de sala del Hospital Curia,
presidente de la asociación de estudio de caderas y rodillas, fundador del
primer banco de huesos del país, Profesor en la Universidad de Buenos Aires.
Disertante en cuanto congreso de la especialidad hay en el mundo y anfitrión en
la Argentina de los máximos genios traumatólogos.
Los
médicos que trabajan a sus órdenes en la sala, lo admiran y le temen por sus
exigencias. Dentro de un Hospital público, él consiguió tener a través de
aportes privados, un lugar admirado y con una sala de operaciones digna del
primer mundo.
Su
pequeña clínica privada es visitada por cientos de pacientes al año, a pesar de
atender solo dos veces por semana. En el barrio de Flores, la clínica del
Doctor MIGUEL ANGEL BOCCHINO, es un lugar sagrado para los pacientes que
acarrean enfermedades traumatológicas.
Pero,
el tan famoso pero, también afectaba a Miguel Ángel, así lo vamos a llamar cuando hablemos de sus
cosas personales y privadas, a pesar de sus éxitos había una parte no
pública encerrada en su personalidad que
afloraba seguido y nadie conocía. Toda la inquietud que sentía internamente
tuvo respuesta luego de una visita a su psicólogo y escuchó una pregunta crucial:
¿Qué
quiere usted? Su avanzado intelecto le hizo estudiar la respuesta
acabadamente…..Qué quería? Ser lo que era, una eminencia. No.
Ser
un triunfador, como aparentaba ser, con una familia (esposa e hijo adolescente
estudioso) y una posición económica excepcional?. NO.
O
si, todo eso! Pero le faltaba algo…que lo inquietaba, que lo atraía, que lo
llevaba a profundidades inmensas, donde podía ser él mismo, el que sentía que
era realmente…Miguel Ángel!!!!
La visita 2
Esa
tarde, su clínica estaba llena de gente esperanzada en su cura, El doctor
BOCCHINO atendía durante 4 mágicas horas, desparramando soluciones a los
sufrientes. Pero alguien pidió verlo sin turno, era un enfermero RAUL SARRATEA
que trabajó bajo sus órdenes en el Hosp. Curie, al cual pidió lo trasladen a otra sala
menos compleja del hospital, ya que no cumplía con las condiciones que requería
el lugar y la exigencia del jefe. De cualquier manera era una persona, que le
parecía trabajadora y honesta, aunque no de gran altura profesional. Por
educación accede a recibirlo, un poco intrigado porque pida verlo allí y no en
el hospital.
-Disculpe
la molestia doctor, pero lo que le vengo a decir lo tengo que hacer en un lugar
privado y no en el hospital-
-
bueno pero si se refiere a su traslado me parece que lo podemos hablar allá!
Traté de no perjudicarlo, que siga con su trabajo pero en un lugar tranquilo,
menos exigente…es mas yo mismo lo recomendé al Jefe de sala clínica!--- monologo
del doctor.
Sarratea:
- No no me refiero a eso. Estoy agradecido por la reubicación….todo bien ….Ud.
tenía razón ¡ mi lugar es donde estoy ahora! Sé perfectamente que habló muy
bien de mi!
Pero
hoy no vengo hablar con el eminente doctor BUCCHINO. Sino con el otro……
MIGUEL
ANGUEL:(desconcertado) con el otro?
Sarratea:
Si con el otro!!!!!!!!!!!!!o sea usted mismo!!!!!!!!!!El que sale por las noches!
Sé todo! Varias veces lo seguí! El otro doctor BOCCHINO, el que solamente yo
conozco!!!!!!!!!!!!
Miguel
Ángel: (pálido y tartamudeando) de qué habla? Está loco!!!!Voy a pedir que lo
saquen de aquí! Mónica , Mónica (grita por te a recepcionista)
Sarratea:
Dejé de hacer quilombo!!!! No llame a nadie!!!!!!!o empiezo a 3
gritar a los quien quiera escuchar con los travas y prostitutas que andas
por las noches!!!!!!!!!!!!!!El inminente y recatado doctor! Revolcándose con
cuanto gato encuentra y matándose con travestis en festicholas en el bulo de la calle Peña….da y recibe el
atorrante!!!!!!!!! Eso sí a las 8 de la mañana está operando una rodilla!
Pulcro,serio,aséptico!!!!!Qué hijo de puta! Le aconseja a sus médicos que
descansen bien la noche anterior a las operaciones!!!!!! Y su esposa? Duerme
plácidamente pensando que el Capo máximo de los traumatólogos está reunido con
un eminente colega!!!!!
Elegante,
parece un hombre hecho y derecho, pero nadie sabe que en sus fiestas hay hasta
muchachitos que le dan de comer lo que pida!!!!!!!!
Miguel
Ángel: podemos tranquilizarnos? Baje la voz por favor!
De
dónde saca todo eso y después de todo que le importa a usted?
Sarratea:
- así me gusta! Bajemos la voz, hablemos….muy bien!
Le
contesto: mi vida no termina en el hospital,soy tan putaniero como usted!
Eso
sí con mujeres nada más! Amigas mías, gatos, putas como las quiera llamar, me
describieron a un tal VALENTINO, organizador de jodas espectaculares y muy
generoso a la hora de pagar. A una de las nenas le contaste, si contaste!
Siento que para hablarte ,desde ahora te tengo que tutear! Prosigo, le contaste
algo del hospital o diste una pista de quien eras, no sé bien! Pero mi olfato
con tipos como vos no me falla! Son muy seriecitos, formales…..degenerados,
fiesteros….jajajjajajja!!!!!!
La
risa del enfermero se clavaba como puñal en el interior del Miguel. Penetraba
en lo más hondo, allí donde habitaba su lujuria escondida.
Dentro
del asombro y desesperación de verse descubierto por un ser que mostraba la
intención de destruirlo, trato de pensar la mejor manera de apaciguar esto.
Pero Sarratea no lo dejaba pensar demasiado!
Sarratea:
- y te seguí! Si te seguí y no te diste cuenta….. comprobé todo ¡
4
El
departamento de la calle Peña a nombre de quien lo tenés? De una Fundación?
Jajajjaj-
Cada
risotada era un disparo en el consultorio. Así lo sentía Miguel, que trata de
reaccionar.
Miguel
Ángel: estoy en plena sesión de consultorio. Todo esto es muy fuerte para
hablarlo acá…porque no tomamos un café después? Charlamos tranquilos…..Me
explicas porque te interesa mi vida privada y en que te puede ayudar saberla.
Sarratea:
No te hagas el Boludo!!!!! La verdad como interesarme no me interesa….pero me
conviene saber lo fiestero que SOS! Te doy una horas para que termines las
consultas! A la 8 te quiero ver en el bar de enfrente y si queras te cuento mas
detalles de tus andanzas nocturnas!!!!!!!jajajjajajja-
(salió
por entre los pacientes sonriendo y hasta saludando con aire ganador)
Otra
vez la carcajada que disparaba sin miramientos sobre Miguel.
Después
de un rato en los cuales trató de tranquilizarse….pudo volver a hacer lo que
mejor hacía….
Sra.
Miraflores, adelante! El doctor la espera.!
EL
HOMICIDIO.
El
avezado jefe de homicidios de la Policía Federal Argentina, comisario ADALBERTO
QUIROGA recibe la noticia del asesinato de una persona de 45 años , de nombre Raúl Sarratea de
profesión enfermero, que fue encontrado muerto vestido, arrodillado y con la
cabeza dentro de la bañera llena de agua, en el dto. que alquilaba en el barrio
de Congreso. El occiso vivía solo y sus parientes cercanos vivían en la ciudad
de Santa Fe. Trabajaba turnos rotativos en el Hospital Curia.
5
Con
la llegada del detective a la dependencia llega el informe forense:
El
fallecido murió por asfixia por inmersión. Se
detectan escoriaciones en el cuello debajo de la nuca, posiblemente los
daños lo haya originado la presión que se ejerció para forzar a mantener las
vía respiratorias dentro del agua.
La
hora del deceso se produjo entre las 23 horas y las 24.
En
los análisis de sangre se encuentra gran cantidad de LOZEPAM una droga que se
utiliza como sedante y antidepresivo y también alcohol en grado o,9 o se alto,
que mezclado con la droga seguramente actuó como narcótico y provocó pérdida de
reflejos.
QUIROGA:
- A ver mi fiel Pezoita( detective PEZOA colaborador y mano derecha del
comisario) qué más me puede agregar a estos informes. Quiero saber que dice su
instinto, ya que estuvo en la escena. Que vio, que supone y especialmente …qué
siente!!!!!!!!Qué intuye!!!Vamos detective demuestre porque está aquí!
Peso:-
El tipo había estado con una mujer. El portero vio a una mujer entrar cerca de
las 8 de la noche, no la vio salir porque ya no estaba trabajando.
El
departamento estaba impecable! Ni siquiera había un vaso sucio, es muy chico
tiene un ambiente y medio y con un baño cómodo..jjej justo donde lo mataron!
Estamos buscando huellas.
Quiroga:
el portero conocía a la mujer que entró? O conocía alguna mujer que lo
visitaba?
Pezoa:
Dice que nunca la vio, pero fue al dto. de Sarratea, de eso está seguro.
También
me contó que no le llamaba la atención, el tipo recibía muchas mujeres en su
casa y hasta algún travesti…..me remarcó : “A mi no me engañan era travestis no
mujeres…yo sé reconocer una mujer de un travesti”
Normalmente
no se quedaban, salían con él o lo esperaban abajo.
6
O
sea, era común sus salidas con gente de la noche. No se lo conocieron relaciones
estables en el último año, que es el tiempo que hace que vive allí.
Quiroga:
- Bueno, busquemos por allí. Indaguemos también en el trabajo. Como era, si
tenía problemas con alguien, relación es en otros hospitales…
Interrumpe
Pezoa. – Siempre trabajó en el Curia y algunas guardias en una clínica
privada…-
Quiroga:
- Averiguemos sobre deudas de juego, contactemos a la familia y sobre todo,
busquemos alguna huella de la mujer que entró esa noche.
Al
tipo antes lo narcotizaron, esa persona sin duda tuvo tiempo de hacerlo y tiene
que haber tomado algo con él!----Nadie escuchó ruidos?
Por
ahí lo doparon en el lapso de las ocho a las 23 hs que lo ahogaron…o no!
Quien
sabe fue un rato antes y de las ocho a las 10, pongamos, no paso nada. Fue esa
mujer o no quien lo dopó? Y si entró alguien más después?
Trabaje,
detective trabaje! Estamos en las horas cruciales. Mañana a esta hora tengo que
tener un informe completo y si es posible me trae al asesino o asesina en
bandeja!!!!!!!!!!!!
Pezoa:
- Nada más jefe? Se lo sirvo con papas? O solo?
Quiroga:
-No papas no! Con una declaración admitiendo que lo mató! Es mucho pedir?
Pezoa:
-¡No capo no! ¡ Es justo lo que estaba esperando traerle! Jjejejej
El
que conoce a Quiroga sabe que el caso era un desafío, como todos los homicidios
de su jurisdicción, y mientras sus detectives, forenses e investigadores
trabajaban..Él también lo hacía! El ambiente nocturno, era una fuente de información
para el detective. Más de una vez tuvo problemas conyugales por sus
investigaciones en horarios y lugares, digamos, non santos”. Especialmente
cuando era un joven y fogoso detective que hacía sus Primeras armas.
7
El barrio de Recoleta siempre fue reducto de lugares donde chicas y
chicos y no tan chicos buscan aventuras por dinero. En esa zona y en San Telmo,
más cercana a la casa y al nivel económico del occiso.
En
el bar de la calle Ayacucho casi Melo, había un conocido de Quiroga, dueño de
un boliche de encuentros de todo tipo….especialmente taxi boys y gatos en busca
de clientes…….
Es
hora de tomarme un coñac Reserva San Juan servido en copa caliente como solo
Gino lo sirve. Calienta la copa con el vapor de las máquinas de Café y sirve
una medida generosa de esa bebida exquisita. ¡ Qué placer! Pensaba el detective
cuando se dirigía a GINO´S.
Gino:
- ¡Hola Comi!!!! ¿Cuánto tiempo sin verlo! ¡Pero no el suficiente para
olvidarme lo que le gusta tomar! ¡Ya caliento la copa!!!!!!!!
Quiroga:
- ¡Hola Gino! ¿Todo bien?
Gino:
- ¡Todo bien, don Adalberto! Y como puede ver todo dentro de la ley.
Quiroga:
-¡Ya lo sé amigo! No vine en visita de inspección del lugar. De eso se ocupan
otros.
Gino:
-Venga comisario, sentémonos aquí, que estaremos “tranqui”, como dicen los
pibes.
Quiroga:
- Gino, no le voy a dar vueltas. Necesito saber si conoce algún personaje de la
noche que trabaje en un hospital de enfermero o algo parecido, que tenga
relación con el mundo hospitalario.
Gino:
-Mire comi, como enfermero no sé, pero hay unos cuántos doctores, y empleados
que deben trabajar en hospitales. Digo deben, porque acá casi nadie habla mucho
a lo que se dedica. Hay muchos tramposos que buscan chicos o gatos y muestran
su poderío económico, pero a nadie le importa mucho saber en qué trabajan.
Alguien que sea enfermero... (Piensa Gino) no sé..
8
.La
verdad no sé. Lo que sí le puedo decir con claridad, es que una persona, es un buen cliente por lo que gasta. Así sea
un enfermero con un sueldo común, es bueno para mí si se lo gasta en consumo y
si el resto lo “invierte” en diversión…digamos…de ocasión, es un buen cliente.
También para los que buscan que paguen sus servicios sexuales. ¡Yo en eso no me
meto! Y usted los sabe!!!!!!!!!!!
Quiroga:
-Tranquilo amigo. Lo sé y no estoy investigando ni gatos ni muchachos taxi, y
menos que sea usted quien lo maneja. Busco su experta ayuda, nos sé bien porque
estoy aquí, pero mi instinto, a veces, me hace empezar por lugares que parecen
no conducir a nada y de repente…..pum! ¡Explota ¡
Gino:
- Usted perdone. ¿ Pero porqué no va al grano? Dígame que pasó o si no puede,
por lo menos deme pistas para que lo ayude.
Quiroga:
- Mis detectives están investigando el asesinato de un hombre como le dije de
profesión enfermero, que por lo primero que me han informado se desprende
claramente como un hombre con contacto en la noche. Era visitado por chicas que
lo iban a buscar y hasta travestis. No se quedaba con ellos en su casa, salía. Hasta que entró una mujer anoche y el
portero no la vio salir, porque ya no estaba. El hombre murió aproximadamente 3
o 4 horas después, dopado y ahogado en su propia bañera. Le dejo a mis
ayudantes que investiguen todo lo visible o no tan visible que rodea la vida de
este pobre, y yo trato de encontrar una lucecita en el tipo de vida que lleva
un tipo así.
Gino:
-¿ Cree que la mujer lo mató?
Quiroga:
-No sé. Es la última que se la vio entrar y no salir. Pero él murió unas horas
después. Lo extraño es que cuando lo venían a buscar, salía, no recibía gente
en su departamento.
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¡A
ver si estoy en lo correcto! Si busca gatos o travestis, va los lugares que son
habituales, ¿para qué lo van a buscar a su casa? Y se van…
Gino:(asiente)
– Y …sí….
Quiroga:
- Pareciera que lo buscan y salen como amigos, camaradas….
Gino:-
Hay gente que no se dedica a ser taxi, ni es travesti o gato, pero que se
siente como pez en el agua con ellos. Aparte de algún favor sexual, traba
amistad y pasa a ser uno más del grupo…o de varios grupos. Y también están los
que utilizan a estos “profesionales” para saber el punto de lujuria de algunos
señores “notables” y mayormente adinerados y entonces …digamos (duda Gino)
Quiroga:
-¿ Chantajearlos?
Gino:-
Y …sí. Conocí varios casos de estos. ¡Pero no me gustaría involucrar a una
víctima y sin ni siquiera conocerlo!.
Quiroga:
- ¡Tiene razón! He visto a varios personajes así. Es una punta para analizar. Realmente Gino,
¡es un placer hablar con usted! ¡ y mas con este coñac que me sirve, la función es completa!
Gino:-
Gracias, muy amable. Para mí también es un gusto charlar con Ud.
Le
voy agregar algo más a lo que le dije. Mayormente estos chicos tienen amigos de
posición económica parecida a la de ellos. A los adinerados los toman como
clientes y con los que hacen lo mismo que ellos, compiten.
A
veces es bueno tener alguien de “otro palo” como dicen. Que lo entienda y
porque no…que los proteja.
Quiroga:-
¡Interesante lo suyo! Es usted un agudo observador.
Para
tomar muy en cuenta lo que dice. Ahora me voy despidiendo.
Gino:
- ¿me promete una cosa?
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Quiroga:
- Si puedo…
Gino:
- Vuelva en una semanita, o antes si lo desea. Lo voy a estar esperando, en el
fondo admiro lo que hacen detectives honorables como usted.
Quiroga:
- Espero, poder venir. ¿Por qué no? Y
quien sabe le puedo contar algo nuevo del caso. Le interesa?
Gino:
- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Quiroga:
- Me lo suponía. Nos vemos amigo.
El
detective se retira con las palabras de Gino dentro de su cabeza. Pensaba unir
todas las puntas con el aporte que seguramente le haría mañana Pezoa, el
informe de las huellas, y muchas cosas más que el descanso le haría
descubrir….Su instinto, al que siempre respetó en sus decisiones, le decía que
lo que había escuchado podía serle útil.
¿De
qué manera? Imposible saberlo en ese momento. El instinto no es raciociniio….es
ni más ni menos, que intuición. Sensaciones. Y en el caso de Quiroga, mucha experiencia.
LAS
PISTAS
La
reunión de la mañana era esencial para el desarrollo de una investigación.
El
tiempo urge en un crimen reciente. Pezoa y los tres detectives que rodean la
élite del jefe de homicidios, se reúnen para aportar datos y decidir los pasos
a seguir.
Pezoa:- En el departamento como dije ayer, está todo
impecable. Ni siquiera está la bebida que lo emborrachó antes, ni los restos en
los vasos y menos la droga que nos dicen los forenses. Huellas, son todas de
él. Hay unos pelos que se han recogido que los están examinando.
Detective
Aguado (Integrante del equipo de Quiroga) :- En el trabajo están sorprendidos
por lo que le pasó.
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Lo
tienen bien considerado. No tiene problemas con nadie en particular. Saben que
vive solo, que es de Santa Fe, donde reside
su familia, y nadie de allí tenía amistad con él fuera del trabajo. Sus
jefes lo conocen bien, estuvo en varias salas distintas del hospital, la última
es la de clínica médica. Casi nunca trabajaba de noche.
Hay
un informe del que, sin decirlo, Quiroga esperaba siempre con confianza en que
le aportaría algo. Era los informes del detective Chaparro, un especialista en
rastrear comunicaciones, averiguar llamadas, explorar computadoras, en fin,
todo lo que tuviera chips, cpu o cables lo apasionaba.
Detective
Chaparro: - El departamento que alquilaba, no tenía teléfono de línea ni usaba
computadora. El celular desapareció, pero Pezoa encontró unas facturas de cargo
fijo donde figura el n° de celu.
Detective
Aguado:--¡Sí , sí sus compañeros me dieron el número también!
Detective
Chaparro: (comparando)- Es el mismo. La compañía me informa un registro que,
para resumirle jefe, lo que rescato son 5 números: 2 a un chico llamado César
muy….le diría…..¡creo que es gay!. Tengo una entrevista con él para dentro un
rato, lo conoce a Sarratea desde hace un tiempo y frecuentaban un boliche de
San Telmo- Otro que me llamó la atención porque se repite diariamente es un
teléfono de línea de un departamento del barrio de San Telmo también, donde
viven tres mujeres jóvenes que dos de ellas dicen conocerlo también de la
noche. Espero sus conclusiones, jefe, para saber si las entrevistamos. Y hay
dos que se repiten casi día por medio, que son un celular, propiedad de un
médico Jefe de Sala del Hospital donde trabaja y también a su consultorio. Así
como se lo digo: a veces a uno y otra veces a otro, pero siempre al mismo doctor:
Miguel Bucchino.
Quiroga:
- ¿Sería por cuestiones laborales? ¿ Sarratea trabajaba en su sala?
Detective
Aguado: (interrumpe) ¡no, no! El doctor Bucchino es jefe de la sala donde
trabajaba hace un tiempo. Es de traumatología. Tomé datos de donde
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estuvo
designado desde que ingresó al hospital…
Detective
Chaparro:- Los llamados son recientes y reiterados.
Quiroga:
- ¿ La familia apareció? ¿ qué podemos averiguar de ellos?
Pezoa:-
Los padres están destrozados, son muy ancianos, viajaron junto con la hermana
menor de Sarratea para llevar los restos a su provincia.
Mucho
no me aportan, me dicen que le gustaba vivir solo pero era muy sociable y
salidor. Amaba su trabajo y los visitaba cada 2 o tres meses.
Ayudaba
bastante económicamente a sus padres enviándole dinero cada 2 o tres semanas.
Decía que hacía muchas horas extras para ahorrar.
Detective
Aguado: - Sin embargo en el hospital sus registros dicen que cumplía sus
horarios normales y no hacía muchas horas de mas.
Quiroga
amaba esas reuniones donde se analizaban lo resúmenes de cada uno de sus
ayudantes. La interrelación entre los datos, lo que cada uno le aportaba al
otro, la pasión en cada frase y el argumento que dejaba para saber los pasos a
seguir. Esos ricos encuentros exigían concentración. Nadie podía estar
comiendo, ni tomando café ni siquiera fumando (Quiroga odiaba el cigarrillo).
La oficina era amplia, aireada, para que las ideas fluyan como borbotones. La
investigación seria, necesita concentración, y ese era el lema del Comisario.
Estaba orgulloso de su equipo. Él lo había formado. Ellos serían sus sucesores.
Homicidios estaba en buena manos.
Quiroga:-
Señores, creo que tenemos suficiente para trabajar. Pezoa, seguí el tema de
laboratorio.
Aguado, se me va al hospital se sumerge dentro
del bar donde se juntan médicos y enfermeras, escucha, mira pregunta…Todo lo
que se le ocurra. Esos lugares son el
corazón de los hospitales. Mataron a uno de ellos, comentarios van a
escucharse.
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Chaparro,
me entrevista a ese chico, pero no se entretenga más de lo necesario con él ( el tono picaresco de Quiroga hizo que los
demás detectives hicieran chanzas de los supuestos gustos de Chaparro sobre los
gays ).
Chaparro:(Interrumpe
al jefe)- ¡ Usted también dele de comer a las fieras ¡
Quiroga:
(Dirigiéndose a Chaparro) – No me distraiga con boludeces. Es un problema de
ustedes lo que interpretan de mis palabras sus compañeros (Por supuesto nadie
le creyó)
Sigo:
Mientras tanto, voy a tener una charla con….¿ Como se llama el jefe de sala que
recibió varios llamados de Sarratea?
Chaparro:
- Miguel Ángel Bucchino.
Aguado:(
Agrega) -Jefe de traumatología –
Quiroga:
Bien señores. Esta noche repetimos esta reunión. Hoy va ser doble. Todas las
fuerzas concentradas en este caso. Si alguno encuentra algo importante para
decirme, me avisa inmediatamente. ¿Alguna duda?
Como
en una obra de teatro, el director repartió los roles y dijo lo que pretendía
de cada uno, la acción comienza a desarrollarse, pero
el desenlace no está a la vista…¿O sí?
LA
CHARLA CON EL DR BUCCHINO.
Miguel
Ángel estaba muy nervioso. Su secretaria le avisó que el Jefe Quiroga quería
entrevistarlo, y no podía contener su ansiedad. Por su mente pasaban infinidad
de preguntas que podía hacerle. Imaginaba las respuestas que daría. No estaba
seguro de poder mantener su secreto a salvo. En un momento, miró el espejo que
estaba frente a su escritorio, y vio su propio cuerpo en posición encorvada,
como vencido sin todavía haber luchado.
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Nada
que ver con esa segura posición que mantenía frente a sus pacientes, colegas y
empleados. Ni por asomo se notaba el catedrático imponente ni el certero
cirujano. Era un Miguel acechado por los miedos…Y los miedos paralizan.
Miguel
Ángel: - Pase y tome asiento , por favor, comisario.
Quiroga:-
Sé de la importancia de su tiempo y que en pocos minutos comienza atender
consultas. Por ese motivo voy a ser breve y directo.
Miguel
Ángel:- Estoy a su disposición. Tómese el tiempo que necesite. Sé que quiere
hablar sobre el enfermero Sarratea. Estamos muy sorprendidos y consternados en
el hospital con lo que le pasó.
El
detective notaba el nerviosismo del doctor al mirar sus manos apoyadas en el
escritorio entrecruzadas y apretadas.
Quiroga:-
Sabemos que trabajó en su sala hasta hace un tiempo. ¿ SIguió luego alguna
relación profesional con usted fuera del hospital?
La
pregunta sorprendió a Miguel. ¿ Por qué me pregunta fuera del hospital? Pensó.
Miguel:
(vacila)- ¡No, no! Relación profesional
no.
Quiroga:-
Bueno lo que pasa es que tenemos informes del celular de Sarratea, el cual no
encontramos y suponemos se lo llevó quien lo asesinó que tenía comunicación
casi diaria con Ud. Lo llamaba aquí y a su celular, usted lo debe saber.
Miguel:
(Trata de sobreponerse) – Si lógico, si me llamaba como no lo voy a saber. Me
hacía consultas sobre un problemita que tenía en su rodilla (Era lo mejor que
se le ocurría decir) . Lo que me parece exagerado es decir casi diariamente.
Quiroga:-
Acá tengo los registros. ¿ Los quiere ver?
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Miguel:
- No, no hace falta. Le puedo decir los
motivos, no la cantidad. Siempre fueron consultas sobre su rodilla.
¡Ah,
me olvidaba! Me llamó , también, cuando le hice el traslado en el hospital para
que trabaje en otra sala.
Quiroga:-
¿ Algún problema personal?. ¿ Faltas en el trabajo?-
Miguel:
¡No, no! Rutina hospitalaria solamente. Es más, el pobre estaba agradecido de
trabajar en otra sala , más acorde a su
preparación. Buen enfermero, cumplidor, pero en sala de traumatología exijo un
especialización diferente. (El doctor se sentía como pez en el agua hablando de
SU tema.)
La
percepción que tenía Quiroga, era que el doctor no decía la verdad totalmente,
pero tampoco se había preparado para excusarse en preguntas que eran claras se
la iban a hacer. El seguimiento de las llamadas lo descolocó y el nerviosismo
se le notaba. Si este hombre cometió o sabe quien cometió el crimen, y siendo
un hombre intelectualizado y acostumbrado a momentos críticos , se presentaba demasiado vulnerable para ser el
autor.
Otra
cosa que no aparecía era el motivo. ¿ Por qué tendría que ser sospechoso el
doctor?. No había conflicto aparente con
el occiso. Pero sería bueno indagar mas y quien sabe aparecería móvil oculto,
que sumado a demasiadas llamadas a sus
números telefónicos, podrían indicar algo para actuar con mayor seguridad en
una acusación.
Mientras
se desarrollaba la charla, recibe en su celular la información que le acerca
Pezoa sobre los pelos encontrados: según laboratorio son de mujer, de su
cabellera, rubio teñido y se puede
comparar para hacer cualquier examen de ADN.
Quiroga:- ¿Sabe algo de las costumbres de Sarratea
fuera del hospital?
Miguel
Ángel: - ¿ Costumbres? Sé que vivía
solo… ¿ A qué costumbres se refiere?
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Quiroga:
- Perdone. Tiene razón. No fui muy claro en la pregunta. Me refiero si charló
alguna vez sobre sus gustos o preferencias, por ejemplo si apostaba a las carreras de caballos o… si
le gustaba ir al teatro o…salir de noche…
Miguel
Ángel: - No soy de charlar cosas personales con los empleados del hospital. Ni
las mías ni las de ellos. Trato de no mezclar las conversaciones profesionales
con otras cosas. Soy muy exigente en lo que concierne a la sala que dirijo y no
debo pensar en otra cosa que en su labor profesional.
Quiroga:
- Le hago la última pregunta, por ahora, y lo dejo para que atienda a sus
pacientes que tanto lo necesitan.¿ Donde estuvo el miércoles entre las 20 y 24 horas?. Perdone, sé que no es una
pregunta muy original pero es necesario
realizarla.
Miguel
Ángel: (Serio y con mirada fija en Quiroga)- No, realmente de original no tiene
nada. No me gustaría que usted esté sospechando de mi en un asesinato, nada
menos. Pero para su tranquilidad me es muy fácil contestarla y después si es
posible, terminemos la charla quedando a su disposición para cuando quiera .
Estuve, y le va a ser muy fácil certificarlo dando clases en la Universidad de
20 y 30 a 23 y 30.
La
seguridad del doctor quedo clara para Quiroga. Si esto era cierto, iba a ser
difícil involucrarlo directamente en el hecho. En el fondo esto lo alegraba, no
le gustaba que un notable cirujano sea partícipe de un asesinato. Privaría a la
sociedad de un gran aporte y sería una desilusión para mucha gente.
Mientras
retornaba a sus oficinas, pensaba en la sensación de inseguridad que vio en el
médico al principio de la charla y que contrastaba totalmente con la última
parte donde se mostró seguro y diciendo la verdad. De cualquier manera le avisó
a Pezoa que se informe en la facultad sobre las clases del día miércoles.
Se
mezclaba dentro del detective la idea de algo oculto en la relación Sarratea-
Bocchino, junto a la de no estar frente al asesino.
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La
nueva reunión de los detectives traía promesa de aportar detalles jugosos a la
investigación. Las cartas del mazo habían sido distribuidas por el jefe para
que cada uno las coloque de nuevo en la
mesa de acuerdo a las investigaciones realizadas y entre todos, ver si había
algún camino posible a seguir. La mesa está abierta, ¡hagan juego señores!
Chaparro:
- Si tengo que definir lo que era Sarratea para el chico gay, César, lo puedo
sintetizar diciendo que era como su psicólogo sin título.
Tanto
él como Sarratea, venían del interior, estaban solos, tenían las mismas
carencias y frecuentaban la noche. Pero Sarratea, quien sabe por edad y
experiencia, lo ayudaba a sobrevivir con
consejos y apoyo en todo sentido. Era un referente de la vida nocturna al cual
César escuchaba. Se confiaban casi todo, y una de las cosas que me llamó la
atención era, que recibía ayuda económica bastante importante de él. Pero
importante en serio, y mucho más en los últimos tiempos. Qué yo sepa el sueldo
no le daba como para llegar a pagarle el alquiler dos veces al muchacho, ayudar
a sus padres…
Quiroga:
-Es cierto. Demasiada holgura económica. Aunque convengamos con fines nobles.-
Chaparro:-
Se conocía con las chicas a las cuales Sarratea llamaba por teléfono. Son como
un grupo. Ellas, César y el apoyo de Sarratea formaban una sociedad, digamos,
nocturna de gatos y taxi boys que vivían de tener relaciones con gente que les
pagaba. Nada original por cierto.
Quiroga:
-Lo que es original es que detrás de ellos siempre está Sarratea.
Chaparro:
- Si pero no les sacaba un peso. Al contrario como les dije los ayudaba y los
aconsejaba. Las minas también lo tenían
de consultor psicológico, aunque sin el grado de intimidad de la relación con
César.
Quiroga:
-¡Bueno lo suyo Chaparro! Incluso hizo más de lo que pedí porque también habló
con las chicas.-
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Chaparro:-
Si pero con ellas, todavía me falta. Fue una charla rápida. Lo que sí puedo decirle, es que todos ellos,
aparentemente, están muy dolidos y sufren la pérdida.-
Todo
el equipo estaba atento a lo que aportaba cada uno.
Detective
Aguado: - En el hospital, hablé con varios compañeros. La mayoría coincide que
Sarratea era muy reservado con su vida personal, y saben poco y nada. Parece,
de acuerdo a lo que dice Chaparro, que sus amigos y confidentes eran los
muchachos de la noche. Pero precisamente, hubo un comentario que hizo sobre el
jefe de la sala que le llamó la atención a un compañero de ese momento, “Este
Bocchino se la tira de santo, pero no
imaginas lo fiestero que es”. Cuando le
preguntó de dónde sacaba eso, le contestó: “De la noche bebé…de la noche”-
Quiroga:-¿Por
qué al compañero le llamó tanto la atención como para manifestarlo en una
investigación de asesinato?-
Aguado:-
Le pregunté lo mismo. Porque a pesar que a cada uno que le hablaba pedía que me diga cualquier cosa que pudiera
ayudar, hasta un comentario, como en este caso, no parecía para el recuerdo.
Entonces, Saucedo, así se llama, comenta que le resultaba extraño que hablara
de un comportamiento de la vida privada del doctor en un tono tan seguro y como
si la “noche” fuera compartida por ellos. Era impensable creer que el jefe y el
enfermero tuvieran semejante secreto. Me
dijo: “- ¿Usted conoce a Bocchino? Como no me va llamar la atención que
Sarratea sepa o comparta cosas de fiestas sexuales con el doctor. Aparte el
tono que usó era inusual para su forma normal de hablar. Después de todo,
detective, por ahí es una pavada, pero es lo único que le puedo decir”.
-Escuchando
a Chaparro y uniendo cabos….la noche Sarratea y ahora Bocchino aparecen como un
común denominador-
Quiroga:
- Es cierto. ¡Muy cierto!
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Detective
Pezoa: - La escena no muestra, salvo lo del cabello, algo para rescatar. Hay un
par de cosas que son para apuntar. El que lo dopó sabía lo que le daba y lo
hizo sin que se diera cuenta, porque un tipo que trabaja en un hospital como
enfermero no se va a tomar semejante cantidad de un antidepresivo, que según los
forenses por la cantidad lo dejó groggy. O sea es alguien que sabe lo que usó
y lo hizo con Sarratea engañado o
confiado. En definitiva, con tiempo.
Quiroga:
- ¿La mujer que entró alrededor de la 20 horas?-
Pezoa:
- Puede ser. No lo sé. Continúo. Todo ese tiempo lo tuvo antes, porque después,
en forma burda, se lleva un celular que
es fácil rastrear, aunque no encontremos el aparato. O sea, manotea lo
que creía lo podía incriminar. No faltan otras cosas importantes. La pequeña
libreta que había con algunos teléfonos y direcciones no aporta nada a lo que
sabemos.
Quien
lo ahogó en la bañera bien puede ser hombre o mujer, porque en el estado que
estaba el pobre era cuestión de de arrastrar un tipo de 70 kilos unos pocos
metros que tiene el departamento… ¡Si e s que no cayó dormido en el baño!-
Quiroga:
- Señores, de acuerdo a sus informaciones y estimaciones, he decidido seguir un
hilo. Resumiendo vemos: Un hombre de la
noche, paternalista con gatos y taxis, asesinado por alguien que puede tener
que ver con la medicina por lo que utilizó para drogarlo y tuvo tiempo de
hacerlo. La última persona que se vio entrar a su vivienda es una mujer, aunque
no sabemos cuando saliò. Se encontró cabellos allí.
Y
por último tenemos el comentario del enfermero sobre la noche y el doctor
Bocchino, sumadas a las continuas
llamadas. Eso sí, la coartada del cirujano lo aleja del lugar del hecho, pero
todo lo demás lo acerca a Sarratea. La sensación de mi charla con él, es que
oculta algo. Y ese algo puede ser una historia con el enfermero que no
conocemos. Quiero que investiguen los pasos del doctor.
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Vos Chaparro, pregunta por Bocchino a los
nocturnos amigos de Sarratea, a ver si lo conocen o escucharon de él. Mañana a
la tarde quiero respuestas.
Las
investigaciones logran ubicar el departamento clandestino del doctor, y las
informaciones indicaban reuniones nocturnas en el lugar. A su vez dos de las
chicas amigas de Sarratea reconocen haber estado en dos desenfrenadas fiestas
con Bocchino disfrazado y borracho. César, dio a entender que sabía que en
realidad era dinero del “anormal” el que Sarratea le daba para pagar sus cosas.
Una sorpresa la vida ìntima del doctor. Una verdadera sorpresa
Para
Quiroga estaba claro que por voluntad o chantaje, el doctor “aportaba” a la
causa Sarratea.
La
citación a Miguel Angel no lo sorprendió. Imaginaba que Quiroga iba a querer
volver a hablar con él. Su entrada a la oficina del jefe mostraba una imagen distinta, sin nervios, como
entregado…¿ A la verdad?
Quiroga
le muestra las pruebas de su departamento, de sus noches lujuriosas y sobre
todo de la relación con Sarratea.
Quiroga:-
Yo le puse las cosas sobre la mesa. No me interesa su vida privada. Pero
necesito la verdad…Porque aquí asesinaron a una persona y eso me pone muy
impaciente en resolverlo. Estoy seguro que me puede ayudar.
Miguel
Ángel: -La verdad la tiene ante usted. Si, atrás de mi solemne vida, de mi
incólume trayectoria… Se esconde un lujurioso, adicto a todo tipo de fiestas
sexuales, que engaña a su esposa, a su hijo, a sus alumnos, a sus colegas…-
Quiroga:
- ¡ Pare, Pare! A su esposa e hijo puede ser, pero al resto de la gente no le
tiene que importar su vida privada, sino lo gran profesional que es!-
Miguel
Ángel: - Este turro de Sarratea, me avergonzaba porque sabía todo.
21
Empezó
riéndose y lógico, pidiendo dinero. Amenazaba con hablar con todos y
especialmente con mi esposa, que es una santa, y no merece conocer mi parte …Negra.
No me podía contener detective, era la trasformación de Jekill a Hyde. Mi cuerpo
necesitaba la lujuria. Más que el sexo, a la lujuria. ¿No cree que hay partes
que ni imaginamos escondidas en nuestra personalidad?-
Quiroga:-
Seguramente sí. Y usted la descubrió. Después de todo, hizo lo que necesitaba.
Quien sabe tanto estudio, solemnidad, preocupación tapaba lo que apareció un
día. Lo ocultó por vergüenza debido al espacio que ocupa en la sociedad, eso
está claro. Pero…. ¿Lo mató? O… ¿ Lo mandò a matar?
Miguel
Ángel: ¡NO! Se lo juro… Ya le dije que estaba dando clases. Aparte le digo, ya
me había acostumbrado a él. Le daba todas las semanas unos pesos y mantenía la
boca cerrada. Lo que me atormentaba era su risa sobradora cuando lo veía. Un
tipo raro, parecía que gozaba, que no lo hacía por dinero.
Pero
no lo maté. Pensé mil veces hacerlo, pero no….
Quiroga:
-¿Envío a alguien para que lo haga?-
Miguel
Ángel: -¡No, se lo juro, no! No sabría ni como hablar con un tipo de esos.-
Quiroga:
- Pero no va negar que el motivo para hacerlo, lo tenía.-
Miguel
Ángel: - Si, claro. Es lógico que usted piense en mí. Ahora dígame ¿No hay otra persona que tenga motivos? ¿Nunca chantajeó a nadie?
Quiroga:-
Sí, hemos descubierto que hacía algunas visitas personales para sacar uno pesos
más a los clientes de los chicos y chicas, pero no se podría titular como
extorsión. Actuaba como un representante de artistas. Un amigo que tiene un
boliche, me explicaba que hay muchos de estos personajes. Algunos son
extorsionadores, otros podríamos llamarlos negociadores. Nada me lleva a pensar
que, por ahora, haya allí un sospechoso.-
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El
detective sentía nuevamente que no estaba frente al asesino.
LA
ESPOSA DE BOCCHINO
El
detective PEZOA , al igual que sus compañeros, habían puesto sus ojos en todo
lo que rodeaba al médico. Pero hubo un informe de un seguimiento que le
hicieron a la esposa de Miguel Ángel que le llamó la atención. Decía de una entrevista
en un bar cercano al edificio del occiso, con: EL AYUDANTE DEL ENCARGADO DEL
EDIFICIO DE SARRATEA. Al investigador las ideas del motivo de esa entrevista le
brotaban a borbotones. Pero prefirió la cautela antes de sacar conclusiones.
Cuando
se apersonó al edificio y entrevistó al ayudante, llamado RAUL SANTOS, éste no
supo explicar los motivos del encuentro, y su nerviosismo era manifiesto.
Consultó a Quiroga sobre esta novedad y acordaron citar a la mujer, para
interrogarla.
Atractiva,
de unos 45 años. Ojos claros, cabello castaño y mirada de buena persona. Esa
era la primera impresión causada a los detectives. Quiroga y Pezoa la
esperaban…
Quiroga:-
Señora, usted debe saber que estamos haciéndole preguntas a su marido por su relación con el enfermero
asesinado-(Trataba de no dar a conocer por ahora la vida paralela que el doctor
llevaba).
Señora:
- Si lo sé. Y sé también de qué tipo de relación habla. ¡Pero él no es el
asesino!-
El
“viejo” Quiroga tiene la suficiente experiencia, apoyada a sus lecturas sobre
psicología, que no es lo mismo decir: El no es el asesino, que si hubiera
manifestado: No es un asesino. O sino: Mi esposo no mataría a nadie.
La
frase: El no es el asesino, podía dar indicios de ser leída: No lo es porque yo
sé quien fue. Era arriesgada la deducción, pero por allí avanzó el comisario.
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Quiroga:
- Necesito que sea clara conmigo. Usted tuvo un contacto con el ayudante del
encargado de donde vivía Sarratea. No
voy a entrar por ahora en detalles, pero me acaba de decir que sabía de la
relación con su marido.
Pezoa:
(Continuando lo dicho por su jefe) – Hasta ahí está bien, pero… Se cometió un
asesinato y la última persona que se vio entrar al departamento fue una mujer.
Hasta tenemos un cabello de ella para poder comparar. Le puedo dar día, fecha y
lugar de su encuentro con el ayudante. No es difícil deducir que no encaja su
presencia en esta historia de su marido- Sarratea y menos encaja la relación
suya con el ayudante Santos. ¿Qué es lo que tenemos que saber para atar todos los
cabos?
Señora:-
¿Le preguntaron a Santos?
Pezoa:-
Si. Y no supo que decir. Está citado para responder.
Quiroga
percibe la angustia de la mujer y acelera a fondo.
Quiroga:- Está contenida y angustiada, como si tuviera
algo atascado y no lo puede sacar. ¿Sabe quién lo mató? Conteste sí o no, nada más.
La
mujer se tapa la cara con las manos y solloza.
Quiroga:
- Tómese su tiempo. Suelte su angustia.-
Luego
de un par de minutos eternos, en el que Pezoa y Quiroga se cruzaban miradas y
gestos de estar al final del camino o al principio del final.
Señora:
- ¡Sí lo sé! Deje que le cuente como se me fue de las manos algo que creía
ayudaría a mi esposo y a mi familia. Ahora cargo con una muerte en mi
conciencia y arruiné a todos lo que me rodean-(Llora tapándose la cara con las
manos)
Pezoa:-
¿Usted carga con una muerte? –
La
mujer cruza sus brazos y con la mirada baja cuenta su historia.
24
Señora:-
Sabía que ese tipo chantajeaba a mi esposo. Valoro que ustedes no me hayan
nombrado todavía la vida lujuriosa que llevaba mi marido, pero siempre lo supe.
Y eso era un dolor muy grande para mí, pero más grande es el amor y la
admiración que siento por él. Lo orgullosos que estamos todos en la familia con
su ciencia. Trataba de no ver….Sabía que no lo podía manejar por eso no dejaba
de hacerlo. Era como otra persona y trataba de comprenderlo. Por eso, cuando
apareció Sarratea con su sonrisa sobradora sentí que si contaba algo, nuestro
hijo y todos nosotros seríamos víctimas
de burlas y a Miguel le dañaría la carrera.
Pezoa:-
¿Pero como supo lo del chantaje?
Señora:-
Porque este señor, como mi esposo lo evitó en un par de oportunidades, se
acercó a mí en pleno Supermercado a contarme. Hice un pacto con él, para que no
le dijera a Miguel que yo lo sabía y agregué pesos a sus bolsillos. Cuando
empezó a verlo, otra vez, se alejó un
poco de mi. ¡Lo que más me interesaba era que no se acerque a mi hijo!
Quiroga:
- ¿Lo fue a visitar?-
Señora:
- Sí, fui a tratar de persuadirlo… ¡A hablar con él! Nuestra familia estaba en
sus manos. Llevé droga todavía no sé porque. Pensé que iba a tratar seducirme,
me había dado cuenta que le gustaba, imaginé drogarlo si se pasaba de la raya.
¡Pensé tantas cosas! Pero en realidad no sabía bien a que iba y tuve la
estúpida idea, la maldita idea….
Quiroga
y Pezoa no le preguntan a que idea se refería. Dejaron que siga hablando.
Señora:
- Le hablé a Santos, que tenía acceso al todo el edificio, para que estuviera
atento y entrara si yo lo llamaba. ¡Pero como imaginé que iba terminar
matándolo! ¡Está loco ese tipo! N o lo pude parar. Lo arrastró al baño y lo
ahogó….- (vuelve a llorar)
La
historia se iba cerrando. Sarratea perdió un poco los estribos y la mujer
25
Lo
drogó. Ante la insistencia ya obnubilada, la señora hace irrumpir a Santos. La
violencia lo domina y aprieta la cabeza varias veces debajo del agua.
Quiroga:-
Tranquilícese señora. Sé que es duro lo que pasó. Pero usted no fue con la
intención que sucediera así.
Señora:-
Es que no sé a que fui. Cuando me encontré con Santos fue para decirle que
contemos la verdad, aunque ni yo sabía si era lo que quería.
Ahora
que lo dije, le puedo asegurar que quería confesar.
Me
amenazó con matarme si se me ocurría hablar. Ustedes se adelantaron.-
El
ayudante termina confesando. No es casual su pérdida de control. Había estado procesado
por lesiones una vez y tenía denuncias de violencia familiar. La justicia se
haría cargo, también de juzgar a la señora.
Hay
algo de la investigación que se le había escapado y era la actuación del
ayudante del encargado que no estaba trabajando a esa hora solo lo hacìa hasta
las 4…Pero tenía acceso al edificio y podría haber estado en cualquier momento.
Detalles
que a un meticuloso como el Comiserio no se le debería escapar.
Dentro
de la alegría por otro caso resuelto, Quiroga y Pezoa reflexionaban con un dejo
de tristeza.
Pezoa:-
Es triste que los deslices del doctor hayan derivado en semejante tragedia.
Quisieron ocultar algo que ahora está en boca de todos.
Quiroga:-
Tenía razón mi amigo Gino. Estos personajes de la noche se acercan a señores
importantes para apretarlos por sus “pecados” pero acá hubo un silencio cómplice
anterior al asesinato. ¡Y no fue el del doctor!
¿Sabe
a que se llama siniestro Pezoa? En psicología siniestro es lo impensado…Lo que
aparece imprevistamente en alguna psiquis. Por eso a veces no terminamos de
conocer a alguien totalmente…Porque lo siniestro puede desencadenarse en cualquier
momento.
Siniestro
viene de siniestra, en italiano izquierda…Aparece por un lado impensado.
Observe los seguros que en sus pòlizas hablan de siniestros…Lo impensado.
Asì
pasa con la psiquis, alguien al que creemos conocer…Se vuelve un desconocido.
La
señora, se quedó en la comodidad de callar lo impresentable, lo siniestro o
perverso de su esposo, en cambio de
enfrentarlo. Y las comodidades, mi fiel Pezoa, se pagan caras en esta vida.
¿Le
gusta el coñac servido en copa caliente?-
Pezoa:-
Me encanta.
Quiroga:
- Acompáñeme al boliche de un amigo, al que le prometí contar esta historia y de paso nos tomamos
una copita que bien nos merecemos-
FIN.
2 comentarios:
No me canso de volver a leer este cuento.La Psicologìa de Quiroga, el otro yo de ese doctor, el silencio de la espeosa...Me encantò. Federico
Tu forma de escribir policiales me encanta. Quiroga Genio. Clara.
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