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jueves, 26 de junio de 2014

COINCIDENCIAS

¿Es lo buscado o son coincidencias? Creo como buscador que soy, que las coincidencias son causalidades de la búsqueda. Sin búsqueda no hay encuentros. 
ENRIQUE DI BAGGIO 


Coincidencias

Puras coincidencias… o parecen al menos, aunque a mí no. Pero quien inventó este concepto de que las cosas suceden alegremente sin que nosotros intervengamos en lo más mínimo… sin nuestra influencia? Creo que somos seres más poderosos que eso, que simples espectadores de una obra teatral en la que en realidad debemos ser los protagonistas.
Para mí, y obvio, desde mi subjetividad más profunda, no son más que casualidades dirigidas por nuestro propio inconsciente. O tal vez, son nuestros más profundos deseos los que nos hacen creer que ahora si sucedió, que el destino generó lo imposible, sin que nosotros hagamos algo para alcanzarlo.
Pocas veces una coincidencia tocó a mi puerta sin que yo siquiera haya pensado en la viabilidad de su existencia. No recuerdo puntualmente ninguna, pero debe de haber existido, no? O soy la única persona en el mundo que lo que consigue lo consigue (valga la redundancia) porque lo ha buscado?.
Debo admitir que todas las otras veces –aquellas que no fueron coincidencia, si es que hubo alguna- al menos anhelé que sucediera, lo pensé, deseé… Y muchas más imploré que algo aconteciera y no lo hizo. Será porque la que debe hacerlo soy yo?
Igualmente, la pregunta es quien me ha dado el poder para poner en tela de juicio las casualidades? Y mi respuesta es que nadie lo ha hecho, sino que solamente soy una fiel observadora del mundo y especialmente de mi propio mundo, en el que ellas rara vez existen.

Que las fechas son las mismas porque lo pensamos así, que los lugares también porque alguna vez los mencionamos, los eventos, las carreras, los trabajos. Y hasta los amores a veces coinciden, porque nos convencemos tanto de que eso es lo que queremos, que casualmente terminamos cayendo en la misma tentación que el otro. Pero casualmente eh… nada es buscado, nada es mal intencionado. Es que tanto nos repiten, tanto nos hablan de ello que ahí estamos… en el mismo lugar y a la misma hora, mirando de reojo y sin poder creer la coincidencia que nos llevó hasta allí.

TEXTO DE CUENTOS CORTOS DE LA UNIVERSIDAD DEL EL SALVADOR. 

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