MI OTRA VIDA EN ALBENGA,

Veníamos circulando con el auto Megane alquilado por la autopista que une Marsella con Génova. Ya entrando a Ventimiglia, estábamos en pleno territorio italiano...La tierra de mis padres, de mis abuelos.
 Pasábamos pequeñas comunas, pueblos hasta que un cartel me llamó la atención: ALBENGA (Ciudad Medieval). Siempre la edad media me llamo la atención...Sus castillos, sus conventos, sus luchas, su historia.Pero al pasar por ese cartel es como si Dios me hubiera hablado al oído diciendo: " Mira bien...Vos estuviste acá" Si...Porque Dios me tutea y él puede hacer lo que quiera conmigo. Pasamos un día y medio en Génova y la idea era el retorno a Marsella por la costa azul y en 6 días más devolver el auto allí. 
En ese camino emprendido íbamos a detenenos como lo hicimos, en pueblos ciudades.Y dormir donde nos tocara. Mi interior me pedía a gritos entrar a conocer Albenga.
Insistí a mis amigos con Albenga. Pasemos la primer noche después de Génova en Albenga ¡Dale...Dale...Dale! Les decía como chico caprichoso. 
Me amenazaron de muerte si Albenga era un fiasco. En un momento dude: " Si es un fiasco estos me matan" Les dije seguro de mí mismo (Bueno no tanto): No conozco pero es una ciudad medieval. Debe haber castillos, torres. Paremos en Albenga. A Néstor al igual que a mí le gusta lo medieval, entonces lo convencí primero a él. 
Y entramos en Albenga....Les juro amigos que las construcciones medievales me parecían parte de mi vida. Fue el momento que exclamé: " Yo en otra vida estuve aquí" Dante que conducía el auto me miraba por el espejo retrovisor como diciendo "Está loco" Néstor se dio vuelta y me miró con lástima. En un momento reaccionaron y me dijeron: " Ya que estuviste acá, ubica donde hay un hotel para pasar la noche"  Lo buscamos en el centro.Todo bien. La ciudad por lo poco visto, a ellos también les gustaba. Estaba convencido que en esa época medieval fui soldado que defendió el Imperio Romano. Miraba las murallas y me veía defendiendo mis ideas con las ballestas cubierto con mi escudo de bronce y portando mi espada. Hasta me imaginé ayudando en una catapulta que enviaba piedras de 100 kilos contra el enemigo. ¡Yo estuve allí!
 Y si alguna duda me quedaba, se disipó a la noche: Buscando un lugar para cenar encontramos un restaurant con comida casera. La señora que nos atendió era, ¡Si era ella, no lo dudo! : Doña Marietta. La misma reencarnada que en otra época fue secuestrada por los enemigos por darnos de comer. 
Comí unos escalopes recomendado por ella. Me ponía la mano en el hombro para apoyarme en mi decisión de lo que iba comer. ¡Ella también me reconoció! Mis amigos decían que yo estaba loco. Pero me preguntaban cosas de aquella época. A pesar de su incredulidad, sabían que era cierto. 
La noche me confirmó mis sospechas: En el cómodo hotel de Albenga soñé que los enemigos venían a buscarme, para hacerme pagar pecados pasados. ¿Soñe o era real? Es más,quisieron llevarse a mi amigo Dante,alias Kato, mientras dormía pero yo lo defendí. 
A la mañana, mis amigos quisieron recorrer la ciudad. Tenían un par de horas...Me quedé con mi compu en el bar del hotel...Les dije: "Vayan, yo ya conozco todo" Me miraron con lástima. Exclamaron Casi a dúo: " Tanto rompiste con Albenga y te quedas en el hotel" Pobres, no comprenden que en mi sueño volví a ver la ciudad tal como era y esa era la imagen que me quería llevar. 
Pero no siempre las nuevas historias tienen final feliz: Seguimos por nuestro derrotero y al día siguiente por las calles de Mónaco, justo en el circuito donde se corren carreras de Fórmula 1, veo pasar un lujoso Porsche. Dentro de él en la parte de atrás alguien me hacía señas agitando desesperadamente las manos: Era doña Marietta. Tal como en aquella época la secuestraron por alimentarme. Los escalopes de la noche anterior fueron su sentencia. 
Este rapto es más moderno, circulando en un Porsche. Pero estoy seguro que como en aquellos tiempos sabiendo mis enemigos que ya abandoné la ciudad. La dejaran libre. Lo que no quieren es que sus manos hagan comida para mí. 
Mis amigos aún hoy siguen incrédulos...Dante no me cree que lo salvé de ser secuestrado a la noche...Vieron a Doña Marietta pidiendo ayuda desde el Porsche pero dicen que no era ella. No importa. ¡Yo sé que volví a Albenga! Yo sé que allí defendí con mi escudo y con mi espada al imperio romano. 
Dentro de esta historia algunos se preguntarán porque a Dante le decíamos Kato. 
Porque él condujo el auto alquilado (Era  el único que tenía registro internacional) durante 7 días y KATO era Bruce Lee chofer del Avispón Verde, una vieja serie de televisión donde el chofer y el Avispón luchaban contra los malos. 
Amigos: Puedo decir: ¡Yo estuve en Albenga! Y en dos vidas distintas. ¿Ustedes me creen no? 
Solo me preocupa Doña Marietta, que se repita la historia y que al ver que me alejé del pueblo la vuelvan a ese restaurant que dirige con sus manos sabias y su comida casera a punto. 

ENRIQUE DI BAGGIO

SIN AUTOR NO HAY OBRA.