Estaba en el bar esperándola. Cada minuto que pasaba era una duda, no podía creer que ella había aceptado verlo allí.
Su figura apareció en la puerta...¡Estaba hermosa! Tenía luz, mucha luz...¡Tanto había deseado ese momento!Y allí estaba...Llegando a un primer encuentro con él.
Aún hoy pasados los años recuerda esa primera vez...La primera cita. Y agradece haberla encontrado...Sentirse enamorado , sentirse querido.
Cuando hacen el amor sus pieles se funden...Sin los miedos de la primera vez, con entrega total llena de pasión. Los besos sentidos e incomparables, las caricias que recorren cada centímetro como descubriendo rincones cada vez y esos orgasmos... Increíbles que los transportan a otro mundo.
Y sí, también recuerda la primera vez que cruzaron sus cuerpos Como no recordar lo que sintió. Irrepetible. Único. Pero ahora es distinto, se conocen, se aman, se estremecen de una manera sublime.
Es el amor en su máxima expresión.
Recordar la primera vez le hace revivir esta historia genial. La que quiere disfrutar cada momento, y cuando recuerda el principio parece que todo se siente más aún.
¡Recuerdos de la primera vez, la que nunca se olvida!
Algunas veces muchos amantes se olvidan lo que los atrajo, lo que los unió. Se distancian de la esencia... Por eso es bueno recordar aquello ...Para no olvidar el comienzo de todo y tenerlo vivo como una joya que de vez en cuando vamos a ver como brilla.
ENRIQUE DI BAGGIO
Sin autor no hay obra.
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