EL SONIDO DE SU VOZ

ENRIQUE DI BAGGIO

Sin autor no hay obra.

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El gran ventanal de su departamento en ese lejano piso 18 parecìa acercarlo a las estrellas. Era un dìa especial que vaya a saber porque le parecìa escuchar el sonido de su voz en todos lados. 

¡Querìa gritar desde allì al universo que lo escuche el mundo entero! El grito saldrìa de su alma...¡La extrañaba tanto! Una semana de su partida, de noches de insomnio, de aspirar cigarrillos que lo llevaban a otro mundo, de alcohol que lo obnubilaba. 

Hoy sentìa màs que nunca las ganas de verla...¡Y el Sonido! El sonido de su voz que lo perseguìa. Esa voz que le habìa susurrado al oìdo, que habìa cantado con èl, que le habìa dicho Te amo. 

Supo esa noche que alguien que sentìa lo que èl sentìa tenìa que intentar buscarla. Por lo menos intentar. 

Al llegar a la calle donde vivìa y que tantas veces habìan recorrido, pensaba que no hacìa lo correcto...Si al fin al cabo ella ni lo habìa llamado...Caminò por la vereda de enfrente en la oscuridad de la noche y mirando obsesivamente la  ventana que mostraba solo oscuridad. 

Se fue a su auto al que corriò aùn màs atràs y se sentò sin saber que hacer. Toda la fuerza que sintiò en su casa para venir aquì, parecìa haberse esfumado. 

Pero el universo habìa escuchado aquèl grito sin voz.

Un llamado a su celular, una voz conocida que lo habìa seguido todo el dìa y la palabra, "Sube" En un momento creyò era otra vez su mente que repetìa la melodìa de su voz. 

El amor todo lo puede...Y hablaron y se acariciaron, seguro no pudieron solucionar esa noche lo que los habìa separado...Pero tenìan ganas de estar juntos. Hicieron el amor como siempre y màs que nunca...Sus cuerpos se movìan al compàs del placer, y los orgasmos hoy tenìan un estallido distinto...Màs liberador de placer...Era el reencuentro de dos que se aman. Sobran las palabras. Quedan los abrazos, las caricias y los besos de esa noche que los volviò a juntar.