No reconocí en ti tu sonrisa, tu manera de hablar, de respirar. No eras más el mismo triste muchacho que conocí cuando tenía quince años y ninguno de los dos conocía la intensidad de esa fuerza desconocida que mantiene en tu vida a esas personas que están destinadas a enseñarte algo que nadie más podría. Personas diseñadas especialmente para sostenerte cuando estas a punto de desaparecer. A estas personas nunca es fácil dejarlas ir, no fue fácil hacerlo. Por eso las retenemos tanto como podemos, hasta que un día el lazo se rompe, y lloramos tanto que ahogamos la flor. Saboteamos nuestra felicidad solo porque no podemos tener a alguien para siempre.
Una persona nunca vuelve a ser la misma cuando su sonrisa cambia. Y yo—que no fui capaz de reconocer en ti a la persona que conocí mejor que a mi misma—nunca me sentí más alegre por nadie.
YO LA DESCONOCIDA - Pàgina de Faceboock.
No hay comentarios:
Publicar un comentario