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jueves, 8 de agosto de 2013

LOS CANTELLI- ¡Que sean felices Romina y Leandrito! Formato para radio- (Cap. 267)

OPERADOR: MÚSICA- NOVENA SINFONÍA DE BEETHOVEN 

ERNESTO (A SEÑA): Romi y Lean, Romina y Leandrito...Con su casamiento unen dos familias que parecen hechas a medida...Los Tamontini y mis amigos Los Cantelli. Ayer pasaron por el Civil mañana a la noche en un pequeño ritual nada menos que el Celestial, genuino representante de Dios en la tierra, le impartirá los sacramentos religiosos. Nada de fiestas fastuosas...Hubo una reunión luego del Civil en la Casa Tamontini para íntimos donde simplemente se brindó por los recién casados. Tuve la bendición de ser parte de la celebración y lo que sobraba allí era amor hacia estos chicos que unen sus vidas...Exultante Silvia con Roberto, Horacio, Ramón y Paloma, que andan con ganas de seguir los pasos. Mi Teresa y yo disfrutamos cada momento. La emoción llegó cuando un grupo de las chicas albergadas con Graziella a la cabeza, se acerco  a abrazar en nombre de todas a su alma mater: Romina. Lágrimas en los ojos, rimel corrido, era el saludo de sus chicas...Las que alberga en cada departamento brindándole contención y educación...Ellas responden solidarias y con una meta en pos de la justicia. Los musculosos uno a uno pasaron a saludar  a los novios...Ellos también crecen y trabajan cerca de Romina...Los quesos de Don Pascual se consumían pero la emoción y los buenos deseos continuaban. Una música suave de Mozart y el baile con el bolero de Ravel pusieron sonido al sentimiento. Nadie fue a mostrar sus lujos...Todos nos vestimos elegantes pero sin ostentaciones...El dinero de una fiesta que hubiera sido fastuosa fue donado a las arcas Celestiales...Allí cubrirán las necesidades de algún carenciado que debería ser atendido por los gobiernos de turno. Estar en una celebración austera y libre de prejuicios como la de este casorio...Hace que uno reafirme que las cosas hermosas de la vida está en la simpleza y en la apertura del corazón. ¡Felicidades chicos! Y para vos Leandrito, al que sigo llamando Leandrito, mi querido Leandrito, hoy convertido en el doctor Leandro Cantelli, te deseo lo mejor...Me acerqué a saludarlo y dimos unos pasos al costado para alejarnos y por unos segundos abrazarnos como solo él y yo podemos hacerlo...Su infancia, sus travesuras, nuestras charlas en sus primeras escaramuzas de adolescentes, el recuerdo de Rafa...Todo eso pasó como ráfaga en ese abrazo, único, sentido...¡Leandrito de mi corazón! Hasta el último día de mi vida, seré tu apoyo para lo que quieras...Para lo que necesites...¡Mi querido Leandro! 
Don Pascual no paraba de levantar la copa...Estaba feliz...Su hija, su querida hija se alejaba del regazzo paterno de la mano de un gran pibe. 
Todo lo que rodea a mis amigos, me emociona. Desde la cosa más pequeña a la más grande...Cuando estoy con ellos todo me llega al corazón...Porque todas las cosas nacen de allí...Del corazón. Una vida junto a ellos y siempre me pasó lo mismo. Las emociones nacen de nuestro diálogo interno y siento que ellos están dentro mío...Así de contundente, así de simple. 
En un momento dirigí mis vista hacia un gran ventanal que muestra el hermoso jardín...Y...¡Te vi! Si amigo...Te vi. Rafa de mi corazón, te juro que te vi. Pero antes y por eso miré hacia allá...Te sentí. ¿Cómo no ibas a estar si se casaba Leandro? Si vos estás en todos lados...Pero lo más importante es que te llevo dentro de mis corazón, allí te instalaste y allí quedarás para siempre hasta el día que nos encontremos en alguna estrella y nos demos el abrazo que no nos pudimos dar en tu despedida de este mundo...Pero ahora lo importante es que te siento presente en el casorio de Romina y Leandro, otra emoción más que comparto con tu familia, con mis amigos, Los Cantelli. ¡Salud!

OPERADOR: MÚSICA: EL BOLERO DE RAVEL



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