LA DESPEDIDA

Lo besó en la boca como si nunca lo hubiera hecho...No era un beso más...Era la despedida de dos que en ese verano vibraron con sus cuerpos encendidos. 
Hacían el amor en distintas figuras. Cerca del mar donde veraneaban o acostados en la cama de sábanas sudadas. 
Los pechos de ella eran recorridos por esa lengua que bordaba todos su lados...Entradas y salidas en todos los rincones que llevaban a orgasmos donde saludaban a las estrellas. 
Pero, era despedida de aquel verano que no olvidarán. 
Y se llevaban el sabor de su pieles...Y sensaciones en sus bocas, esas bocas que se besaron mil veces que  extrañarán sus encuentros sentidos y sensuales. 
Cada uno vuelve a su lugar...Pero no se podrán olvidar de lo que vivieron, de lo que sintieron. 
Se acerca el otoño y ella pisando hojas amarillas en la vereda de su ciudad norteña envía mensajes al universo...Le dice que lo recuerda, le dice que lo extraña. 
Allá en el Sur de México él también la recuerda y se encuentra escribiendo su nombre en una servilleta de un bar. 
No podía olvidar, pensó que no tenía motivos para sea solo pasado.
Solo tenía la duda que a ella le pasara lo mismo.
Un mensaje y la promesa de encontrarse trajo de nuevo aquel verano. Los caminos se cruzarán de nuevo y harán olvidar la tristeza de aquella despedida veraniega. 
No hay distancia para el amor...No hay nada que se interponga cuando se desean las cosas con el cuerpo y el alma. 

ENRIQUE DI BAGGIO

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