Ella era su amor desde siempre. ¡Su gran amor! Pero las peleas sin sentido, discusiones banales,entorpecían lo que sentían.
Eran el universo perdiendo estrellas. Era brillo que se apagaba . Luz que se oscurecía y perdìa intensidad.
Se abrazaron mil veces con besos sentidos para sellar alguna discusión que prometían no repetir . Pero las estrellas se seguían perdiendo y entonces creo acordes geniales con palabras hechas música.
Aquella tarde se sentaron frente al río, en el crepúsculo las pasiones se tranquilizan y ella escuchó esa canción dedicada.
Al terminar, primera y gran admiradora de su arte, lo abrazó con lágrimas en los ojos.
El tiempo perdido en discusiones superfluas no se recupera. Lo que no pudo expresar en charlas la música lo logró. Corazones latiendo fuerte que taparon quejas y discusiones.
Las estrellas comenzaron a volver.
Y esa noche de luna llena hicieron el amor con pasión.Nada los interrumpía eran dos cuerpos en vaivén genial. Lenguas que recorrían cada centímetro de piel. Y esas caricias de dedos inquietos que entraban y salían de lugares conocidos. Sudores y humedades mezcladas por amor. Explosiones de placer que no se pueden describir.
¡Era el amor sin interferencias! ¡Era el amor lleno de estrellas recuperadas! Esas que le hacen de escenografía para que el universo brille.
Eran dos a quererse, como antes como siempre.Sin escollos. Aquella canción es la que pudo explicar lo que él quería decir.
ENRIQUE DI BAGGIO
SIN AUTOR NO HAY OBRA.
