A veces reiteramos el error de querer sostener una relación. Quien sabe es un karma de otra vida. Algo inconcluso del eterno retorno de cosas y situaciones que nos puso en esta vida frente a determinada persona. Paola nos cuenta que hay que terminar ese círculo...En esta vida.
Enrique Di Baggio
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Nos rebatíamos entre permanecer e irnos.
Y siempre ganaba que nos queríamos, en ambos casos. Te ibas porque no podías soportar lastimarme todo el tiempo, te quedabas porque ganaba el egoísmo de tenerme a pesar de todos esos errores que ambos habíamos aprendido a ignorar con maestría.
Me gradué en perdona errores y tú en cometerlos. Ambos fingíamos con nuestros besos que nada había sucedido y estaba bien. Cualquier mentira que me dijera a mí misma era mejor que perderte, que aceptar que la lucha estaba terminada, que cerrar el telón mientras caía en el suelo a llorar.
Tirada en mi cocina, diciéndome que sin importar todo tú me amas. Me amas. Me amas. Tengo tres llamadas perdidas y yo estoy como ellas. No sé contestar porque se me acabaron las palabras, la voz se escapó de este cuerpo que está inundado de todas las lágrimas que siempre reparabas. Pero esta vez no sirve el diúrex con el que pegabas mi corazón una y otra vez.
Él no es así.
Él no es así.
No, él es diferente.
Él no me miente.
Tenía razón:
Eres tú el que se miente todo el tiempo. Pero, si me permites decirlo, tus labios sabían bien incluso llenos de mentiras. Tal vez eras el amor de mi otra vida, esa en la que yo era lo suficientemente masoquista para quedarme.
En esta ya no.
Ahora ya no. ©
—Paola E. Haiat
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