Translate

Vistas de página en total

jueves, 2 de enero de 2014

FRANKESTEIN EN BUENOS AIRES

AMIGOS: EL año pasado publiqué esta historia y  debido a que todo lo que se narra en forma risueña en ella sigue tan actual y todavía peor con situaciones terribles como las de los vecinos del barrio de Flores que en algunos casos estuvieron 15 días sin luz, decidí publicarla nuevamente...Para sonreírnos pero también para pensar.
Un abrazo para todos.

FRANKENSTEIN EN BUENOS AIRES.

La ficción de lo que conocemos como Frankenstein fue escrita por Mary Shelley en 1918 y luego con algunos cambios realizó otras dos publicaciones alrededor de 1830. Básicamente relata que el Doctor Víctor Frankestein comenzó con su experimentos de dar vida a traves de la electricidad. Como un rompecabezas armo a su muñeco y luego le dio vida a alguien que se le escapó de las manos y que llamamos Frankenstein en honor a su creador. Es una historia mezcla de terror y ciencia- ficción. Hubo muchas versiones y adaptaciones posteriores pero hay una que solo yo conozco...Y es real. Disimulando su cara entre gorras y solapas levantadas un descendiente de Frankenstein que heredó su misma altura, 2,40 imposible de pasar desapercibida y tenía su rostro desfigurado por cicatrices recaló en Buenos Aires. ¿Por qué eligió Buenos Aires? Porque le habían dicho que en Argentina todo no es lo que parece y si lo niegas hasta el hartazgo nadie va creer que es un Frankenstein aunque lo sea. Le habían dicho que la inflación en Argentina tenía dos versiones y entonces se terminaba negando. Parecía que la justicia no era independiente y lo negaban. Decía que el país vivía en democracia y no era real porque solo decide ELLA y las instituciones o no funcionan o están compradas. La gente ante una inundación no recibía ayuda y los "Créditos blandos" para los damnificados no existían ni de parte del Ingeniero Derrumbe ni de parte del Gobierno Nacional...Derrumbe ponía trabas burocráticas y el Nacional no les daba porque esa gente vive de pensiones o planes y no está capacitada para recibir préstamos. 
Al ver tanta mentira él, un Frankenstein puro, podía decir que no era, aún cuando lo pareciera. Con un poco de dinero que había heredado de los castillos del creador de la dinastía, Víctor Frankestein, compraría voluntades. Algunos cirujanos mejorarían su aspecto. Estaba seguro después de ver algunos  horribles"Gatos" televisivos  mejorar con el bisturí y pasar a ser estrellas.
 Este era su lugar, estaba seguro. A traves de unas valijas pasadas por aduana trajo sin pagar impuestos sus euros y dólares...Muchos le preguntaban si era un Frankestein. Incluso en la aduana donde el nombre en el pasaporte lo descubría,  pero poniendo unos buenos pesos en el bolsillo de quien le preguntaba...Terminaban diciendo: ¿Como usted va ser un Frankenstein? ¡Qué tenga buena estadía! Comenzó a buscar propiedades...Le gustaba la ciudad de La Plata por sus diagonales...Pero lo de la inundación hizo que viniera a buscar casa a Capital...Le encantó la Zona de Belgrano y Saavedra...Pero le aconsejaron que no cuando vio a esos autos secarse al sol. Volvió a Provincia y La Matanza, la zona de Haedo Morón le agradaba pero le dijeron que les podían robar hasta las cicatrices...Y aparte si quería viajar en tren...Tenía que subir al Sarmiento. Al fin compró en una zona muy linda del barrio de Flores...Una casona hermosa que le recordaba a las casas de Europa...No había inundaciones y era un barrio con índice de delincuencia podríamos llamar normal...Donde solo era una sensación  y en  un año solo habían asesinado  a 6 personas para robarle el auto. 
Como a todos los vecinos especialmente a las chusmas les hizo regalos...Le creían cuando él decía que no era un Frankenstein. Todo estaba bien, estaba en el país que nada era como parecía...Y uno podía ser otro y otro podía ser uno. Hasta el dólar tenía dos precios y él los cambiaba en el más caro. 
Pero un día de verano, con un calor impresionante decidió irse del país o moriría. Sabemos que la electricidad era esencial para que siguiera viviendo...Debía recargarse, por así decirlo, con 220...una vez por día...Pero la zona de su casa tuvo 8 días de cortes de luz seguido y dos con baja tensión lo que le provocaba...Desmayos. 
Cuando estaba por volver a Europa...Escuchó a un ministro decir que los cortes eran cortos y puntuales..."Pero yo casi me muero" Pensó. Después comprendió que en un país donde Frankenstein  no es Frankenstein todo puede ser posible. 
Esta historia es muy real...Pero traté de ocultarla hasta que la registré en propiedad intelectual...Claro que ahora tengo que convencer a todos que no es ficción...Pero siempre quedará la duda...Y cuando hay duda, no hay condena, no hay certeza...Y es muy probable que no crean que fue real.

AUTOR 
ENRIQUE DI BAGGIO

No hay comentarios: