D
Deja que mis labios de tus labios
liben
divino néctar que tu paladar exhala,
locura de amor que mi pasión
reclama
que tu cuerpo desnudo mis ojos miren.
Deja que mi deseo de tu
deseo se llene
y rompamos el silencio con mil gemidos,
cerremos los ojos,
hablemos con suspiros,
regálame el secreto que tu cuerpo tiene.
Tú me
darás lo tuyo, yo te daré lo mío;
buscaré entre lo más oscuro de tu
cuerpo
donde depositar mi libido sin frenos,
y ya, cuando el deseo
yace casi muerto,
fuerte apretaré con mis manos tus senos
y correrá mi
pasión como agua por un río.
MISANTO SUCIN- SAN SALVADOR.
SIN AUTOR NO HAY OBRA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario