Era la querida Provincia de Buenos Aires. Exactamente el tenebroso Suburbano. Donde millones de personas viven sin agua potable, trabajan viajando horas y horas, se inundan, los asaltan otros cientos de miles que se dedican a la droga, al robo, a la trata, con la complicidad del poder de turno a traves de punteros, policías corruptos y justicia injusta.
Mi travesía fue el viernes a la noche...Desde Villa Bosch a Ramos Mejía, pasando por Tropezón Caseros...Plenas avenidas llenas de pozos, con negocios llenos de tristeza...Buscando con unos amigos un lugar potable para comer, llegamos a Ramos Mejía con un centro más movido, pero con pozos y más pozos, oscuridad en calles aledañas y ni hablemos acercándose a Ciudadela.
Al volver en mi peligrosa expedición tuve que dejar amigos en La Avenida Marquez y la ruta 8 y volverme solo a las 2 de la mañana...
¡Por mi cabeza pasaban tantas cosas!
En todas esas horas que anduve por el lejano oeste, perdón por la Provincia de Buenos Aires habré cruzado dos móviles policiales...¡Dos! Ningún policía en las calles y un control policial en la Gral Paz y Rivadavia. Y menos mal que el Gurú gobernador de la Provincia declaró la emergencia en seguridad.
La ruta 8 llena de pozos, oscura, lapidaria.
Para algún desprevenido que crea que soy un porteño que se la cree...Otro de las boludeces Argentinas que dividen, les cuento que mis hijos se criaron durante 8 años en Chilavert, a pocos Km de la 8, y a cuadras de la Márquez...Yo jugué al fútbol nocturno en pleno Villa Ballester...Pero claro, era el final de los ochenta y principios de los 90. Había menos miedo, estábamos más seguros. Y dentro de unos años, si seguimos votando a los mismos, vamos a decir que el en el 2014 estábamos más seguros.
Cuando entré a la Capital y vi algunos agentes de la inútil Metropolitana me sentí en Guatemala, porque venía de Guatepeor.
Tenía en tierra porteña un 20 % por ciento menos de posibilidades que me maten y aparte moría más cerca de mi casa. Si tenían que internarme iría al Pirovano...Que tiene millones de carencias, pero que está abrumado por la gente de la provincia que se atiende allí. Les juro el desastroso Ingeniero Derrumbe,lleno de funcionarios inútiles y corruptos que no se cansan de hacer negociados en la ciudad, me parecía el Gral. San Martín ya que venía del triste Suburbano.
Al llegar a casa, sano y salvo gracias a la providencia...Pensé en Rucauf, Duhalde y la maldita policía, Solá, Patti, Rico, y el Gurú actual, una especie de libro de auto ayuda en medio de la miseria. Todos del mismo partido o de otro, es lo mismo. Y me dio bronca, mucha bronca. Y a vos que vivís en la provincia, pensalo...No sigas votando lo mismo.
El sábado me entero que la esposa de un colega del trabajo que vive en San Martín es internada de urgencia por un infarto en el Policlínico San Martin en ruta 8 (La noche de terror en mi auto había pasado por el frente)
La sacan del apuro, la medican, pero le dicen que no la pueden atender allí...La trasladan al Thompson que es como si de nido de ratas te enviarán a uno de cucarachas...De allí ¡La devuelven al San Martín !!!!! Para terminar derivándola a una clínica de su obra social acá en capital donde se recupera.
Todo lo que te cuento, lo viví...No me lo dijo la Prensa...Y me da bronca y me da bronca que vos sigas pensando que las alternativas de poder son los mimos...O es el el ex Jefe de Gabinete del gobierno de la década perdida, re contra perdida.
En el lejano oeste podía esperar que aparezca el Llanero con sus balas de Plata y el caballo blanco...Acá, circulando por la 8 a las dos de la mañana...Les juro amigos, el único que me acompañaba era Dios y él, solo él, permitió que llegué sano y salvo.
ENRIQUE DI BAGGIO
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