Ella escapaba para amarlo, él la esperaba con paciencia.
En el norte de Italia, Portofino, en la hermosa ciudad costera cercana a Génova, esta historia tuvo su escenario. El mar de Liguria bañaba las costas y ellos en las afueras rodeados de montañas se encontraban para sentirse...Nada más ni nada menos que sentirse, entregarse a una amor sin edad. 30 años...Ella joven plena, llena de ímpetu...Él, con la calma que entrega un largo camino recorrido. La esperaba, se encontraban y sus cuerpos se cruzaban...Con caricias llenas de ternura y la explosión de esa joven que encontró en su experiencia lo que buscaba.
Lo que ese hombre le daba no estaba en ningún manual del colegio al que concurría...Como alumna puntual, como hija perfecta.
Pero él, solo él,la llevaba a profundidades de agua claras donde la conducía al placer.
Cuando cabalgaba sobre su cuerpo se sentía libre y miraba los ojos llenos de pasión de ese hombre...30 años mayor.
Nadie recorría con su lengua su cuello y sus pezones como él lo hacía. Su piel se erizaba con solo acariciar su mano.
Cada orgasmo de esos cuerpos los hacían estremecer y no había edades ni épocas que pudieran detener el capítulo que escribían en cada encuentro.
A la noche ella volvía a su casa, él lidiaba con su soledad.
Sus padres la esperaban, su música lo acompañaba...Vidas distintas pero un mismo sentimiento que los llevaba a un mundo lleno placeres y sensualidad.
Algún día alguien escribirá que en el paradisíaco Portofino un amor sin edades agitó su mar.
ENRIQUE DI BAGGIO
SIN AUTOR NO HAY OBRA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario