ESCRIBIR SOBRE LO QUE PASÓ.

A veces hay cosas tan dolorosas que no se puede ni escribir sobre ellas. Pero en otras, hacerlo sirve como terapia. Paola nos cuenta. 
ENRIQUE DI BAGGIO
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Tú sabes muy bien que no fue fácil, estuviste ahí para verme llorar. No fue una vez, ni siquiera dos veces, y fue en un espacio de tiempo tan pequeño...
Me abrí completamente, por primera vez, a alguien. Te conté aquello que no me decía a mí misma y te tomé la mano para que la sostuvieras. Es una ironía que dijeras: "ya sé quién eres, y no me voy a ir aunque no seas perfecta" como el preludio de una despedida. Esas palabras debían haber sido como promesa de un para siempre. No te lo recrimino, claro que no, la del error fui yo.
Es sólo que por primera vez creí estarlo haciendo bien, pensé que eso era una verdadera relación, que eras el príncipe de un cuento real. Empecé a creer que las princesas sí pueden usar vans.
Y ahora me he cerrado, de nuevo, en mi mente ya no escucho mi voz para recriminarme nada, ya sé que puedo ignorarla. No me pregunto todas esas estupideces sobre quién soy y si estoy haciendo lo correcto.
No importa descubrirlo, no importa recordar las promesas y escribirlas por aquí. Ya se rompieron, ya se enterraron.
Pero las heridas tardan en sanar y mi terapia se trata de escribir una y otra vez sobre esto. No porque lo extrañe, sino porque tengo que admitir que alguna vez pasó, sólo así podré admitir que así como fue, nunca volverá a ser. ©

Paola Haiat 

Sin autor no hay obra.


















PAOLA HAIAT

Sin autor no hay obra