Un Argentino en Europa siempre lleva un tango a flor de piel para recordar sus tierras. Él tenía presente más que nunca "El día que me quieras". Ella una chica mexicana que amaba a Luis Miguel era la razón de sus deseos...Trataba de enamorarla, trataba de estar en su vida. La vida de los dos en Atenas no era fácil. Trabajaban como guías de turistas latinos, todo se hacía difícil es un país en crisis.
Pero una noche en un bar de La Plaka y con Zeus de testigo comenzaron a enfrentar juntos las dificultades.
El primer paso estaba dado, sellaron con un beso todo lo que estaban sintiendo.
En su casa escuchaba a Gardel y agradecía a Le Pera el otro autor, la letras de esa canción...Porque sentía que ese día, el primero de un amor que sabía sería intenso, las rosas parecían pintadas con colores más fuertes, las paredes tenían menos grises y en el cielo el sol detrás de algunas nubes, igual brillaba. Vaya paradoja, ella escuchaba la misma canción en la Voz de Luis Miguel.
"El día que me quieras...La rosa que engalana..."
A la noche unieron su cuerpos por primera vez sin dejar de recorrer ningún centímetro de sus pieles. Cruzaban sus lenguas, se tomaban las manos y en cada orgasmo sentían que el mundo ya les quedaba chico. El día que me quieras se hizo realidad, con aquel te quiero susurrado al oído.
Ya no había dudas, las rosas tenían su mejor color, el cielo parecía más celeste y hasta la romántica luna apareció llena esa noche...Si hasta imaginaron que como un gran reflector en un escenario teatral los iluminaba solo a ellos.
Se sentían únicos, tocados por Eros allá en la mítica Atenas, sede de este amor que comienza.
ENRIQUE DI BAGGIO
Sin autor no hay obra.
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