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miércoles, 13 de julio de 2011

Real: Es la historia de un amor virtual de una amiga mía

MARÍA Y LA FANTASÍA 51.

AUTOR: ENRIQUE DI BAGGIO

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María conoció a quien vamos a llamar F a los 18 años. Un año de amor que concluye cuando ella decide dedicarle más tiempo a la diversión yendo a bailar con sus amigas y saliendo más a menudo, cosas que no le gustaban a F. Bastante más tarde, las hormonas revolucionadas de María le permitieron poner los ojos sobre otro muchacho. Éste resultó un tipo al que en  mi pueblo decíamos de estos personajes “Que no le hacía asco a nada” Mientras estaba con María dejó ¡Embarazada! A la sobrina de una amiga de la madre de ella Si se lo permitían, embarazaba a la amiga de la madre también, y ni quiero pensar que podría haber pasado si la madre de María no fuera una mujer digna y recatada. En definitiva, un tipo al que no invitaría a mi casa… donde él se acercaba, pum, una panza crecía. El paso del tiempo acrecentaba la belleza de la muchacha. Su carita ya no era de adolescente, su cuerpo tampoco. Era una bella mujer joven. Al tiempo conoce a R y con él se casa y tiene dos hermosos hijos. Pero, siempre hay un pero, en todo éste recorrido nunca olvidó a F, el amor de los 18. Sí, a F, al amargado que había dejado para poder salir a divertirse. ¿Y dónde estaba? En España, trabajando allá, sin pareja, recorriendo prostíbulos para saciar su sexo. Su apatía para relacionarse, hicieron que recurra a las chicas de la calle continuamente. Las prostitutas españolas casi lo nombren “Cliente del año” como homenaje a su constancia y fidelidad con el puterío de esos lares. Hasta le daban cupones con descuentos: Cada tres veces una de regalo. Al llegar a 30, una cena gratis y una noche completa con dos niñas juntas elegidas por él. Guardaba los cupones y los consumía como los chicos hacen con los descuentos en hamburguesas. Berlusconi comparado con este muchacho, era un bebé de pecho. La bella María, seguía pensando en él. Tuvo contacto con familiares y sabía dónde estaba. En esa época, se usaba poco internet y menos las redes sociales. Hasta que la tecnología, hizo que un hermano de él la contactara  a través de la red Faceboock. Pensó que lo iba a encontrar lleno de amigos en la listas… ¡Ni uno! Ella era la primera. El simpático y divertido F, estaba muy solo. Empezaron a enviarse mensaje pero el “sociable”  tenía respuestas escuetas:”Bien” “Mucho trabajo” “Lindo día” ¡Un embole el flaco! Chatear con semejante mujer después de haber sido novio de ella y contestar con monosílabos es para incinerarlo . Pero un día empezó a soltarse (¡Era hora!) y empezaron a recordar su amor, él mostraba su inteligencia en cada conversación, encontraron afinidades, formas de pensar parecidas, y María… María se separó de su esposo al cual ya no amaba. Su imaginación “veía” a F en todos lados… ¡Si, en todos lados! Allí también. Ya separada de su ex, las charlas virtuales se intensificaron: diarias, permanentes, intensas... Con decirles que definitivamente él se alejó de las prostitutas, a pesar de las bonificaciones. Ya sueñan con encontrarse, calculan que en 6 meses nuestro amigo vuelve a sus tierras. Mientras las fantasías sobrevuelan las cabezas de ambos. Se imaginan hacer el amor en  lugares inverosímiles. He visto a María ir por la calle con una libreta y birome, pararse en un lugar y anotarlo como posible escenografía de futuros encuentros sexuales para concretar con F. ¡El dichoso F! Ya lleva ¡50 fantasías anotadas!  Van desde la parte de atrás de la furgoneta de él hasta el escritorio de la directora del lugar donde trabaja María. ¡Cuánta hormona guardada! ¡Cuánta energía por soltar! Sin duda, está enamorada. Mientras, en la hermosa y pequeña ciudad donde vive, un grupo de hombres que admiran su belleza, formaron una asociación cuya sigla es: OCU.FA.MA que quiere decir: Ofrecemos cumplirle las fantasías a María y agregan en el acta de fundación: Aclaramos que eso es hasta que llegue F. Los abajo firmantes (un montón de admiradores) ofrecen a uno de ellos, supuestamente que elegirá ella, para cumplir la sagrada misión sin molestarle que piense en F. En realidad los fantasiosos son ellos, pero quien les quita la ilusión.

En tanto, la querida y deseada María tiene una fantasía más…la número 51 que en realidad es la principal: Que F esté acá junto a ella. Después se verá si puede cumplir las otras 50 que anotó prolijamente. Mientras los miembros de OCU.FA.MA aguardan algún milagro de ser un día los elegidos. Y bueno: La esperanza es lo último que se pierde. Algunos locos, que siempre los hay, propusieron raptar y hacer desaparecer a F cuando aterrice desde las Europas. Son inescrupulosos, pero lo que pasa es que María los enloquece. Más cuando ven que anota en su libretita. Se mueren por leer esos renglones… Se podría decir que en esta historia, todos, por ahora fantasean. Y las fantasías, son gratis, personales y alegran el espíritu. Ahora los dejo, tengo que ir a OCU.FA.MA, hoy tenemos reunión.

Fin

Autor: Enrique Di Baggio

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