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Entraste en el sueño eterno. Te esperan mi papá y mi abuelo de Tropezón. Parte de mi se va en tu viaje. Casi trece años compartimos todo. Solo los crueles males físicos hicieron desaparecer tus miradas llenas de amor. ¡Esas miradas! Las más expresivas, las más cariñosas. En mi memoria quedan las caminatas que hacíamos juntos en el parque Agronomía. Solo tus nanas detuvieron esos momentos que tanto nos gustaban. ¡Malditas enfermedades que terminan historias interminables!. Hoy te dormiste, ya no sentirás el dolor de los últimos días, allí donde sentí debías irte.
Siento la inmensidad de tu ausencia que me sigue a todos lados, que está en todas partes. ¡Fuiste único! ¡Incomparable! ¡Negro querido! Ya nunca te podré acariciar, ni tocar tu hocico, nunca más volveré a ser el mismo. ¡Me faltás vos! ¡Mi perro querido! ¡Mi adorado De Niro!
Nadie podrá entender lo que nos pasa con tu ida. Solo los que compartimos la vida con vos. sabemos de tu inmensa sabiduría. Quiero encontrarte donde estés, quiero sentirte otra vez. ¡Quiero que me indiques como hago! ¡Quiero que me digas donde voy! No sé como seguir. no sé como empezar a transitar tu ausencia. ¡MI NEGRO QUERIDO, NUNCA TE VAMOS A OLVIDAR!
Nunca este escrito llevará la palabra fin, ¡NUNCA!
2 comentarios:
Que homenaje a tu querido perro, que hiciste escritor. Hay tanta ternura, tanto amor, que no puedo dejar de leer lo que escribiste, aunque llore cada vez que lo haga
Mi perro querido fue un sabio. Nos mostró durante casi trece años su sabiduría.
Gracias.
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