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lunes, 30 de diciembre de 2013

NO SOY PERFECTA PERO TE AMO


La ciudad Florencia, en Italia, es cuna del arte. LLena de historia. Los Medici y Maquiavelo tuvieron el poder en el  que aún hoy se inspiran los gobernantes. 
En una tienda colgante del puente Ponte Vechhio las alhajas de oro brillaban como el sol y ella trabajaba allí...Pero la tristeza le embargaba el corazón. ¡Qué importaba estar sobre el puente de piedra más antiguo de Europa! Si su historia con él...Parecía agonizar. 
Había hecho un daño enorme que no se perdonaba y no se acostumbraba a llevarlo dentro de ella. Al escuchar la canción "La razón" salió corriendo sin despedirse de nadie porque en su letra estaba exacto lo que sentía. Lo fue a ver a él que trabajaba en los Jardines de Boboli instalado dentro del palacio Pitti, donde vivieron los Medici. Charlaron un rato entre disculpas y pedidos. Estaba cayendo la tarde y quedaron en encontrarse en el puente a la noche. Fueron a un bar de la Piazza del Duomo. 
Solo quería decirle que él era su razón y que se había equivocado. La luna llena parecía expectante. Los turistaspasaban frente a ellos y ella imaginaba que entendìan. Sentía que la historia Florentina estaba expectante de saber si él había sentido el corazón de ella. La luna los siguió y espiaba por la ventana esos cuerpos unidos en la cama dando repuesta sin palabras que todo estaba igual.
 Ella cabalgaba sobre su miembro y danzaba orgasmos perfectos. Èl besaba sus pechos como si los descubriera esa noche. Las lenguas se mezclaban sin pausa .
Esa noche, estaban enterrando el daño producido. 
En un minuto de tregua, ella corrió la cortina y le pareció sentir la presencia de Dios.
Un estremecimiento en la nuca una electricidad desconocida le dio la bendición. Sentir su presencia es más que sentir su poder, pensó, ya que la presencia es infinita y va custodiar esta historia de amor en la que abrió su corazón más que nunca. En su espalda sintió un beso de él.Suave y estremecedor.
La inquieta Luna se estaba escondiendo ya no necesitaba mirar porque el amor, todo lo puede y aquí estaba presente más que nunca. 

ENRIQUE DI BAGGIO

SIN AUTOR NO HAY OBRA.