REVERENDO ENRICO- CAP. 4. 18-03-15
OPERADOR: MÚSICA ¡AY DIOSITO SANTO!
SOR MARÍA PÍA: Amigos llegó la hora de las charlas con el
Reverendo Enrico que nos aclarará mitos de nuestra religión cristiana.
Auspician este segmento de la radio Provincia 94.3:
OP: AUDIOS DE PROPAGANDAS- SALE- COLAR
MÚSICA: ¡AY DIOSITO SANTO!- SALE
M: Vamos a comenzar el programa de una manera
distinta...Ustedes saben que el mismo va en vivo y el Reverendo Enrico acaba de
avisar que está un poco atrasado a raíz de un percance. Mientras lo esperamos
comenzaré a leer alguna pregunta de los oyentes.
OP: ¡AY DIOSITO SANTO!- SALE
M: Espero que el Reverendo llegue a tiempo para responder
esta inquietud del oyente. Dice: “Hola Reverendo, Mateo Gastopocco de Arroyo Seco…Ultimamente
estuve leyendo mucho sobre las enseñanzas del Cristianismo y me he sentido
tocado, personalmente, por un pecado que la iglesia considera capital y en el
cual discrepo: Llaman Avaricia (PAUSA) ¡Acaba de llegar el Reverendo Enrico!
¡Bienvenido Reverendo!
R: Buenas Tardes María y saludo grande a los
oyentes…Disculpen la tardanza pero tuve un pequeño accidente de tránsito que me
demoró.
M: Espero que nadie haya salido lastimado.
R: Si solo un poco un motociclista que haciendo zigzag en
forma peligrosa rozó mi auto por ganar unos metros…Por el roce perdió la
estabilidad y cayó por suerte con solo unos rasguños. Lo ayudamos a levantarse
y yo me al ver la chapa de mi auto rayada por su imprudencia casi pierdo la
paciencia.
M: ¡Reverendo! Seguro se encomendó a Dío para detener su
ira.
R: Sí María…Pero me acerqué a él y en forma no muy
amistosa le dije: “ Dios te protegió en tu imprudencia pero yo tengo ganas de
darte unos golpes por estúpido…¿No te das cuenta que no solo haces daño sino
que también pagas con tu cuerpo …
M: Reverendo…Usted seguro comprende que la violencia no
sería lógico de un buen cristiano como usted.
R: Si María…Perdonar
los errores, entender…Eso hice. Pero como hombre que soy estoy cansado
no de las motos que es un vehículo fantástico sino de los imbéciles que las
manejan y que lastiman a otros y terminan con roturas de Tibia y Peroné en el
hospital… (TRANS) ¡Un poco de música y seguimos con la pregunta del Oyente!
OP:MÚSICA:
¡AY DIOSITO SANTO! – SALE
R: Continúe María…Continúe.
M: Bueno…Nos decía Mateo Gastopoco de Arroyo Seco que se
sentía un poco digamos, tocado…Por un pecado capital que llamamos Avaricia.
Considera que él que trata de acumular riquezas no está cometiendo pecado a
pesar que alguna gente lo cataloga de Avaro. Dice que considera que tiene
ambición y es cuidadoso con el consumo. ¿Cuál es la delgada línea que lo
convierte en Pecado?
R: Mateo querido…Como lo digo siempre…Se convierte en
pecado cuando hay excesos.
M: ¿Cómo sería eso Reverendo?
R: Es como cuando hablamos del sexo lujurioso que se hace
casi como deporte y placer…Exceso. Mateo: Hágase estas preguntas y respóndase:
¿No gasto nunca dinero que me sobra para ayudar al prójimo?
¿Trabajo en forma exagerada sin darme tiempo al placer?
¿Mi primer pensamiento en la mañana es como ganar dinero? ¿Me alejo cuando
alguien conocido tiene un problema económico pensando que me puede pedir
dinero? (PAUSA) Si estas respuestas son que no gasta dinero para los demás,
exceso de trabajo, que su primer pensamiento en la mañana es como ganar dinero
y se borra ante la necesidad de otro.
M: ¡Está en el horno! ¿No Reverendo?
R: Sí María…Como decían en aquella película: ¡Houston,
estamos en problemas!
M: ¿Por qué se llaman capitales a los pecados? Creo
saberlo pero es bueno que se lo expliquemos a los oyentes.
R: Se llaman capitales porque vienen de latín “Capiti ”
Cabeza. Ya que según Santo Tomás de Aquino
son el origen de otros pecados…Por ejemplo el caso de mi amigo Mateo,
puede desembocar en codicia, que trae consigo aceptar sobornos, robar,
estafar…Codicia, alta codicia que lleva a delinquir.
M: ¡Mama mía eso es alejarse de Dío!
R: Ya lo creo María…Recuerde usted que es una hermana
obediente y devota…Los excesos son los que se convierten en pecados. Todos
cometemos transgresiones…Pero el exceso es el condicionante. (TRANS)
Hasta usted comete algunos pecadillos por ahí.
M: ¡Qué dice Reverendo!
R: Vamos María…No diga que a veces no tiene algunos
pensamientos digamos peligrosos…
M: ¡Reverendo!
R: La diferencia está en que usted los controla…Digamos
que demasiado.
M: ¡Las cosas que dice Reverendo!
R: ¡Vamos María! Alegremos el programa. Terminemos como
siempre con alegría y música…
OP: MÚSICA- ¡AY DIOSITO SANTO!- QUEDA BAJO-
M- R: BAILAN Y CANTAN.
OP: SUBE MÚSICA HASTA EL FINAL-
SELVA MANGIALAVORI- ENRIQUE DI BAGGIO
Sin autor no hay obra.
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