Cuando te alejas de aquél que parecía pensar por los dos...Paola nos cuenta
Enrique Di Baggio.
...........................
Lentamente me recuperé.
No fue fácil, me resistí un poco a mí sin ti. Dudaba tanto porque extrañamente me había acostumbrado a temer lo que pensaras. Vivía más para ti que para mí. Qué aterrador.
Me fui deshaciendo de viejas costumbres y de tus besos. De viejos recuerdos y de todas tus correcciones estúpidas sobre lo que sea que esperabas que yo fuera.
Te entregaba lo que tenía y no era suficiente. Más, decías, da más. Y no paraba de envolver los regalos que esperabas, no paraba de ansiar ser aquella a la que estarías esperando.
Pero tú podías convertir a cualquier chica en un proyecto y sólo existía una yo. Podrías destruirme y seguir, pero yo, destruida, podría quedarme en el suelo para siempre.
Y me pregunté si valías tanto peligro. Si valías todas esas penas que vendrían.
Pero no tuve que preguntármelo más.
Ya no más.
Tú, para no perder la costumbre, decidiste por los dos.
No fue fácil, me resistí un poco a mí sin ti. Dudaba tanto porque extrañamente me había acostumbrado a temer lo que pensaras. Vivía más para ti que para mí. Qué aterrador.
Me fui deshaciendo de viejas costumbres y de tus besos. De viejos recuerdos y de todas tus correcciones estúpidas sobre lo que sea que esperabas que yo fuera.
Te entregaba lo que tenía y no era suficiente. Más, decías, da más. Y no paraba de envolver los regalos que esperabas, no paraba de ansiar ser aquella a la que estarías esperando.
Pero tú podías convertir a cualquier chica en un proyecto y sólo existía una yo. Podrías destruirme y seguir, pero yo, destruida, podría quedarme en el suelo para siempre.
Y me pregunté si valías tanto peligro. Si valías todas esas penas que vendrían.
Pero no tuve que preguntármelo más.
Ya no más.
Tú, para no perder la costumbre, decidiste por los dos.
—Paola E. Haiat
No hay comentarios:
Publicar un comentario