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sábado, 16 de noviembre de 2013

ENVIADO DE DIOS.

El día jueves al mediodía en un baño de un Mac Donalds apoyado en la pared de azulejos donde están los lavatorios encuentro una especie de cartera grande con cierre en el medio. La abro y encuentro un DNI a nombre de Juan Rojas con un domicilio en la calle Gorriti. Había una un cuaderno sin tapas con algunos números teléfonicos de la provincia de Misiones y de Chubut y un celular al que le faltaban números. Recetas de Pami, recibo de haberes jubilatorios y la hoja de un hogar de ancianos de San Martin, provincia de Buenos Aires. También había unos cd que no sé que contenían. No había dinero y si hubiera habido lo devolvería de la misma forma que hice ya que no podría quedarmelo si sé de quien es. Ya me pasó una vez con una cartera con documentos y un poco de dinero. Ubiqué al dueño y se la devolví. Nada fuera de lo común...Debe ser así. Si se sabe quien es el dueño, quedarse con los valores es como robar. Dudé, pensé en dejarlo al encargado del lugar por si el hombre venía a reclamarlo...Pero decidí llevarlo y encontrar a su dueño. Ahí ya Dios intervino, seguro quería que lo conociera personalmente. Tenía una tarde de mucha actividad y al volver del centro con mi auto podría pasar por el domicilio de la calle Gorriti y ubicarlo. Lo hice...Es una especie de hotel y la encargada me dijo que no lo conocía pero seguro vivió allí. Cuando llegué a mi casa con tranquilidad busqué algún indicio...Ya les dije que los números telefónicos anotados eran un desastre. Vuelvo a mirar la hoja del hogar de ancianos y decidí llamar al teléfono que figuraba. Me atiende un enfermero que me dice que llamé al lugar indicado...¡Rojas vive ahí! Es no vidente. Es un hogar donde los ancianos salen de día y a la noche vuelven.  Para gente sin recursos a cargo del Gobierno Nacional. Rojas no había vuelto y  le pedí que le avisara. Dejé mis números de teléfono y quedamos que alguien de la administración me llamaría. Antes de continuar le digo que era uno de esos días que por distintos problemas personales me sentía con algunas tristezas...¡Más que algunas!  
A la mañana siguiente me llama al celular....¡El propio Rojas! Que me dijo que andaba por Palermo...Era dificíl concordar un lugar para encontrarnos...Más teniendo en cuenta su ceguera...Como yo tenía que ir al centro y dejaría mi auto en Chacarita y que él estaba relativamente cerca le dije que me espere sin bajar al subte en la entrada que se encuentra dentro de la estación Lacroze a las 13 horas. No fue dificil ubicarlo...Estaba allí paradito, con una campera celeste, su bastón y su cara de bueno...Le toqué el brazo y nos conocimos...Me quería invitar a almorzar...Me agradecía y le dije que hice lo que tenía que hacer... Tenía que irme ya que me dirigía a una administración y tenía que llegar antes de las 14. Me preguntó si iba a tomar el subte..."Si hasta Callao" le repondí y me dijo si podía venir conmigo ya que iría al Burger King que está sobre Corrientes a la salida del subte a tomarse una lágrima y un tostado que valen solo 16 pesos.  Dios volvió a poner su mano. En esos 20 minutos de viaje sentado uno al lado del otro, me contó parte de su vida y me dio una lección. Tiene 75 años, 3 hijos que viven en la Patagonia y que los visita y lo visitan, pero están lejos...Su ceguera data de hace dos años...Una médica que no era médica le dio una medicación equivocada que afectó su vista...Le pregunté si estaba bien en el hogar y me dijo que si, " A pesar que los encargados afanan como loco"...El dinero que manda la Nación. Él está todo el día afuera, caminando las calles... Me contó que trabajó de auxiliar contable...Y que tuvo una pequeña empresa de refacciones...Le pregunte si su esposa había fallecido...Me dijo que no...Que estaban separados...Un día ella le habló que quería cambiar de vida y entonces él se fue y le dejó la casa para que viva con sus hijos...Al tiempo se enteró que tenía una doble vida...Agregó: " A mi no me engañó, se engaño ella misma" Me contaba que su meta en la vida es hacer el bien...Y que la vida es linda, que hay que vivirla día a día. Lo acompañe hasta la mesa del Burger...Una empleada le tomo el pedido...¡Ya tomaría su lágrima con el tostado!...Y estaba feliz. Ciego, solo en esta ciudad, viviendo en un hogar, con un jubilación de 2.400 pesos me hablaba de hacer el bien y que se sentía bien andando todo el día por la calle. No podía quedarme y lo lamenté...Pero la semana que viene seguro nos contactaremos. Me siguió agradeciendo y me volvió a invitar a tomar algo con él...Entonces se me ocurrió que podía hacer algo por mí: Le pregunté si rezaba y me dijo que sí...¡A la noche y a la mañana! Le dije que ese día  por favor rezara por mi y por mi familia. Solo eso le pedí, nada menos que eso. Sentí que era la persona indicada. Era un enviado de Dios. Sonreía, me tomaba la mano para despedirnos...Y me fui pensando: Yo estaba con tristezas...Con muchos menos problemas que él...Y sin embargo una lágrima y un tostado, andar libre y pensando en hacer el bien... A él lo hacían feliz. En media hora, ese hombre simple me enseñó que se puede enfrentar la adversidad sin estar triste...Solamente disfrutando lo que se posee...Ante la traición que lo alejó de su casa y de sus hijos, no tenía rencores...Pensaba que el otro no lo había engañado, sino que se había engañado a sí mismo. 
No me di cuenta en el momento...Pero cuando pude reflexionar sobre lo que viví con Juan Rojas....Llegué a la conclusión que este hombre era un enviado de Dios que me quiso dar un mensaje. 
Hoy puedo escribir esto y compartirlo con ustedes...Y me emociono: No todos los días Dios se comunica con uno en forma tan directa. ¡Gracias Juan Rojas...Gracias Dios! 

ENRIQUE DI BAGGIO. 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermosa historia la del enviado de dios, a veces Dios, nos da la respuesta en el lugar menos indicado, solo hay que tener el corazón abierto para escuchar. Delfina

Anónimo dijo...

Porque estabas tan triste buscador? que te esta pasando? No lo olvides, Dios esta siempre con vos. Eleonora

Anónimo dijo...

Porque estabas tan triste buscador? que te esta pasando? No lo olvides, Dios esta siempre con vos. Eleonora

Anónimo dijo...

Me emocionó mucho esto que escribiste, me llegó al alma. Me llegas al corazón. Aylenn