EN EL BIEN Y EN EL MAL.

Las historias solo la empiezan y terminan los protagonistas. Ella ofendida, desilusionada y con ganas de alejarse de todo se refugió en aquel pueblo montañoso donde los duendes reinaban. Un mal entendido...Un chisme una pelea y esa historia que quedaba trunca y la dejaba con el corazón sin rumbo. Él quería aclarar lo que parecía oscuro pero no podía encontrarla. Mil veces se concentró y le pidió al universo que lo guíe. La causalidad le hizo descubrir el lugar. Alguien actúo de ángel en esta historia de amor y le hablo al oído. Su auto surcaba los kilómetros mientras la escarcha alrededor cubría los pastos. Una lluvia torrencial lo recibió al llegar. En sus angustias dentro de la cabaña ella creía que no la quería más. Resbalando en el barro, dejando atrás el asfalto, sin que le importara el agua y el viento...LLego a su puerta.  Su mirada de siempre, sincera y llena de emoción hablaban el mismo idioma que sus palabras. "Te prometo amor eterno, más allá del bien y del mal". Las explicaciones vendrían más tarde...Ese lugar hasta hace rato lleno de tristezas, vio dos cuerpos unirse como antes. Caricias sin fin, orgasmos vibrantes y el sonido del sexo sentido dando vueltas y vueltas sobre esa cama. La magia del amor dejo para después las palabras que justificaban la vuelta...La lluvia golpeaba más fuerte  sobre las tejas de la cabaña como queriendo borrar las penas que por allí había pasado...Al bajar su intensidad el sonido parecía acompañar los latidos de esos dos corazones unidos para siempre. Sí, es cierto dijo ella...Los duendes hoy sonríen mucho más. Y el ángel que le hablo a él al oído, también. 

ENRIQUE DI BAGGIO

SIN AUTOR NO HAY OBRA.