SI MIS LÁGRIMAS FUERON EN VANO

La calma del río no lograba tranquilizar su alma. Muchas noches de insomnio en aquella solitaria isla del delta.  Intentaba negar el amor que creía perdido pero éste le volvía con la fuerza de un huracán que le hacía torbellinos dentro del cuerpo. 
Una copa de vino a la luz de la luna le recordaba cada momento...Y aparecían ellas...Las lágrimas, que pedían a gritos poder salir y liberar un poco de la angustia que sentía le oprimía su pecho.
Pedía, mirando al cielo, la presencia de Dios para detener tanto dolor. En algún momento pensó que no aguantaría tanta tristeza, y recordó las palabras de aquél sabio que un día le dijo: "Si lo que te causa tristeza está cerca y es visible ve a enfrentarlo. Con amor y la fe tus lágrimas no habrán sido en vano"
Volvió  a la ciudad y la fue a buscar en ese teatro donde ella deleitaba interpretando obras infantiles. Entre chicos y madres que aplaudían las actuaciones estaba él...Ella, cuando saludaban despidiendo el espectáculo...Lo vio. Vio a ese chico grande que amaba y una lágrima se deslizó sobre la cara pintada. 
Cuando se vieron no salían palabras...Solo un abrazo que parecía interminable. Y otra veces ellas, las traviesas lágrimas que brotaban esta vez de emoción.
Esa noche junto a ese hogar encendido y el vino Malbec a medio tomar enterraron los sufrimientos haciendo el amor con caricias interminables, besos que no dejaban centímetro de piel sin visitar...Orgasmos vibrantes de cuerpos unidos en lo más profundo. El amor todo lo puede, el amor estaba allí, presente, imponente, invisible pero sentido como nunca. Un encuentro de cuerpos y de alma. Sí, amigo: Las lágrimas no fueron en vano...Allí tenes de nuevo el amor ahora solo vendrán risas y la angustia en el pecho nunca más.

ENRIQUE DI BAGGIO

SIN AUTOR NO HAY OBRA