Pero él, errante y nómada, sin rumbo fijo partía a su destino. No anclaba en ningún lugar, pero esta vez...Una lucha interna intensa frenaba sus impulsos. Ella le había tocado el corazón...Ella lo hacía feliz...Y esta vez la partida era difícil.
¿Como alejarse de su mirada de niña- mujer? De esa boca que lo besaba intensamente...¿Cómo dejar esas charlas de noches enteras a la luz de la luna?
Le pedía que se quede...O quería ir con él.
Era un guerra entre sus costumbres, sus libertades sin barreras y su amor...Pero el amor...El amor...Todo lo puede. Misiones imposibles se hicieron en nombre de él. Todo lo transforma...Como alquimista transforma lo que toca.
Un poco de miradas, mucho de besos y caricias...Cuerpos y almas unidas...La lucha terminaba allí. Alquimia genial. Estaba decidido.
Juntos irían por caminos desconocidos.
ENRIQUE DI BAGGIO
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