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domingo, 25 de enero de 2015

ASESINATO DE MARIANO MORENO: IMPUNIDAD

 AMIGOS: Las muertes dudosas, dicho en otras palabras: No tenemos dudas, solo le dice dudosa la justicia por una cuestión de pruebas, son muy comunes desde siempre. Hace 5 años festejamos el Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810. Un integrante de esa junta, periodista independiente y hombre de ideas justas tenía dos problemas con Cornelio Saavedra : Una política y la otra era que Cornelio deseaba a la mujer de Mariano, la bella Guadalupe Cuenca. 
La política Argentina tiene historias de sangre. 

Alguien que trabajaba en un edificio de la Calle Callao, al que no doy la dirección que es conocida en aquellos tiempos vio como "Traían en un auto y tiraban" El cadáver del Casquivano Juan Duarte hermano de Eva en el dto. que vivía y decían que se había suicidado o algo parecido. Hago servicios para ese edificio hoy en día y el testimonio es real. 

Una secretaria de Yoma en la época de Menem...Era testigo principal de una causa y apareció "Suicidada" en su departamento. 

Este gobierno no hizo nada que no se hubiera hecho. Pero lo que sí hay que darle un crédito: NADIE LO HIZO TAN EVIDENTE. Sobre un Fiscal que tenía una acusación contra la propia Presidente y un día antes que declare. O sea las mafias ya no se esconden. 

Lo que me deja tranquilo es la declaración del Gurú de la Pcia Buenos Aires, candidato a Presidente, dijo: "Hay que replantear la misión de los servicios de Inteligencia" Con esa profundidad de conceptos y esa decisión de un tipo que puede ser Presidente, Dios no lo permita, me quedo tranquilo...Vendrán otros 200 años de Crímenes. 

¡DIOS NOS AYUDE! y LA PATRIA LOS DEMANDEN. 

ENRIQUE DI BAGGIO



 La teoría más difundida entre los historiadores argentinos atribuye la muerte de Mariano Moreno al Saavedrismo. Afirma que "agentes de Cornelio Saavedra" habrían contratado el pasaje de Moreno a bordo de la fragata inglesa "Fame"; o que espías saavedristas, dirigidos por Pedro Medrano, lo habrían espiado hasta asegurarse que el ex Secretario de Guerra y Gobierno de la Primera Junta embarcara en la "Fame", en Ensenada.
Para darle un tono más conspirativo, sostienen que la Junta Grande, conducida por Saavedra y el deán Funes, el 9 de febrero de 1812 (pocos días después del embarque de Mariano), suscribió con el comerciante norteamericano David Curtis de Forest un contrato de provisión de armas para los ejércitos patrios. En el art. 5º de dicho contrato se preveía que: "para poner en ejecución el convenio deberá Mr. Curtis ponerse antes de acuerdo con el enviado de esta Junta a la Corte de Londres, señor doctor Mariano Moreno, cuya aprobación será requisito necesario para que los comprometimientos de Mr. Curtis obtengan los de esta Junta". El art. 11º del convenio, donde ponen toda su sospecha los sostenedores de esta tesis, establecía: "si el señor doctor don Mariano Moreno hubiere fallecido, o por algún accidente imprevisto no se hallare en Inglaterra, deberá entenderse Mr. Curtis con don Aniceto Padilla en los mismos términos que lo habría hecho con el doctor Moreno". Ven en esta cláusula un exceso de previsión inexplicable, al prever, la misma, la muerte de Mariano.

En una carta fechada el 15 de enero de 1811 le escribía a su amigo y confidente Feliciano Chiclana, refiriéndose a Moreno: "Este hombre de baja esfera, revolucionario por temperamento y helado hasta el extremo (...) trató de que se me prendiese y aun de que se me asesinase..."

Saavedra no tenía dudas, y fue él quien decidió entonces devastar a su enemigo.

Esa fue, a la vez, la conjetura de Manuel Moreno, el hermano de Mariano, y la de Lupe, su viuda. Pero todo resultó más complicado.


En efecto, el 24 de enero de 1811, a las seis y media de la tarde (nueve días después de la carta de Saavedra a Chiclana), Mariano Moreno se embarcó en "La Misletoe", anclado en la Ensenada, acompañado de su hermano y de su amigo Tomás Guido, más tarde confidente de San Martín, quien a la sazón gestionaba con agentes ingleses y masones su viaje libertador al Río de la Plata. En las radas neblinosas mil ojos saavedristas corroboraban el hecho de la partida. Eran esbirros al servicio de Pedro Medrano, espía y lobbista del presidente de la Junta. Un día después, los tripulantes trasbordaban hacia la fragata "La Fama", de bandera inglesa. La misma que envolvería el ataúd de Mariano Moreno, quien murió a los 32 años entre convulsiones y misterios el 4 de marzo a la madrugada, presuntamente de muerte antinatural,envenenado según su hermano, con una pócima preparada por el enigmático capitán de la fragata, el mismo que le suministró, según Manuel Moreno, una sobredosis letal de un emético, un vomitivo llamado antimonio tartarizado.

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