Ella volvía a su lejano país...A su familia, a su ciudad. Los separarían 15000 km. y muchos escollos en el medio.
No se puede detener el tiempo...¡No se puede! A la mañana ella se iría. Y eso los desesperaba.
Se besaron como nunca...Pero la tristeza acompañaba la pasión.
Dieron rienda suelta a esos cuerpos que durante un año se abrazaron mil veces. Besos, caricias, y orgasmos que los elevaban a las estrellas pero el tiempo se terminaba.
Era la última noche de estos tiempos. No saben si vendrán otras noches, pero el reloj avanza y ella se debe ir...
No querían que esos momentos fueran pasado...Pero la hora es inexorable.
Promesas de encontrarse de nuevo, y besos interminables hacían agonizar el momento.
Cuando se quedó solo, las lágrimas brotaron y la melancolía lo envolvió. A la mañana siguiente miro fijamente el reloj y le prometió que lo llevaría con él a buscarla para que otras horas traigan felicidad. Que mucho tiempo no pasaría que volvería a verla. Con esa promesa y convicción interna salió a la calle en busca del futuro...Donde, estaba seguro, volverían a estar juntos.
ENRIQUE DI BAGGIO
SIN AUTOR NO HAY OBRA.
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