Translate

Vistas de página en total

viernes, 20 de febrero de 2015

AMOR DE MADRUGADA.

Se encontraban de madrugada...Amor que fue naciendo en charlas trasnochadas. La cámara de las computadoras los acercaba en imágenes que no se podían tocar pero mostraban gestos y miradas que llegaban al corazón. Solo la piel no se rozaban. Se contaron todo y pensaban que estaban solos en la madrugada, cuando la luna brilla afuera y las pasiones se agigantan. 
Nadie podía ser testigo de tantos secretos contados. Se conocieron el alma a través de las máquinas. 
Y las pieles reclamaron encontrarse...Y un día de aquel invierno crudo acortaron los dos mil kilómetros que lo separaban. 
En esa cabaña alquilada el fuego tenía vida y ellos al fin pudieron saber lo que el tacto hace  sentir.
Era el único secreto que quedaba...El primer beso los estremeció. Los siguientes los llevaron a caricias y más caricias...No podían creer poder tocarse. Y cruzaron sus cuerpos en entradas y salidas. Y pasearon sus lenguas por rincones...Llegaron los orgasmos sentidos y naturales...Trayendo la calma para volver a empezar. 
Y esta vez, solos en la madrugada, se encontraron abrazados. Como si siempre lo hubieran estado...Muchas veces a través de una cámara se imaginaron así. La imaginación, a veces, se confunde con lo real.
De tanto imaginarlo, esa realidad de ahora parecía conocida. 
Una historia de amor...Otra más de seres que se encuentran en el sentimiento y la atracción. Esta nació distinta, pero parecida a otras...Muchas madrugadas estarán juntos...Y los secretos los acompañaran porque ya los conocían.

ENRIQUE DI BAGGIO
Sin autor no hay obra.




No hay comentarios: