Él era un indomable solitario. El mar Egeo era su compañero y las amplias playas griegas eran testigos de sus caminatas en soledad casi huyendo de cualquier compromiso que lo alejara de esa vida.
Profesor de historia de aquellos que no dejan de meterse en el pasado para entender el presente. Había estudiado al detalle a Eros, Afrodita y todos los dioses griegos... De todos aprendió y en ellos se refugiaba.
La madurez lo puso frente a esa profesora de Inglés recién llegada. Entre charlas y paseos lo fue conquistando y de a poco dejó de ser un solitario. Se había convertido en un hombre enamorado.
Recuerdo imborrable era la primera vez que cruzaron sus cuerpos en su casa de la Isla de Poros. Esa piel con perfume especial, esas caricias llenas de sensualidad , su cabello rozándolo en cada movimiento...Las lenguas cruzando placer...Lo hicieron sentir algo distinto...Que nunca había sentido. A partir de ese momento no dejó de necesitarla. Ya no solo era el mar y la playa lo que lo acompañaban...Necesitaba a esa Profesora de Inglés de la que se había enamorado...Y Como dice la canción la necesita como la barca al mar.
Se lo dijo de mil maneras, la quería junto a él para siempre...La amaba como a nadie. Ese profesor de historia empezó a escribir una nueva versión de su vida, junto a ella y frente al mar.
ENRIQUE DI BAGGIO
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