LO QUE SIENTO.

Recorría con su boca el cuerpo sensual lleno de curvas perfectas y esa piel única. 
Su lengua buscaba humedades mientras acariciaba sus pechos de pezones dispuestos a ser visitados. 
La abrazaba como se abraza lo amado y sentía en cada movimiento de entradas y salidas como ella vibraba y se elevaba con sus hermosos ojos verdes entrecerrados a las alturas del placer de orgasmos sentidos. 
En cada sueño veía y sentía esas imágenes que no se correspondían con la realidad. Paseaba con su barco por el Lago di Como llevando turistas desde el pueblo de Dongo, lugar histórico lleno de restos romanos, hasta la isla Comacina...Y cada día la veía a ella, guía natural de esas excursiones. 
Estaba decidido esa mañana a decirle lo que sentía y como la soñaba. Y allí la tenía, justo frente a él...Con un short azul y una remera blanca que marcaba sus contornos...Ese no sería un día más...Era el día elegido para decirle con puntos y comas todo lo sentía. 

Después de todo, lo que uno se guarda y no suelta se convierte en una caldera interna que puede enfermar y allí mismo, en ese momento, sobre las aguas del Lago Di Como ella escucharía en palabras lo que los ojos de este hombre enamorado ya le habían dicho.

ENRIQUE DI BAGGIO

Sin autor no hay obra.