Sin autor no hay obra.
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Aquel escritor escribìa : "No hay nada màs ensordecedor que el silencio" Ese hombre abatido por el dolor sentìa la soledad como nunca. Rodeado de gente podes estar solo.
Eso sentìa a minutos de ser aclamado en aquel concierto genìal. Su orquesta acataba sus òrdenes...Los instrumentos sonaban por èl, Pero su amor ya no estaba y su pecho oprimido, dolìa ahogado en tristeza.
La noche se hacìa interminable. Los ojos no se podìan cerrar. Mil imàgenes de ella,que durmiò a su lado hasta hace unas noches nomas.
Tanto amor no podìa perderse. Pero a veces se duda si el otro ama tanto. Y esa soledad que lo abrumaba.Y esa soledad que ahogaba.
Las mañanas parecìan todas iguales desde aquel dìa de la partida.
En las tardes solia pasar por la sala de ensayo.
Sì en esa sala donde pasò parte de su vida...En esa sala donde la conociò el dìa que entrò tìmidamente por primera vez con su violìn y su belleza.
Se miraron distinto. La mùsica unìa lo que ya estaba escrito que debìa suceder.
Recuerdos y màs recuerdos, y de pronto, como aquèl dìa ella entro por esa puerta, la misma de aquel entonces.
Su deseo de que vuelva estaba cumplido...Ella quiso volver porque no se podìa ir y dejar en el pasado algo que sentìa presente: Amor, necesidad de tenerlo cerca.
La noche los encontrò juntos de nuevo...¿Alguien puede describir lo que sintieron cuando sus cuerpos se volvieron a juntar?
El escritor del principio lo intentò con algunas frases: Sintieron sus pieles fundidas se llenaron de besos y caricias.
El èxtasis mayor llego con esos orgasmos que estremecieron y los llevaron juntos a las estrellas màs brillantes y lejanas.
Ni esas bonitas palabras podìan describir tanto amor y placer.
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