Cuando te vas introduciendo en la vida del otro y sentìs que te alejas de la tierra---Paola nos cuenta...
Enrique Di Baggio
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Te fuiste introduciendo en los rincones de mi vida que nada tenían que ver contigo, empezaste a entender los chistes locales con mi mejor amiga o al menos aprendiste a reír en los momentos correctos. Descubriste cómo soy enojada y que mi sarcasmo es más un estilo de vida que un mero pasatiempo. Recorriste con tus manos mi rostro y aprendiste a decir "te amo" en los momentos correctos.
Te fuiste metiendo entre mis brazos como si estuvieras midiéndote para saber si encajabas y fuiste abriendo el corazón que había prometido cerrar para evitar posibles daños.
Y es que te empezó a gustar estar mi vida, y lo dijiste. Y no podía creer que a alguien le gustaran los terremotos pero me dijiste que nunca nadie te había movido el piso así.
Me dijiste que desde que me conociste te salieron alas para nunca más tener que estar en tierra.
Te fuiste metiendo entre mis brazos como si estuvieras midiéndote para saber si encajabas y fuiste abriendo el corazón que había prometido cerrar para evitar posibles daños.
Y es que te empezó a gustar estar mi vida, y lo dijiste. Y no podía creer que a alguien le gustaran los terremotos pero me dijiste que nunca nadie te había movido el piso así.
Me dijiste que desde que me conociste te salieron alas para nunca más tener que estar en tierra.
—Paola E. Haiat- Mèxico
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