Sin autor no hay obra.
.................................................................
Tanto construìdo y en pocas palabras destruìdo.
¡Cuànto poder tienen las palabras que destruyen en segundos lo que creciò en mucho tiempo!
Al fin soltè de mi garganta los nudos que me afixiaban. Quien sabe fue el alcohol de anoche... Que aflojò lo que me hartaba y lo hizo salir.
A la mañana me despertè y estaba arrepentida. Soltè mi sostèn que me oprimìa, golpee la mesa mil veces...Pero todo se acabò. Ya no màs te quieros, ni mensajes tiernos a mi celular. Ya no màs largas caminatas tomados de la mano, en la que hablàbamos de todo.
Ya no màs noches como aquella cuando bajo la lluvia torrencial me llevaste corriendo a tu buhardilla de artista. Y nos besamos con ternura mezclada con la pasiòn de la primera vez.
Nuestros cuerpos parecìan conocerse, iban y venìan en una sinfonìa de placer. Besaste mis pechos, recorriste mi cuerpo, entraste a mis entrañas y mezclamos humedades sin deternernos por un largo rato, un rato sin tiempo real ya que flotamos en el universo y perdimos nociòn de todo lo terrenal.
Pero todo se acabò. El poder de las palabras lo destruyò. Palabras que liberaron mi cuello donde estaban atascadas pero ataron mi corazòn.
No hay comentarios:
Publicar un comentario