Se conocían desde la adolescencia...Vecinos en la ciudad
turística de AKAROA en Nueva Zelanda rodeada
de montañas.
Rodeado por las aguas del Little River.
Varios lagos integran su geografía...Allí crecieron ellos.
La película el Señor de los Anillos tuvo varias sagas y una
filmada en parte allí, escenario genial... Ellos que
compartían clases de teatro fueron extras en escenas
en las que gozaron por el sueño cumplido
Siempre se los veía juntos...Si no fuera por el
largo noviazgo de ella con otro muchacho del lugar nadie
hubiera dudado que eran pareja. Él, en su interior
sabía que había nacido para amarla...Era su razón y su
destino. Lo pienso y lo creo. Un día ella termino aquella
relación larga pero de idas y vueltas y llegaba el momento
de demostrarle que el destino los uniría. Varios meses
después una tarde se encontraron en el pub de
Jonas...Cerveza y más cervezas que aflojaron
ataduras...Relajados observaban desde esa ventana
estratégica como aparecía la luna, llena, esplendorosa,
sobre el pico de las montañas. A medida que oscurecía su
luz les hacía contrastes en sus rostros...Luces y sombras
Nunca ella lo había mirado de esa forma... Sus ojos eran los
mismos de tantos días compartidos, pero la mirada brillante
había cambiado.
Un beso apasionado, un abrazo protector y lo soñado por
él se hacía real.
Fueron a su cabaña al pie de la montaña, rincón que
anidaba pensamientos. Imagino que su casa sonreía
al ver que se cumplía un sueño tantas veces soñado entre
esas paredes ¡Era ella! ¡Quién otra sino!
Con la música de Queen de fondo brindaron por lo que
vendría...Cuerpos que flotaban, lenguas entrelazadas
sudores queridos, caricias y más caricias. La música parecía
parecía subir su volumen, en esos orgasmos con estallidos
de placer que los llevaban al universo.
Las montañas recibían el amanecer...Ellos las observaban
abrazados...Sintiendo que el amor estaba en lo más alto de
ellas. Él recordaba sin decirlo aquella frase que leyó en los
tiempos que soñaba con abrazarla y amarla
" Cuando el amor existe y tiene que llegar con el tiempo
tarde o temprano lo hace. Solo resta esperar "
Las aguas de los lagos de Akaroa parecían distintas, más
cristalinas. La ciudad recibía el sol de la primavera.
A veces los sueños de tanto desearlos se hacen realidad.
Imaginaron de nuevo estar rodeados de hobbits como en la
película, pero esta vez eran duendes...Los duendes del
amor.
ENRIQUE DI BAGGIO
SIN AUTOR NO HAY OBRA.
1 comentario:
Esta la radio encendida
Te espero
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