Pero la vida de esta hermosa mujer de ojos tristes había sido sacudida por la muerte de sus padres y un fracaso de pareja que la terminó de demoler.
Sentía el cerebro estallar dentro de su cabeza.
Que todo dentro de ella se desvanecía que el viento atravesando su cuerpo como si no tuviera nada dentro.
En esa esquina céntrica se encontró al amor de los 17.Él había vuelto a visitar a su familia.
Ambos quedaron paralizados y ráfagas de recuerdos los atravesaron. Lo encontró más hombre pero con la misma mirada, aquella de la que se enamoró. Esbozó sonrisas que hace rato no se le veían.
Brindaron y charlaron toda la noche con un luna que los iluminaba. Pero no una luna más...Era la luna que cualquiera quisiera ver en una noche como ésta. Rieron, lloraron. Revivieron en horas toda una vida.
Lo sentía, lo sentía con ella y sin darse cuenta el alma volvió a su cuerpo, llena de flores y de vehemencia.
Allí, bajo esa luna genial...Ya no se sintió vacía.
Y entregaron sus cuerpos sintiendo placer con pasión total. Lenguas viajeras, caricias permanentes, sudores compartidos y orgasmos sentidos llenos de explosión la hicieron estremecer.
El cuerpo se acopló a lo que su alma sentía...Y aquél muchacho de los 17 la volvió a traer al lugar donde nunca debía haber partido.Un lugar lleno de emociones y sentidos. Como antes, como siempre.
ENRIQUE DI BAGGIO
SIN AUTOR NO HAY OBRA.
