Translate

Vistas de página en total

sábado, 30 de marzo de 2013

CUENTO DEL DR. PANSERI


AMIGOS: Este es un cuento breve escrito por NESTOR 

PANSERI CABELLO. Médico veterinario, acupunturista y 

amigo del cual reprodujimos un reportaje sobre su 

especialidad hace un par de semanas. Con la autorización 

de él para ponerlo a consideración  de ustedes, lo publico

con mucho gusto.


UN ABRAZO PARA TODOS.





AMANCIO, UN TIPO AMBIGUO.




Amancio era un tipo ambiguo por definición. Nada ni nadie lo convencía, en circunstancia alguna, a decidir una postura definitiva. El alma del hombre se estrujaba ante la bifurcación de los caminos, el amor y el odio, en definitiva el bien y el mal.
Era común que en una misma mañana ayudara a cruzar la calle a un no vidente y al rato timara una persona con un vuelto, Amancio era así, capaz de llevar a una mujer al Olimpo del placer y luego dejarla sin excusa alguna.
Recuerdo que una vez nos junto a todos en el café del turco y nos arengo para juntar dinero, _es para un hogar de huérfanos, dijo. Por supuesto que ante semejante proyecto todos sus amigos que nos jactábamos de ser cristianos y de buena leche, hicimos colectas por todo el barrio, rifamos cosas de entrañable valor de nuestra propiedad, en verdad movimos cielo y tierra juntos con Amancio. Por cierto la colecta fue todo un éxito, y después de un mes, justo para noche buena, fuimos a la entrega del dinero. Aún hoy después de tanto años recuerdo la cara de aquellos chicos. Esa tarde noche cuando volvimos como mencioné era 24 de diciembre y por costumbre implícita y aberrante se prendían cohetes y bengalas, Amancio le ató un petardo potente a la cola del perro de don Bautista su vecino, _ me tiene cansado ese perro pulgoso con esos ladridos de mierda, no me deja dormir, exclamó.
Pasó tiempo, lo deje de ver hasta hoy. Siempre pensé que Amancio era el mayor exponente de la ambigüedad que todos los humanos cargamos en nuestro espíritu, la lucha eterna de lo que está bien y lo que está mal, entonces no lo juzgue, me limite a persignarme e imaginar que, fiel a su ambigüedad, estaría sentado, indeciso como siempre, en ese lugar incógnito que por ilusión llamamos el purgatorio…




AUTOR:

NESTOR PANSERI CABELLO.

..........................................

SIN AUTOR NO HAY OBRA.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy original el cuento del doctor, Camila

El buscador de Parque Chas dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.