La invitación a la casa de su amiga en aquél pueblo cordobés que tenía las sierras como marco, la hizo muy feliz.
Juntas surcaron la adolescencia y juntas se recibieron de arquitectas. Tomaron caminos diferentes, cada una ejerció en distintas ciudades pero siempre se buscaron, siempre se extrañaron.
Ambas venían de amores terminados. 1 semana juntas, sin horarios ni presiones.Ese era el plan.
En un restó entre las montañas fueron a cenar y a escuchar esa música de jazz de aquel saxo infernal. Los acordes las transportaban a cualquier suburbio de New York. La mirada del muchacho que lo hacía sonar acompañaba su arte. Parecía que cada acorde era para ella. Posaba sus ojos claros sobre esa porteña sensual.
Su oídos escuchaban regocijados su corazón palpitaba con ese hombre de ojos claros. Una copa, sentado con ellas. Un brindis por el encuentro y su amiga que la conoce, se vuelve a su casa seguro que la noche la pasaría sin ella. La luna llena,asomaba entre la inmensidad del paisaje y mostraba distintas tonalidades de luces y sombras sobre los picos montañosos. Un beso apasionado..."Do re mi" parecía sentir una partitura, parecía volar ante sus caricias.
Ese estudio- dormitorio lleno de sonidos se llenó de sus gemidos y sus orgasmos.
Sus pezones, entregados eran besados una y mil veces por esa boca que un rato antes acariciaba el saxofón . La noche fue testigo de una música sin igual que la hizo estremecer por un sexo genial en el que mezclaban sus pieles en una figura sensual. Llego el desayuno matinal y el acorde final.Volvió a la casa de su amiga que la miraba cómplice como quien preparó su jugada.
Allí le confesó que el jazz era la excusa para que conozca a ese muchacho de ojos claros, que sabía tocaría su mejor canción con ella. No sabe si la historia continúa...Pero el sabor del sexo y el sonido de jazz seguían con ella...Muy dentro de ella. "Do re mi"...Sintió otra vez la sensación de tener los acordes en sus sentidos aún vibrantes de esa noche genial.
AUTOR:
ENRIQUE DI BAGGIO.
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SIN AUTOR NO HAY OBRA.
