OPERADOR: MÚSICA- LA FAMILIA UNIDA.
ERNESTO (A SEÑA): Y sí...Estamos en la final del mundial de fútbol. Los muchachos están unidos y ponen garra y los logros llegan solos. Aunque hubieran perdido con algún penal maldito, el logro de su digna actuación estaba conseguido. Un ejemplo de como se conquistan cosas si los argentinos las hacemos con unión y dejando egos de lados. Un poco de eso es lo que tratamos de hacer en la comunidad: El bien común. Ni más ni menos. Y el barrio salió a festejar. La ví a Mati agitando banderitas en la puerta de su casa....Con Don Esteban, doña Dorinda. El camión Playo de Don Antonio con su esposa Vicenta al lado saludando y haciendo sonar la bocina del barco que zarpa. El Celestial, genuino representante de Dios en la tierra, parado junto a Tomás, como siempre acompañado por dos de las chicas albergadas, saludando a todos y llenos de alegría.
Vi el partido, sufrí los penales, en la casa de las emociones, en el santuario de la creación Cantelli. ¡Estábamos todos!
Con mi amada Teresa nos sentamos en el comedor familiar...Al lado nuestro Silvia y Roberto...Vestido con la camiseta de la selección Horacio. Ramón y Paloma con la cara pintada de celeste y blanco parecían mellizos. Francisquito llega en brazos de su padre Balancetti y traé una corneta en la mano. Silvita no paraba de cantar "Volveremos, Volveremos otra vez, volveremos a ser campeones como en el 86" Y en un momento cuando sale el equipo a la cancha parecíamos una tribuna y nos prendimos todos en el canto. Agregamos casi de una: "Brasil decime que se siente..." Alegría total. Parecía un Vale....Teresa tímida como es, también en algún momento se prendió en los cantitos. El mate iba y venía...Torta de ricotta, emblema de la familia Cantelli, algunas facturas...Calorías y más calorías...Pero que importaba la silueta, si las cosas que se comen con alegría no hacen mal.
¡La casa Cantelli! Una historia tengo con ellos. Mi vida se reparte entre esta casa y la mía.
Me viene a la memoria los abrazos que nos dimos en el 86...(EMOCIONADO) Y sí...Estaba Rafa. Estaba él y la alegría era completa.
Rafa querido...Otra final en el fútbol pero en esta no estás vos físicamente al lado mío. Pero te siento. Siento que en cada gol, en cada penal atajado, te abrazo...Un abrazo en el universo. Ya llegará el día del reencuentro. Solo te digo que pasé la tarde en el mejor lugar, con la gente que quiero, con tu familia, con mis amigos, Los Cantelli. ¡Salud!
OPERADOR: MÚSICA LA FAMILIA UNIDA.
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